Existe gran cantidad de fenómenos naturales que ocurren en el universo, el conocido Parhelio se trata de una irradiación de luz que ocurre alrededor del sol, generada por partículas de cristales de hielo que se encuentran en las nubes, cercanas al Sol, y por efectos emanan rayos de luz como el arco iris.
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Definición de Parhelio
El vocablo parhelio, se origina del griego “para-helios”, que se puede traducir como “semejante al sol”.
Los parhelios son fenómenos naturales que ocurren en la atmósfera mediante efectos del Sol, por lo que muchos lo determinan como un acontecimiento astronómico.
Este fenómeno luminoso, se genera por la aparición de dos luminosidades que se colocan en cada extremo del astro solar, especialmente con está presente una clase de nubes conocidas como los cirros, que tienen una forma especial de filamentos como si fueran grumos de algodón.
En estas nubes se depositan cristales de hielo, que funcionan como si fueran cuerpos prismáticos, donde el sol se luce tocándolos con sus espectaculares y finos rayos, y éstos a su vez desvían su resplandor a otro espacio mostrando el fenómeno luminoso llamado parhelio.
Origen
Los parhelios son fenómenos que ocurren en la atmósfera, que se originan por la luz de sol y nubes que contienen cristales de hielo.
Los cristales de hielo que se encuentran alojados dentro de las nubes, son pequeñas porciones en forma de placas hexagonales planas, con dirección al lado plano horizontal, que se desplazan con la fuerza del aire. (Ver Artículo: Brisa)
El fenómeno parhelio, emana sus hermosos colores como si fueran un arco iris, que se refleja en el firmamento, pero realmente se trata de la dispersión de los cristales de hielo.
En el momento que el Sol se encuentra en el horizonte, es cuando se refleja sobre el halo de 22º, y cuando está en niveles superiores se muestra suavemente como si estuviera afuera y hace la iluminación de una cola blanca que sobresale hacia fuera del halo de 22º.
Si la cola se encuentra en adecuadas condiciones, es cuando se extiende hacia fuera de la formación del círculo parhélico horizontal, es producto de los cristales de hielo que tienen forma hexagonal y planos. (Ver Artículo: Aguanieve)
A su vez, la sensación que emite al visualizarlos es como si existiera el astro solar que se esconde detrás de las nubes, por supuesto con menor brillo con el que alumbra el Sol.
¿Cómo se forma el Parhelio?
Los parhelios son fenómenos luminosos, que únicamente suceden cercanos al sol. Se crean cuando los cristales de hielo, que se hallan en algunas nubes, hacen el efecto de reflector con el sol.
En la atmósfera, encontrándose en posición de reposo, los cristales de hielo tienen la particularidad de colocarse en forma horizontal, lo que genera la irradiación solar, produciendo el fenómeno conocido como parhelio. (Ver Artículo: Tornado de Fuego)
Tenemos que el parhelio es un acontecimiento propio de la naturaleza, con efectos visuales y meteorológicos que se forman mediante los cristales de hielo con apariencia hexagonal, que están acumulados en la atmósfera y se organizan e irradian la luz del astro solar, visible por el ser humano en un ángulo exacto de 22 grados.
Entonces, es cuando se forma una aureola de luz en torno al Sol, y se puede observar fácilmente dos lunares resplandecientes con posición a la izquierda y derecha, generando el efecto luminoso parhelio.
Los parhelios por lo que general no presentan la misma figura, en algunos momentos pueden mostrarse cercanos al sol, que se distribuyen en fracciones de un arco iris.
Para que el efecto de un parhelio sea completo, los cristales de hielo deben de encontrarse bien distribuidos dentro de las nubes, para que pueda irradiar la luminosidad hacia todas las direcciones.
Historia
En los tiempos antiquísimos, el aparato conocido como telescopio no estaba destinado para visualizar el sol, fue a inicios del siglo XVII, cuando se observaron lunares solares, que ya se sabía su existencia desde las épocas remotas.
En la antigüedad, en el país chino, cuando cruzaban los enormes valles, que en algunas ocasiones se veían invadidos por la niebla, ya se observaba en el firmamento una aureola que circundaba el Sol, y éstas se dejaban ver fácilmente durante el alba o en el ocaso.
Muchos buscaban o cargaban consigo un trozo de jade o un cristal oscuro, que pudiera permitirles observar a simple vista las manchas solares, que se formaban y que existían para ese entonces.
Para el año 800 A.C, según los registros encontrados en el Libro de Cambios, con más antigüedad que existe en China, relataban de las primeras visualizaciones en el firmamento de manchas solares que rodeaban al astro solar.
Los especialistas en la materia, chinos y de Corea, conocidos como astrólogos, ya sabían de la presencia de las manchas, que se daban a la tarea de visualizar todo el tiempo; en esos tiempos no realizaban investigaciones sobre el fenómeno, solamente determinaban lo que el emperador les ordenaba.
Luego, ya siendo el año 28, A.C., el astrónomo chino de nombre Liu Hsiang, sostenía con seguridad que observaba manchas en el sol. Igualmente, se hace referencia de que existen lunares en el Sol, a partir del año 165 A.C., esto se relata en las crónicas antiguas tanto de Japón y Babilonia como de la India.
