La lluvia ácida es producto de la contaminación ambiental a la que nuestro planeta está sometida constantemente. Las sustancias químicas que caen a la tierra en forma de precipitaciones perjudicando al medio ambiente y a la salud de los individuos son consecuencias de la lluvia ácida.
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¿A qué se le llama lluvia ácida?
Se le conoce como lluvia ácida al proceso mediante el cual la humedad del aire se mezcla con varios componentes químicos entre los que se encuentran los óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre o trióxido de azufre. (Ver artículo: Lluvia de peces)
Todos estos elementos químicos son producidos en forma de desechos por parte de grandes corporaciones, empresas eléctricas, chimeneas o fogones, vehículos que queman carbón u otros productos derivados del petróleo, contentivos de azufre. Estos gases forman ácido nítrico, sulfuroso y sulfúrico, los cuales, una vez que entran en contacto con el agua de la lluvia, caen a la tierra formada en precipitaciones que constituyen la lluvia ácida.
La lluvia ácida se origina producto de contaminantes atmosféricos tradicionales, que transitan grandes distancias, utilizando la mayoría de las veces al viento como vehículo, trasladándose a miles de kilómetros, hasta descender a la tierra transformados en rocío, lluvia, granizo, nieve, niebla o neblina, entre otros estados que adopta el agua.
Es justo en el momento en que se produce la precipitación que se generan las consecuencias de la lluvia ácida en el medio ambiente ocasionando gran deterioro.
Generalmente, la lluvia tiene entre sus componentes unos 5.65 grados de pH aproximadamente, lo que se traduce en una carga leve de ácido, esto como consecuencia de la presencia del CO2 atmosférico, que termina formando el ácido carbónico cuyas siglas de la tabla periódica son H2CO3.
Pero cuando la lluvia manifiesta un pH menor que 5 e incluso puede igualar el pH del vinagre cuya fórmula es pH 3, entonces se considerará como lluvia ácida, ya que son estos los valores que se registran cuando dentro del aire existen uno o más gases.
Conoce las causas y consecuencias de la lluvia ácida
A través de la realización de sus actividades diarias, el ser humano cada día perturba más las condiciones regulares del medio ambiente e interfiere en su desarrollo, a medida que se realizan construcciones de grandes complejos habitacionales, ciudades y con el derrame constante de agentes contaminantes hacia la atmósfera. (Ver artículo: Tsunami de Japón)
En consecuencia, se ha determinado científicamente que uno de sus efectos más destructivos que ha tenido el medio ambiente y los diversos ecosistemas, es precisamente la lluvia ácida, denominada así el agua de lluvia con un gran nivel de acidez. Este fenómeno se ha convertido en los últimos años en un grave problema ecológico, debido al auge de la contaminación que no tiene límite alguno.
La lluvia ácida surge como consecuencia de una terrible contaminación atmosférica que es transportada por grandes vientos que se pasean desde grandes las corporaciones industriales hasta montañas, lagos y bosques.
Esta lluvia se produce a consecuencia de varios componentes químicos mezclados con los elementos contaminantes que hay en el ambiente, originados en gran parte por los automóviles, los hogares, las fábricas, negocios o corporaciones, y también plantas de energía eléctrica.
Dentro de la composición de las lluvias, está contenida una cierta cantidad de ácido debido al proceso de condensación de las aguas que están en los volcanes, los pantanos, ríos, mares, océanos, u otros, pero este porcentaje ha aumentado de una manera abrupta en el transcurso de los últimos 200 años como consecuencia de la contaminación.
Los compuestos de azufre resultantes de las erupciones volcánicas son solo una de las diversas fuentes naturales que producen la lluvia ácida, así como los manantiales de aguas termales y las humaredas. En resumen, son las inmensas cantidades de óxidos de nitrógeno y azufre, mezclados con el agua en forma de precipitación que originan la lluvia ácida.
A esas causas naturales debe sumarse la acción del hombre y sus actividades en la búsqueda del desarrollo acelerado de las sociedades humanas. Afecciones a la salud, deterioro en las infraestructuras, contaminación de las aguas y la vegetación solo son algunas consecuencias de la lluvia ácida.
Causas
Las causas principales que le dieron origen al fenómeno de la lluvia ácida, son dos elementos químicos: el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno, elementos que son producto de combinaciones producidas en el ambiente cuando son mezcladas junto a otros componentes que se desprenden de las actividades humanas, entre las que figuran las labores de la industria o también la quema de carburantes arqueológicos.
El proceso se cumple una vez que el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno se acumulan y dispersan por el aire, llegando a tener los niveles de concentración más altos al estar en contacto con el agua, el oxígeno y otros compuestos químicos, ocasionando que se origine una contaminación ambiental mayor que es la denominada lluvia ácida.
El problema se agudiza debido a que tanto el dióxido de azufre como los óxidos de nitrógeno son sustancias que se disuelven con facilidad en el agua y pueden ser esparcidos por todo el medio ambiente a través del soplo de los vientos, lo que agrava la situación, ya que con ello se pueden ver afectadas grandes extensiones de terrenos que traspasan las fronteras en todo el mundo, siendo un problema de importancia para todos.
Cabe destacar que la lluvia ácida puede ser producida a causa de elementos naturales, como es el caso de las erupciones volcánicas o la presencia de temblores sísmicos, contentivos ambos de gran cantidad de partículas contaminantes que son liberadas cuando estos llegan a accionarse perjudicando a toda la atmósfera. (Ver artículo: Huracán Odile)
De igual forma, la lluvia puede producirse como una consecuencia de la puesta en marcha de grandes industrias, o también producto del uso general de medios de transporte que usan combustibles fósiles como el caso de la gasolina. Este tipo de contaminación suele producirse en zonas urbanas o industriales, razón por la cual se vuelve un problema mayor y realmente preocupante ya que es donde está concentrada la mayor parte de la población.
Todas las empresas que utilizan como fuentes de energía combustibles, suelen tener también altos conductos de humo por donde exteriorizar sus desechos, en este caso el dióxido de azufre, las partículas en suspensión y el óxido de nitrógeno. Tomando este tipo de medidas se puede minimizar la contaminación del aire focalizado pero sin embargo, incrementará la contaminación de otras regiones a donde se transporte a través del viento.
En dicho caso particular, los principales contaminantes son apartados por los vientos a lo largo del trayecto recorrido, los cuales a su paso van formando otros contaminantes derivados, entre los que están el vapor de ácido nítrico, partículas de ácido sulfúrico y de sulfatos, así como nitratos que se encargan de producir nuevos ácidos.
Todos estos elementos retornan a los suelos a través de las precipitaciones, la nieve o la niebla ácida, contenidas en nubes cargadas de vapor mediante el proceso de sedimentación húmeda, y en el caso de las partículas de ácido a través de la sedimentación seca, fórmula que da paso a la generación de la lluvia ácida.
Expertos han indicado que una vez que se tiene conocimiento real de cuáles son las causas que dan origen a la lluvia ácida, se podrá entonces llevar a cabo un proceso de sensibilización social alertando con ello a la población sobre este problema que afecta al medio ambiente, haciendo que todos puedan contribuir a su prevención.
Consecuencias
Son muchas las consecuencias de la lluvia ácida, por lo que podemos comenzar nombrando cómo puede afectar con su acción a los suelos, las aguas, los materiales, la visibilidad y repercutir fuertemente en la salud de los seres humanos. (Ver artículo: Hhuracán Ana)
Otra de las consecuencias de la lluvia ácida es su efecto con referencia al equilibrio del pH de las aguas en pozos, lagos y riachuelos, entre otras corrientes de líquido, incrementando directamente sus niveles de acidez.
Se debe destacar que los lagos y arroyos en su mayoría contienen un numero de pH que varía entre 6 y 8, siendo la escala regular de 0 a 14 puntos. La medida nos indica entonces que si un pH es inferior a 7, significa que es ácido, pero si su medida supera el número 7, pasa a ser alcalino.
Al alterarse la composición del agua, esto repercutirá afectando con ello a las plantas y animales que habitan en los distintos ecosistemas. Otra consecuencia de la lluvia ácida es que con su accionar elimina la vida de gran variedad de especies, reduciendo con ello la biodiversidad, afectando también al equilibrio de dichos ambientes.
En el caso de los bosques, las consecuencias de la lluvia ácida producen que el crecimiento de los árboles se haga de manera más lenta e incluso provoca la muerte de los que ya existen, por lo que muchos observadores se han percatado de que cada día hay menos bosques.
Un signo claro de la influencia de la lluvia ácida en los árboles se nota en las hojas, las cuales pierden su pigmentación, volviéndose marrones y terminando por caerse. Inclusive, se ha presentado el caso donde algunos árboles mueren de forma inexplicable.
Como consecuencias de la lluvia ácida, también se ven gravemente afectados los campos y cultivos, ya que produce daños al suelo así como al propio producto. Este factor trae consigo otra consecuencia directa que son grandes pérdidas económicas del sector agrícola y comercial. También produce la sequía de los árboles y contaminación del ambiente en general.
En el caso de los objetos materiales, las consecuencias de la lluvia ácida pueden notarse en la corrosión de los mismos, originado por las partículas ácidas que contribuyen a ello, afectando materiales que van desde piedra hasta bronce. Hay infraestructuras y edificios históricos que fueron edificados utilizando para ello mármol y piedra, que han sido visiblemente dañados a consecuencia de la lluvia ácida.
En los vehículos, su acción termina por dañar la pintura, lo que motivó a los usuarios a utilizar pinturas que tengan gran resistencia al ácido como medida de prevención. Con el paso del tiempo se han visto degradados edificios, puentes, carreteras, estatuas y todo tipo de monumentos construidos de piedra o mármol como consecuencias de la lluvia ácida.
Consecuencias de la lluvia ácida en el medio ambiente
Las consecuencias de la lluvia ácida en el medio ambiente son varias y afecta a distintas áreas. Por ejemplo, en el caso de los árboles y la vegetación, esta lluvia se introduce dentro de los suelos, disolviendo los nutrientes que para los árboles son de vital importancia.
De igual forma, a través de ella se le incorpora gran cantidad del elementos de aluminio a los suelos y alrededor de los árboles. Este elemento produce que el árbol quede incapacitado para absorber el agua que necesita para crecer.
Otra consecuencia de la lluvia ácida en el medio ambiente, es que deja a los árboles y a la vegetación tanto vulnerables como desprotegidos ante cualquier tipo de enfermedad o ataque de plagas. La mayoría de los árboles de gran altitud y cobertura vegetal se ven rodeados por las nieblas y nubes ácidas, lo que causa graves efectos perjudiciales en ellos produciéndolas la muerte.
Con referencia a la vida acuática, la alteración del ph en las aguas de los ríos y lagos producto de la lluvia ácida, afecta en gran medida a las aguas superficiales y en consecuencia a los peces y otras formas de vida acuática que tienen dichos espacios como su hogar.
Con la alteración del ph, la mayoría de los huevos de peces no podrán reproducirse e incluso afecta la vida de los peces adultos. La alta acidez contenida en las aguas, hace que las condiciones de supervivencia sean altamente intolerables, produciendo la muerte de peces, plantas marinas, insectos y aves con habilidades acuáticas, entre otros.
El agua de los ríos, lagos, océanos, arroyos, entre otros, se han convertido en ácidos, como respuesta a su contacto y mezcla con la lluvia ácida al precipitarse y caer sobre ellos. Los mismos ríos se han visto reducidos y hasta completamente eliminados, a consecuencia del exceso de lluvia ácida.
Sobre el suelo
Una de las consecuencias de la lluvia ácida influye directamente sobre la química constitutiva de los suelos, lo que a su vez perjudica gravemente a los cultivos, las plantas y todo lo que allí se origine. Con el paso del tiempo, se ha venido produciendo un significativo aumento de lluvia ácida, por lo que se debe estar alerta tomando en consideración que a mayor grado de concentración ácida, mayores serán los riesgos y daños.
Al caer la lluvia y tener contacto directo con los suelos, tanto la biología como la química de estos se someterá a cambios. El daño se proyectará dentro de los microbios que son habituales y necesarios para su composición, así como también el tipo de pH, los cuales constituyen los aspectos más vulnerables resultando en daños o alteraciones producidas a consecuencias de la lluvia ácida.
Para un excelente desarrollo, los suelos necesitan mantener un pH óptimo y de esa forma contribuir a que sus acciones biológicas florezcan, lo que se ve alterado por la influencia de la lluvia ácida que logra cambiar el nivel de pH de los suelos, logrando revertir con ello dicha actividades.
En el caso de los microorganismos del suelo, aquellos que sean de condición sensibles, no podrán adaptarse a los cambios de pH por lo que como resultado dejarán de existir. Paralelamente, también se desnaturalizarán las enzimas para los microbios del suelo.
Dado a que la lluvia ácida es contentiva de altos niveles de acidez, estos llegan a eliminar con su acción los minerales y nutrientes vitales presentes en los suelos, entre estos el calcio y el magnesio. Este hecho hace que los suelos pierdan su calidad y composición original, dejándolos infértiles para poder desarrollar en ellos vida vegetal alguna u otro microorganismo.
Sobre la salud humana
Los efectos que tiene la lluvia ácida sobre la salud de los seres humanos no será de influencia directa, sin embargo los contaminantes que le dan origen, están en constante interacción con la atmósfera, que a su vez formarán nuevos contaminantes del tipo atmosféricos.
Dichos contaminantes se expresarán en forma de micro partículas, las cuales pueden ser transportadas por los vientos, llegando así a trayectos más largos.
Estas partículas contaminantes estarán dispersas por todo el aire que respiramos los seres vivos, no solo los seres humanos pueden llegar a enfermarse también los animales y demás criaturas vivientes. Al encontrarse dispersas por el aire, es fácil que a través del proceso de respiración las personas las adquieran, llegando hasta los pulmones e incluso hasta el torrente sanguíneo.
Esto traerá como consecuencia la generación de enfermedades respiratorias e incluso agravar cualquiera que ya se tenga, hasta derivar en otras de mayor gravedad.
Otro de los elementos que figuran como perjudicial son los depósitos secos que están presentes en el aire, ya que estos contribuyen a la formación de la lluvia ácida y pueden llegar a afectar la salud humana, produciendo en el individuo dificultad para respirar al momento de inhalar así como otros problemas de índole respiratorio.
En el caso de los niños que son los más indefensos y propensos a estas circunstancias, se pueden ver afectados con enfermedades como gripe, asma y hasta con bronquitis. De igual manera, como otra de las consecuencias de la lluvia ácida podemos registrar enfermedades como dolores de cabeza e irritaciones de la nariz. También se le puede anexar el dolor de garganta y la irritación en los ojos, tomando esto como implicaciones leves.
Algunos especialistas le han atribuido la aparición de problemas cardíacos y pulmonares como el asma y la bronquitis, e incluso el cáncer a la proliferación de los niveles intensificados presentes en las deposiciones ácidas contenidas en la lluvia ácida. El cerebro humano también se pone en riesgo con solo tomar agua de grifos que hayan sido contaminadas con la lluvia ácida.
Consecuencias de la lluvia ácida sobre los ecosistemas
La presencia de lluvia ácida tiene una gran cantidad de efectos perjudiciales sobre los ecosistemas, debido a que con el aumento la acidez en las aguas de los ríos, lagos y mares, se producen graves trastornos a los hábitats marinos.
Varias especies de plantas y animales corren el riesgo de estar en peligro de extinción, ya que no todas logran adaptarse a las nuevas condiciones de agua ácida para lograr sobrevivir. Las especies con mayores riesgos dentro de los ecosistemas afectados por la lluvia ácida son los camarones, caracoles y mejillones.
También trastornan la vida y desarrollo de especies de peces como el salmón y las truchas, en vista de que afecta de manera directa a las huevas y el desarrollo normal de los alevines e incluso una mayor acidez en el agua, puede hacer que los peces jóvenes sufran de deformaciones, limitando el proceso de eclosión (nacimiento) de las huevas.
Otro de los ecosistemas que afectan las lluvias ácidas son los contenidos en los suelos, puesto que aumentan el nivel de acidez de los mismos, trayendo como consecuencia cambios dentro de su composición bioquímica, eliminando de ellos los nutrientes naturales fundamentales para la formación de las plantas.
A su vez colabora en la incorporación de metales tóxicos como el cadmio, níquel, manganeso, plomo y mercurio, que no solo ocasionan graves daños a los propios suelos sino que también van a parar a las corrientes de agua. Como consecuencias del deterioro de los suelos, sufre la vegetación, causándole daños tan graves que le pueden ocasionar la desaparición de toda una especie vegetal.
La lluvia ácida tiene varios tipos de propagación ya sea en forma de precipitación ácida, neblina, nieve, entre otros, por lo que es mayor el campo de acción de ataque contra los ecosistemas, siendo este el principal problema y ubicándose como segundo en la lista de los problemas de contaminación que esto conlleva.
Existen estudios que indican que el nivel actual de acidez de la lluvia es en promedio 100 veces mayor en la actualidad que desde su aparición hace 200 años.
Algunas Soluciones
La magnitud potencial y las consecuencias de la lluvia ácida han sido tales, que cada vez se le dedican más estudios y reuniones de carácter tanto científico como político, en la búsqueda por encontrar soluciones a este gravísimo problema que no es de una sola región sino del mundo entero.
Es así como expertos han determinado una serie de medidas que se pueden tomar para minimizar las consecuencias de la lluvia ácida. La primera de estas medidas a considerar es la reducción de los niveles de azufre como compuesto dentro de los diversos tipos de combustibles.
Aunque no todas las empresas toman en serio la gravedad de este problema, ya existen algunas que han puesto en marcha ciertas medidas para contrarrestar los efectos de la contaminación a causa de la lluvia ácida.
Hay empresas que ya han puesto en marcha la ejecución de nuevas tecnologías para el control de emisión de óxidos en las corporaciones e industrias, logrando con ello reducir la carga de los componentes de azufre y nitrógeno, y a cambio impulsar y promover el uso del gas natural en dichas industrias.
Otra de las medidas sería la conversión a gas de los vehículos y menos uso de combustible como la gasolina o el gasoil. La ampliación del sistema de transporte, cambiándolo por uno que funcione eléctrico y no con gasolina. Esto disminuiría notablemente la expulsión de gases tóxicos en el ambiente. Igualmente el saneamiento de los lagos y riachuelos con la incorporación de compuestos alcalinos que neutralicen el pH negativo.
Aquellas empresas cuyas acciones están basadas dentro de la explotación petrolera en busca de nuevas fuentes de energía, ahora están controlando las emisiones de gases nocivos para el planeta, reduciendo con ello la contaminación generada y con miras a minimizarla aún más en el futuro.
Cada vez son mayores las concentraciones de diversos tipos de gases dentro de la capa de ozono que son perjudiciales para la salud de los seres vivos, por lo que se ha dispuesto una iniciativa donde se fabriquen vehículos con características responsables hacia el medio ambiente, que no funcionen con carburantes, ya que están establecidos como los principales responsables de la contaminación atmosférica.
Otra de las iniciativas que se ha visto venir de parte de las grandes empresas, ha sido la creación de las denominadas “empresas verdes”, cuyo propósito radica en buscar nuevas fuentes de energía sin que la naturaleza se vea amenazada, o que se provoque en ella reacciones perjudiciales para todos. Una de estas alternativas se presenta a través de proyectos de uso de energía solar.
Varias empresas entraron en la onda de instalar paneles solares para generar su propia energía y con ello hacer un uso responsable de la misma contribuyendo a la preservación del medio ambiente.
Incluso, como medida extrema ha sido política de gobierno en algunos países imponer multas millonarias a aquellas empresas que ocasionaran contaminación de cualquier tipo, obligándolas con ello a generar métodos alternativos donde ambos sectores salgan beneficiados, tanto el industrial como el ambiental.