En 1816 tuvo lugar en el mundo uno de los fenómenos naturales más curiosos y llamativos de toda la historia. Se trató del año sin verano, una temporada caracterizada por fuertes heladas y nevadas en países europeos que trajo como consecuencia una de las peores crisis económicas de todos los siglos.
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Año sin verano
Durante la historia mundial han sido diversos los fenómenos naturales que han impactado el desarrollo de la humanidad. Algunos de estos episodios han sido más populares que otros debido a sus características particulares. Uno de estos fenómenos fue el conocido como “El año sin verano” un acontecimiento ocurrido en el año 1816, un evento que en definitiva cambió el mundo por completo.
El año sin verano también es conocido en el mundo con otros términos. Para algunos representó un período de mucha pobreza y afectaciones tanto sociales como económicas. El año de pobreza, el verano que nunca fue y el año que no tuvo verano son algunos de los nombres con los cuales también se conoce a este curioso fenómeno natural.
Fue un año donde destacó principalmente el comportamiento anormal que tuvo el clima estival y que provocaron, entre otras cosas, una disminución en la temperatura mundial entre 0,4 – 0,7 grados centígrados. El año sin verano generó en la población mundial impactantes consecuencias, una de ellas fue la notable escasez de alimentos en el hemisferio norte.
Las causas que desataron este año sin verano aún son estudiadas por varios expertos en el mundo, sin embargo, una de las principales teorías que manejan los científicos es que este fenómeno pudo ser causado por la combinación de una caída en la actividad solar con un invierno volcánico que desató también una serie de grandes erupciones volcánicas.
Una de estas erupciones y que al final sería una de las causantes del año sin verano ocurrió en 1815 conocida como la erupción del monte Tambora, en las Indias Orientales Neerlandesas, hoy en día Indonesia. Se considera como la erupción de mayor dimensión ocurrida en 1300 años, durante finales de la Pequeña Edad de Hielo.
Los expertos aseguran que esta enorme erupción en el monte Tambora causó un gran impacto en el clima mundial, provocando un marcado enfriamiento en el año 1816. Fue este volcán el responsable de dar lugar a lo que conocemos hoy en día como el año sin verano. Este fenómeno se caracterizó por dejar marcadas consecuencias en todas las actividades humanas, incluso las artísticas.
A pesar de haber transcurrido largos años desde este evento natural, los científicos y expertos en el área siguen realizando sus investigaciones con el fin de dar con otras hipótesis que pudieron dar lugar a este fenómeno nunca antes visto en la historia de la humanidad. (Ver artículo: Vientos)
Un año sin verano sucedió en 1816
Lo que para muchos representó un fenómeno sorpresivo e interesante, para otros no fue más que el inicio de una de las peores épocas de la humanidad. El año sin verano dejó a su paso marcadas consecuencias, entre ellas económicas, con la pérdida de cosechas mundiales y una notable escasez de alimentos. Hace más de 200 años se registró lo que se conoce como el primer y único “Año sin verano” en el mundo.
Se trató de un evento natural donde en plena temporada de verano nevó y heló en varias zonas de Europa y Norteamérica. Producto a las bajas temperaturas, las cosechas se arruinaron lo que desató la peor hambruna del siglo XIX. El año sin verano significó una extraña anomalía climática que afectó especialmente al hemisferio norte. El fenómeno también desató inconvenientes en otros continentes como Asia y Norteamérica.
El año sin verano tuvo lugar en 1816 y las causas que provocaron este fenómeno natural no fueron divulgadas sino hasta un siglo después luego de intensas investigaciones y estudios científicos. Los expertos atribuyen la causa a la gran erupción de tuvo el Monte Tambora, sin embargo, eso es una verdad a medias, debido a que el enfriamiento ya había comenzado antes de esa erupción.
Consecuencias
El año sin verano fue un fenómeno sin precedentes en la historia de la humanidad, no sólo por ser atípico en cuanto a sus características, sino que además representó el comienzo de una era de hambre y escasez para muchos países de Europa y Asia, continentes que se vieron directamente afectados por este evento natural. La gran consecuencia que dejó el año sin verano fue sin duda la falta de alimentos.
Para nadie es un secreto que la temporada de verano se caracteriza por sus altas temperaturas y un sol brillante, sin embargo, en 1816 la realidad cambió por completo. Era verano pero no había sol, por el contrario, prevalecían la nieve y en varios países heló, sobretodo en zonas de Europa y Norteamérica, todo eso provocó que las cosechas quedaran arruinadas, desencadenando la peor hambruna del siglo XIX.
Los efectos del año sin verano se extendieron a gran parte del mundo y fueron duraderos. Países como Italia e Irlanda fueron los principales afectados, además se desató un incremento en la tasa de mortalidad en toda Europa lo que trajo como consecuencia una ola de migraciones hacia Rusia y América. Por su parte en Asia este fenómeno provocó el renacimiento de la esclavitud. (Ver artículo: Veleta)