La importancia del suelo se debe principalmente al hecho de que es sobre él donde se desarrolla todo tipo de vida y debido a los distintos procesos naturales así como la presencia de seres vivos como plantas y vegetales, animales y seres humanos. De igual manera, el suelo es el lugar en donde crecen las plantas y vegetales que servirán de alimentos a los eslabones secundarios de la cadena o los animales herbívoros.
Indice De Contenidos
Importancia del suelo para los seres vivos
La importancia del suelo es algo muy complejo que puede tener una diversidad de alternativas, que dependen de la zona geográfica, de los cambios que el ser humano haya hecho en esas zonas, etc. Puede estar compuesto por una sección rocosa o inorgánica para luego estar cubierto por diversas y muy desiguales entre sí capas de otros elementos como arcilla, arena, o el hummus o tierra orgánica donde la vida es posible.
Esta última capa es la que por lo general se encuentra en la parte superior del suelo y es precisamente en donde se lleva a cabo el desarrollo de la mayoría de las distintas formas de vida.
La importancia del suelo tiene que ver con que es en este espacio es donde el ser humano siembra, cultiva y ve crecer sus alimentos más básicos. De igual manera, es en el suelo donde de forma natural, crecen las plantas y vegetales que sirven de alimento a los animales herbívoros.
Para que los vegetales crezcan es necesario que el suelo tenga un riego permanente bien sea de manera natural o artificial. Además, el suelo no sólo es importante para el ser humano en lo que se refiere a la producción alimenticia, también lo es, porque este genera la probabilidad de construir viviendas o edificaciones más complejas, para lo cual, el suelo tiene que ser firme, estable y seguro. (Ver artículo de Propiedades Biològicas del Suelo)
Importancia del suelo para las plantas
De las diferentes perspectivas que se han empleado en el estudio de los suelos el más habitual ha sido el de estimarlo como medio en el que se desarrollan y crecen las plantas o vegetales.
La importancia del suelo en lo que se refiere a las plantas terrestres radica en que es el lugar en donde se desarrollan sus raíces, con las que extraen el agua y los nutrientes que requieren para su vida. De igual manera, contribuye al anclaje de las mismas para poder mantener toda su parte aérea, con la que llevan a cabo la fotosíntesis.
Por lo que, las propiedades del suelo que van a repercutir más en el desarrollo de las plantas terrestres serán las que señalen la disponibilidad de agua y de nutrientes, así como el crecimiento y extensión de las raíces.
La mayoría de estas propiedades tales como la textura, estructura, porosidad, composición mineralógica, materia orgánica, entre otras, ya están siendo comentadas por algunos de los edafólogos, que son los que se encargan de estudiar la composición y naturaleza del suelo en su relación con las plantas y el entorno que le rodea. principalmente, con la estructura y dinámica de los suelos.
Aquí también se hará referencia a las propiedades antes mencionadas pero con el enfoque en la importancia para la vida vegetal, en su intervención en la vegetación que nos rodea y en su aplicación a diferentes métodos de cultivo.
En lo que se refiere a las plantas y de sus relaciones con los suelos, tratando de que entiendan los que no son edafólogos.
Una vez aceptada la necesidad que tienen las plantas terrestres de desarrollarse sobre un suelo, más o menos favorable, surge la interrogante de en qué medida influye el tipo de suelo de una zona determinada, en que una planta pueda vivir allí o no y si el suelo es un factor ambiental muy determinante en la distribución de las distintas especies de plantas.
Las diferentes especies de plantas, como todos los demás organismos vivos, requieren de unas condiciones ambientales establecidas para desarrollarse y reproducirse. A esto se debe el que ciertas especies de plantas puedan crecer de forma natural, o puedan ser cultivadas, en unos países específicos, comarcas o localidades, y en otros no.
En el caso de las plantas terrestres las principales condiciones ambientales que definen su supervivencia son las temperaturas y el agua disponible, los cuales vienen definidos en primer lugar por el clima de la zona. Por lo tanto, el clima es el factor que tiene mayor repercusión sobre la distribución de las plantas y de los diferentes tipos de vegetación y es el que define, en mayor medida, sus límites de distribución.
Es por esta razón que los grandes ecosistemas terrestres o biomas o paisaje bioclimático, así como las selvas lluviosas tropicales, la taiga, el matorral mediterráneo, entre otros, son determinados por el clima y definidos por una vegetación característica.
Se puede afirmar que el clima se desempeña como gran filtro selectivo a nivel regional, pero a nivel local la distribución de las diferentes especies de plantas comienza a ser definidas por otros factores, entre los que ya se encuentran las propiedades de los suelos, tanto físicas como: profundos o someros, permeables o impermeables,..) como químicas: ricos o pobres en nutrientes, silíceos o calizos, etc.
Otros elementos ambientales que también están vinculados a este nivel local son la topografía, que consiste en técnicas que consisten en describir y representar en un plano la superficie o el relieve de un terreno, las condiciones microclimáticas que en algunos casos pueden diferenciarse bastante del clima general y las relaciones con otros seres vivos.
Mientras que hay plantas que crecen casi en cualquier parte, hay otras que viven de forma peculiar, o de manera especial, en ambientes determinados y fácilmente reconocibles. De esta forma, según el tipo de sustrato, se pueden señalar las plantas que viven dentro del agua o como se les conoce plantas acuáticas, rupícolas, porque se dan muy bien sobre las rocas, arenícolas o psamófilas, porgue crecen sobre arenas, saxícolas, entre las rocas).
Por otro lado, están las que se dan sobre suelos con propiedades particulares, entre las que se pueden señalar a plantas halófitas que son comunes en suelos salinos, gypsófilas , en suelos con yeso, calcícolas en suelos con calcio, nitrófilas en suelos ricos en nitratos, entre otras.
Por lo antes mencionado, se concluye que algunas plantas, en algunos casos, actúan como buenas indicadoras de ciertas propiedades del suelo, por lo que se pueden usar para conocer algunas características del terreno sobre el que nos encontramos.
El lugar perfecto para la vida de las plantas terrestres es la selva tropical húmeda, donde es común que llueva abundantemente a pesar de que las temperaturas son elevadas durante todo el año.
En estos ambientes, que están considerados los más ricos en lo que se refiere a vida de la Tierra. Sin embargo presentan un gran problema con el que se encuentran las plantas, que es la gran densidad de la vegetación y su lucha por la luz, aunque no todos los suelos son ricos.
Por lo general, la mayor parte de estos suelos son ácidos y pobres en nutrientes al estar muy lavados por las abundantes lluvias, pero tienen un manto superficial de residuos de vegetación en rápida descomposición con gran cantidad de organismos o específicamente bacterias y hongos que se encargan de consumir estos residuos orgánicos de productores y consumidores muertos.
Las raíces se expanden en la zona con el fin de obtener rápidamente los nutrientes que se liberan en la descomposición de los restos orgánicos, y esta es la razón de que muchos de los árboles presenten grandes contrafuertes en la base de sus troncos, pues sus raíces son poco profundas debido a que no requieren de tenerlas profundas para buscar el agua y la mayoría de los nutrientes están en la capa superficial.
Otro tipo de plantas de las selvas tropicales que no requieren ni suelo para vivir, son las epífitas, debido a que estas se dan sobre los troncos y ramas de los árboles.
Ellas extraen los nutrientes del polvo y los restos orgánicos depositados en las cortezas, y el agua la obtienen directamente de las precipitaciones o de la humedad ambiental.
Entre estas plantas epífitas se pueden mencionar los helechos, bromeliáceas y orquídeas, y pueden llegar a conformar el 25 % del total de las especies en estos bosques, como las orquídeas con mas de 20.000 especies, la mayoría epífitas, forman parte de una de las familias más numerosas de las plantas con flores.
Cuando las plantas deja de estar en este medio ambiente de la vida vegetal, comienzan a afrontar una gran diversidad de problemas, entre los cuales podemos mencionar: la falta de agua cuando llegan las épocas de sequía más o menos especìficas en las regiones tropicales, subtropicales, mediterráneas y desérticas y la presencia de estaciones frías más o menos prolongadas particularmente en regiones templadas, boreales y montañosas.
En la mayor parte de la extensión terrestre las plantas han tenido que asumir diferentes tácticas para su supervivencia, y los suelos que la cubren tienen una gran importancia como acumuladores de agua y suministradores de nutrientes. (Ver artículo de Suelo Calcáreo)
Importancia del suelo en la agricultura
Antes de introducirnos en el tema de la importancia del suelo en la agricultura, se debe tener claro lo que es un suelo en general. Conocemos por suelo a la parte de la corteza terrestre, que se encuentra en la parte más externa, además biológicamente activa, que procede de la descomposición o cambios físicos y químicos de las rocas y de los restos de las actividades de seres vivos que se asientan sobre él.
Cientìficamente hablando podemos decir que el suelo es la parte externa de la corteza terrestre, que está compuesto por diversas capas y de las cuales el suelo es la que se encuentra en una “función biológica”, que se basan en la interacción de los factores abióticos y los factores bióticos que habitan en el planeta.
Entonces, ¿cuál es la importancia de esta interacción para el suelo? La importancia radica en que los factores abióticos tienen la capacidad de alterar y cambiar en el transcurso del tiempo, como es el caso de las rocas por ejemplo, que pueden cambiar su forma y de esta forma también cambian la composición del suelo.
De igual manera, los factores bióticos, que son los que tienen vida como sucede con los vegetales, animales y el ser humano, también su acción tiene una gran influencia en lo que se refieren a cambios y erosión del suelo.
Por ejemplo, en el caso de los seres humanos, por medio de la actividad de la agricultura se puede transformar ampliamente las características de una superficie de suelo específico, lo cual no siempre es algo bueno -en la mayoría de los casos, incluso, es siempre algo negativo.
En líneas generales, el suelo agrícola es aquel que tiene las características apropiadas para el crecimiento de la actividad de la agricultura, es decir, que es apropiado para el crecimiento de la vida, teniendo en cuenta que a partir de la agricultura se cultivan vegetales, legumbres, oleaginosas, etcétera.
Por supuesto, el suelo agrícola también se considera que sea apropiado para la producción ganadera, a partir de la cual se trabaja sobre la crianza de animales como el ganado.
La principal importancia del suelo agrícola es que esta ubicado en lugares de clima que benefician el desarrollo y crecimiento de cultivos, teniendo en cuenta particularmente, la variación de precipitaciones o lluvias, temperatura, vientos, periodicidad de sucesos como fenómenos climáticos, tales como tormentas eléctricas, vientos fuertes, etc.
Por otro lado, el suelo debe ser rico en nutrientes, y también interviene la pendiente del suelo que para el caso de suelos que son ideales para la agricultura debe ser equivalente o menor a 5%, lo cual se puede medir por medio un proceso específico con instrumentos determinados. (Ver artículo de Propiedades Físicas del Suelo)
Importancia del suelo para niños de primaria
Desde el punto de vista biológico, para explicar a los niños la importancia del suelo, se debe comenzar por hacerles saber la importancia que tiene su permeabilidad, la cual está estrechamente ligada a la porosidad, su estructura y su composición química.
Los suelos tienen la capacidad de retener las sustancias minerales que las plantas requieren para su nutrición vegetal y que son liberadas por la degradación de los residuos orgánico
Contar con un buen suelo es de primordial importancia para la productividad agrícola. En el medio natural los suelos más complicados y fuertes acompañan a los ecosistemas de mayor biomasa y variedad, de los que son a la vez producto y condición.
En tal sentido, desde el punto de vista de la disposición jerárquica de los ecosistemas, el suelo es un ecosistema en sí y un subsistema del sistema ecológico al cual pertenece.
Definición de suelo
Se conoce por suelo a la parte exterior de la corteza terrestre, biológicamente activa, que se origina de la descomposición o cambios físicos y químicos de las rocas y de los restos de las actividades de seres vivos que se acumulan sobre ella.
El suelo forma la capa sólida del planeta que se conoce como Litosfera. La ciencia que se encarga de estudiar los suelos es la Edafología.
Conservación del suelo
Para la conservación de los suelos es de vital importancia la educación de las personas. Se debe tener presente que un suelo se forma durante un lapso que dura miles y miles de años, debido a la acción de factores como el viento, la temperatura y el agua.
Estos factores, van desmoronando, poco a poco, las rocas, hasta disminuirlas a pequeñas partículas, que al unirse con los residuos de plantas y animales componen el suelo. Una vez formado, el suelo es protegido y conservado por la vegetación que crece sobre su superficie.
Cuando el hombre tala los árboles y deja a la vista las partículas del suelo a la acción del Sol, el viento y el agua, se produce lo que se conoce como erosión. La capa vegetal es llevada hacia el fondo de los océanos, y aquellos terrenos que eran considerados fértiles quedan convertidos en desiertos.
Esto se puede producir también por la acción de desyerbar con azadón, por las quemas, por el empleo exagerado de herbicidas y fertilizantes, etc. Para frenar la destrucción de este recurso, es necesario comenzar urgentemente la plantación de árboles y la defensa de los bosques nativos.
El agricultor debe adoptar la saludable costumbre de alternar los cultivos, de hacer el trazado de los surcos en sentido distinto a la inclinación del terreno, de plantar barreras vivas para que no se produzca el rodamiento de las partículas.
Es compromiso de todos cuidar las fuentes de agua, como ríos y quebradas, para la conservación de toda la vegetación de la cuenca.
Formaciòn del suelo
La formación del suelo es un proceso que consiste en que las rocas se fragmentan en partículas más pequeñas fundiéndose con materia orgánica descompuesta. El lecho rocoso comienza a desmoronarse por los ciclos de hielo – deshielo, por la lluvia y por otras fuerzas del entorno:
El lecho de roca madre se descompone cada vez en partículas menores. Los organismos de la zona ayudan a la formación del suelo desmoronándolo cuando habitan en él y agregando materia orgánica tras su muerte. Al desarrollarse el suelo, se forman capas a las que se les conoce como horizontes.
El horizonte A, es el que se encuentra más cerca de la superficie, por lo general, es más rico en materia orgánica, mientras que el horizonte C cuenta con más minerales y es muy similar a la roca madre. Con el tiempo, el suelo puede llegar a soportar una cobertura gruesa de vegetación reciclando sus recursos de forma efectiva.
El horizonte B, es característico de un suelo maduro donde se acumulan los minerales. Los componentes del suelo maduro están colocados en una serie de áreas conocidas como horizontes edáficos o perfil.
Estos horizontes son los que muestran el grado de desarrollo del suelo, cada uno de ellos tiene diferente textura y composición, que varían en los diferentes tipos de suelo. La mayor parte de los suelos maduros tienen por lo menos tres de los horizontes posibles, pero algunos suelos nuevos o pocos desarrollados no tienen horizontes. Se pueden identificar dos grupos de horizontes: Orgánicos y Minerales.
Tipos de suelo
El suelo puede formarse y transformarse a partir de la mayor parte de los materiales rocosos, siempre que se queden en una determinada posición el tiempo necesario para facilitar las anteriores etapas.
Se pueden distinguir distintos tipos de suelos tales como:
- Suelos autóctonos, que son les que se forman partir del cambio que sufre la roca debajo.
- Suelos alóctonos, son los que se forman con materiales procedentes de zonas separadas. Son particularmente suelos de fondos de valle cuya seno mineral proviene de la erosión de las laderas.
El suelo da vida
Es de gran importancia la conservación del suelo debido a que tarda en formarse miles y miles de años. Se considera un recurso no renovable debido a que en toda nuestra vida sólo veríamos formarse 30 centímetros, que es lo mínimo que se necesita para producir las especies más sencillas de hortalizas.
Por eso hay que conservarlo protegiendo la vegetación y los árboles que crecen en él, ya que ellos contribuyen a que la acción del sol, los vientos y el agua no lo desgasten y destruyan.
¡Además de ser el hogar de todos los animales y hombres del mundo!
Importancia del muestreo de suelo
La importancia de analizar el suelo para obtener un muestreo, resulta ser un valioso instrumento para el agricultor, debido a que por medio de un análisis de suelo se puede tener conocimiento de:
- Requerimientos de nutrientes del suelo.
- Requisitos de Habitabilidad.
- La Texturas y las Propiedades Hídricas.
- Detectar necesidades de enmiendas (calizas, ácidas, orgánicas, etc.)
El análisis de suelo también contribuye a que se pueda:
- Adecuar el plan de abonado para obtener el cultivo más productivo y rentable
- Tener conocimientos de sus parámetros para poder ser más coherente con el Medio Ambiente a la hora de su manejo.
Este análisis de suelo se puede dividir en cuatro partes:
- Muestreo.
- Análisis.
- Interpretación.
- Recomendaciones.
El muestreo
El análisis de suelo se inicia llevando a cabo el muestreo. La elección de un método de muestreo es primordial, y todos los parámetros que se obtienen en el análisis están condicionados por cómo y qué se muestrea.
Según el cultivo y de la finalidad del análisis hay diversas técnicas de muestreo.
La importancia de realizar el análisis cada cierto tiempo, radica en que sirve para tener control de la fertilidad del mismo, por lo que se debe realizar un análisis completo cada 4 años.
El muestreo de suelo agrícola específicamente es el análisis que facilita controlar la propiedad química, física, y/o biológica, según la finalidad de empleo que se proponga en el ámbito de la agricultura.
Algunas de las probabilidades son el desarrollo de un cultivo u otros destinos. Es el instrumento básico e indispensable para establecer un programa de fertilización.
Este consiste en la recolección de una cierta cantidad de suelo, en una unidad homogénea, como un lote o sector del lote, con características parecidas, a una profundidad especifica para controlar su situación o estatus.
Sirve como instrumento para programar tácticas de conservación de sus propiedades químicas, físicas y biológicas, las cuales posibilita lo siguiente:
- Reconocer carencias de nutrientes.
- Determinar indicadores de la fertilidad química, física o biológica de la unidad de muestreo.
- Hacer recomendaciones de fertilización, enmiendas.
- El momento del muestreo varía según cómo sean los objetivos del mismo. Para la recomendación de la fertilización de un cultivo es conveniente llevarlo a cabo, días antes de la siembra o de la aplicación de los fertilizantes, para calcular los efectos de un tratamiento específico unos días después de la aplicación de estos tratamientos.
En el caso de calificar un lote por medio de distintos indicadores edáficos, la recomendación es la de hacer un muestreo en los meses sin cultivo, después de la cosecha, repitiendo siempre en la misma época los muestreos que se hagan después, para poder hacer la comparación de los resultados y disminuir en lo posible, los errores de interpretación que pudieran originarse de las variaciones climáticas anuales.
El muestreo puede ser hecho por cualquier persona con conocimientos elementales o que haya recibido una preparación previa que incluya el reconocimiento de las unidades de muestreo, empleo de los instrumentos de muestreo como barrenos o caladores, palas y los cuidados de las muestras. Se recomienda la participación de un técnico y del productor para la diagramación del croquis y extracción de las muestras.
La interpretaciòn
Luego que el laboratorio ha hecho el análisis, éste necesita ser interpretado, la cual se puede hacer tomando en cuenta diferentes puntos de vista, entre los que podemos señalar:
- Con unas tablas clásicas de valores óptimos para cada uno de los nutrientes.
- Estudiando las relaciones entre los nutrientes.
- Sistemas computacionales complejos, en función del cultivo, para obtener índices.
Hay una gran cantidad de técnicas de interpretación, que van a depender del tipo de cultivo, modo de manejo del suelo, etc, pero ninguno es completo del todo ni global.
La recomendación
Para poder hacer una sugerencia que este basada en los análisis se ha de emplear un sistema para poder convertir los datos en análisis en unidades fertilizantes a añadir, cantidad de una enmienda, etc.
No suele ser competencia de un laboratorio llevar a cabo las recomendaciones que se requieren sobre la fertilización del suelo, entre otras cosas, porque predominan muchas circunstancias que no pueden ser conocidos solo por el hecho de analizar una muestra que es llevada al laboratorio.
Para poder hacer una recomendación, que por lo general son; plan de abonado, enmienda, entre otras, el cliente ha de dar la información completa sobre el cultivo en la que basarse, junto con los resultados del análisis, para hacer una recomendación con un elevado grado de precisión. (Ver artículo de Suelos Salinos)