Las regiones cercanas al océano Atlántico con el mar Caribe y el golfo de México, así como las del océano Pacífico, estuvieron inmersas dentro de la temporada de huracán del 2018. Este ciclo comenzó el 1 de junio y finalizó el 30 de noviembre del 2018.
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Temporada de huracán del 2018 en el Atlántico
La temporada de huracán del 2018 prevista para desarrollarse dentro del océano Atlántico, fue la tercera temporada que se daba de manera seguida para la formación de huracanes en el Atlántico. El pronóstico contemplaba la existencia de unas quince tormentas con nombres y diez huracanes, de los cuales dos presentarían una categoría mayor a la escala 3 de Saffir-Simpson.
La temporada de huracán 2018 se inició de manera oficial el 1 de junio del 2018, finalizando el día 30 de noviembre del mismo año. Ya se ha hecho frecuente la aparición de este tipo de ciclones tropicales para dichas fechas cada año, teniendo como punto de origen la cuenca atlántica. (Ver articulo: Huracán Patricia)
No obstante, el desarrollo o la consolidación de la circulación ciclónica tropical en la atmósfera podía ocurrir en cualquier mes del año, teoría que se comprobó con la formación de la tormenta tropical Alberto, que inició el 25 de mayo, produciéndose antes del inicio oficial de la temporada.
La primera tormenta que formó parte de la temporada de huracán del 2018 en el Atlántico fue Beryl, la cual comenzó a formarse durante el mes de julio. A este le siguió en la lista Chris, quien el 10 de julio del 2018 pasó a ser huracán, convirtiéndose en el segundo de la temporada.
La cronología de los huracanes en el atlántico continuó con Florence, el cual comenzó a formarse el 5 de septiembre. Florence entre todos, fue el ciclón más fuerte de toda la temporada de huracán del 2018. Joyce se comenzó a desarrollar en el atlántico el 12 de septiembre, quien le abrió paso a la manifestación de cuatro tormentas a las cuales se les asignaron nombres de forma paralelas teniendo así a Florence, Helene, Isaac y Joyce.
Ya para el 9 de octubre del 2018 se esperaba la llegada de “Michael”, el cual ocupó el segundo lugar como el huracán más importante dentro de la temporada del 2018. Además de este título, Michael fue el tercer huracán con mayor intensidad que había afectado a los EEUU.
El 27 de octubre fue el turno de la aparición del huracán Oscar, quien con su manifiesto hizo de esta temporada de huracanes 2018 la primera de la historia en registrar siete tormentas subtropicales seguidas, siendo estas Alberto, Beryl, Debby, Ernesto, Joyce, Leslie y Oscar.
Según las predicciones de los expertos esta temporada de huracán 2018 en el atlántico sería inferior a la media, datos que se basaban en la temperatura de la superficie del mar, las cuales estaban para la fecha más frías que dentro de su estado normal, incluso también por la influencia que hubiese podido tener en ello el denominado fenómeno del Niño.
Pero la actividad superó todo pronóstico y la temporada de huracán del 2018, dejó un saldo en daños que llegó a los 33.3 mil millones de dolores.
Florida
La temporada de huracán 2018 contempló entre su rango de acción el estado de Florida en los Estados Unidos. Dentro de la temporada se visualizaba el ataque por parte del huracán Michael, quien a su paso dejó un saldo de al menos seis personas fallecidas y miles de hogares sin energía eléctrica.
Michael arribó al estado de La Florida convertido en un huracán de categoría cuatro, entrando por la comunidad de México Beach. Horas después de su llegada, el huracán se debilitó a categoría 3, degradándose aún más hasta ser categorizado como tormenta tropical, presentando vientos a un ritmo de 112 kilómetros por hora.
Sin embargo y a pesar de su debilitamiento, este huracán provocó daños sin precedente alguno debido a la intensidad de sus vientos, así como intensas lluvias y la formación de breves tornados . Los daños producidos son considerados como los mayores vividos hasta ahora en los Estados Unidos. El paso del huracán Michael arrasó con la estructura de las viviendas, destruyó varios puertos, convirtió centros comerciales enteros en escombros.
De igual manera, los fuertes vientos en la playa produjeron inundaciones continuas a lo largo de los límites con la costa del Golfo. Producto de los fuertes vientos también se cayeron árboles y comenzaron a colapsar los servicios públicos. Todos estos factores dificultaban las labores de rescate. El huracán Michael fue considerado como el más fuerte en tocar el noroeste de Florida.
En su cruce cerca de México Beach, causó estragos en la costa provocados por sus vientos y marejadas. Las aguas de las playas se tornaron color esmeralda y los techos de las casas eran arrancados por la intensidad de los vientos. Muchos locales y otras estructuras de esparcimiento desaparecieron por completo y los niveles de agua originada por las inundaciones, se acercaban a las copas de las palmeras.
Ventanas rotas de casas y otros edificios utilizados como oficinas, fueron el resultado de las ráfagas del viento, mientras que muchas tiendas por departamento y centros comerciales quedaron expresados en torres de escombros. El panorama pintaba edificios sin paredes ni techos, además de árboles derribados y líneas eléctricas caídas.
Cuba
Durante la temporada de huracán del 2018, a Cuba le tocó recibir al huracán Michael, quien afectó a la isla en especial a la región de la punta occidental. El paso de este huracán dejó como consecuencia que miles de hogares se quedaran sin servicio eléctrico, además que las viviendas sufrieran graves daños producto de las inundaciones. Estos destrozos se hacían visibles en las múltiples viviendas cuyas infraestructuras se resintieron con el huracán.
A pesar de los destrozos que quedaron como resultado del huracán, no se reportaron muertes. Los expertos catalogaron al ciclón en la escala del 1 al 5, basados en los fuertes vientos y lluvias que se presentaron a raíz de la llegada del huracán a la isla.
El extremo oeste de la provincia de Pinar del Río y el municipio Isla de la Juventud, fueron las regiones de Cuba que sufrieran mayores daños, donde se tuvieron que realizar trabajos en materia eléctrica con la finalidad de restablecer el fluido, así como el despeje de carreteras, las cuales quedaron cerradas por árboles caídos y postes.
Un total de cinco provincias quedaron bajo amenaza por lo que las autoridades ordenaron de inmediato vigilancia permanente para desarrollar planes emergentes. Un 54% de los habitantes en Pinar del Río, provincia occidental cubana se vieron con averías dentro de sus servicios eléctricos, mientras que para más de 125 mil usuarios el servicio era totalmente nulo. En el caso de la Isla de la Juventud, los daños fueron de un 70% solo en el servicio eléctrico.
Dentro de la provincia pinareña, resultaron afectadas las comunidades de Sandino, Mantua y Guane, entre otras. Comparado con otros eventos de iguales características, en esta oportunidad no fue tan alto el número de las personas que tuvieron que ser evacuadas por el paso de este huracán, registrándose un total de 300 personas.
Algunos vecinos tuvieron que ser desplazados de sus residencias ya que se encontraban ubicadas en zonas vulnerables y expuestas a inundaciones, tales como la región costera en Isla de la Juventud y en la provincia de Artemisa.
Cinco de las provincias pertenecientes a Matanzas también estaban en alerta ya que comprenden en su haber el popular balneario turístico de nombre Varadero. Ante la amenaza, las autoridades se prepararon ante la posibilidad de tener que evacuar a más de 17 mil visitantes que se encontraban alojados en hoteles.
Las zonas que se encontraban alrededor del huracán se presentaron con abundantes lluvias, pero sin pasar a mayores consecuencias. Como una forma de previsión se hizo la limpieza de unos 71 mil metros cúbicos de desechos sólidos, para que no fuesen a parar a los alcantarillados y drenajes de aguas, pudiendo ocasionar mayores daños e inundaciones.
El mal estado en que se encuentran la mayoría de las edificaciones en la Habana, hacen que esta sea vulnerable a los derrumbes tras el paso de fuertes lluvias intensas. Las presas de aguas existentes en la isla, se mantenían en una constante vigilancia, contando con 85 en total.
Con los coletazos del huracán se produjeron dentro de la isla algunas lluvias, tormentas eléctricas y vientos fuertes, los cuales se presentaban con tendencias a disminuir. También persistieron las marejadas representando un peligro para la navegación en la costa sur del occidente y en el centro de Cuba.
Por otra parte, las zonas bajas del litoral corrían el riesgo de inundarse producto de estas marejadas. Michael abandonó a Cuba con dirección hacia en el Golfo de México a través del Cabo de San Antonio, el extremo más occidental de la isla.
Puerto Rico
Puerto Rico es una de las islas que figuraba dentro de la ruta a seguir por los huracanes que conforman la temporada de huracán 2018. En los momentos en que Puerto Rico aún no se había recuperado por las consecuencias que habían dejado a su paso los huracanes Irma y María, todavía debía afrontar una nueva amenaza de huracán para el 2018.
Los pronósticos que describían una temporada de huracán 2018 más activa que la del 2017, causaron en el pueblo boricua temor y desesperanza. Los residentes de Puerto Rico activaron sus alertas ante la formación de una baja presión que comenzó a situarse en las aguas abiertas del océano Atlántico.
Este fenómeno natural se manifestó con tendencia a afectar la zona del Caribe, con posibles incidencias para Puerto Rico, según datos aportados por parte del Servicio Nacional de Meteorología ubicado en San Juan de Puerto Rico. Es así entonces como diversas temporadas ciclónicas golpeaban a varios países del mundo.
Con el inicio de los huracanes en la costa atlántica, en Puerto Rico se manifestaron fuertes lluvias y tormentas, con vientos, a tan solo diez meses después de haber sufrido el paso devastador del huracán María. La población más vulnerable a este nuevo fenómeno natural fueron los habitantes de Humacao, ubicados en el extremo oriental de la isla, cuyas viviendas todavía permanecían con toldos protectores provisorios.
Temporada de huracanes 2018 en el Pacífico
La temporada de huracán 2018 en el Pacífico, representó el valor más alto en cuanto a producción de Energía Ciclónica Acumulada que se haya registrado antes dentro de la cuenca del Pacífico Oriental. La temporada de huracán 2018 en el pacífico se distinguió como la más activa, superando los registros que se dieron en el año 1971, rompiendo con ello ese récord además de superarlo 26 años después.
Dentro de otras características ostenta la de ser la temporada más intensa desde el año 2015 y empató con un alto récord a la de 1985 por también contener dentro de sus registros, cinco tormentas nombradas en el mes de junio. (Ver artículo: Huracán George)
Esta temporada de huracán 2018 en el pacífico, contempló la presencia de 26 ciclones tropicales, 23 tormentas nombradas y 22 ciclones, los cuales se fueron formando dentro del área de responsabilidad del Centro Nacional de Huracanes, sumándole también la formación de una tormenta en la misma zona.
Es así como los pronósticos detallaron una lista definitiva de 23 tormentas nombradas, 23 huracanes, de los cuales 10 eran mayores a la categoría 3 de la Escala de huracanes de Saffir-Simpson. Esta temporada se igualó con las pasadas de 1994 y 2002 por contar con tres huracanes categoría 5.
El inicio de la temporada de huracán 2018 en el pacífico se dividió por regiones, por ejemplo en el pacífico oriental inició de manera oficial el 15 de mayo, mientras que en el pacífico central, el inicio fue el 1 de junio. En ambas regiones, la temporada finalizó el 30 de noviembre de 2018.
Aunque estas fechas solo delimitan un período de temporada en particular, se ha determinado que la formación de los ciclones tropicales puede llevarse a cabo en cualquier momento del año. La primera tormenta nombrada, dentro de la temporada de huracán 2018 en el pacífico fue el huracán Aletta, la cual se formó el 6 de junio llegado a ser también el mayor huracán de la temporada.
Tres días después le siguió el huracán Bud, el cual visitó la región de Baja California Sur. En las costas mexicanas se formó la tormenta tropical Carlotta quien no tuvo grandes consecuencias a su paso ocasionando solo daños menores.
Seguido de estos se forma el huracán Héctor, el cual llegó a ser el segundo ciclón más fuerte de toda la temporada 2018. Héctor también fue la tormenta que más duración tuvo. El huracán Lane se presentó a finales del mes de agosto, convirtiéndose en el primer huracán categoría 5 dentro de la evolución de la temporada. De igual manera se registró como el segundo huracán más húmedo que afectó a los Estados Unidos.
El huracán Walaka, de categoría 5, comenzó a formarse el 2 de octubre, siendo el segundo huracán de la temporada que se presentó con esa categoría. Con su aparición hizo que la temporada fuese la segunda en tener huracanes múltiples de categoría 5 y el primer huracán con esa categoría dentro del pacífico Central.
Para el 4 de octubre, hacía su aparición el huracán Sergio, de categoría 4, el cual se formó en la cuenca del Pacífico oriental. El huracán Willa llegó el 22 de octubre, de categoría 5 sería el tercero de la temporada con dicha categoría.
El último ciclón tropical que faltaba por formarse fue la tormenta tropical Xavier, quien fue el primer huracán cuyo nombre tendría contenida la letra “X” dentro de la lista de nombres del pacífico oriental, formándose el 2 de noviembre del 2018.
Costa Rica
En Costa Rica se presentó durante la temporada de huracán 2018 un sistema de baja presión, el cual fue tomando gran fuerza hasta convertirse en huracán y dejó el saldo de una persona muerta a su paso. (Ver artículo: Huracán Gilberto)
La presencia de esta depresión fue detectada por el Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica, el cual presentó información mediante un informe donde se indicaban los acontecimientos que formaban parte del paso de dicho huracán.
Además de la persona fallecida, el huracán produjo fuertes daños materiales y dejó a varias familias damnificadas. Este efecto de baja presión afectó varias comunidades de Costa Rica, en específico, aquellas ubicadas en las adyacencias del Pacífico central y pacífico norte. Tres distritos de Puntarenas: Cóbano, Lepanto y Paquera, se mantenían en alerta y en observación por parte de la Comisión Nacional de Emergencias.
La persona que falleció tras el paso del huracán en Costa Rica fue un hombre, que murió tapiado en su casa luego de que un árbol cayera sobre su residencia producto de las lluvias intensas y los fuertes vientos. Este lamentable hecho ocurrió en la península de Nicoya, al noroeste del país.
México
Para México se tenía prevista la presencia de unos 9 fuertes huracanes, que formarían parte de la temporada de huracán del 2018. Según lo descrito por parte de la Comisión Nacional del Agua, cuyas siglas son CONAGUA, México recibiría en el 2018 la manifestación de unos 32 ciclones tropicales y huracanes de categoría 3 hacia arriba.
Basados en las proyecciones de los 32 ciclones, de cuatro a seis afectarían de una manera más directa a país azteca. Con estas estadísticas, esta temporada de huracanes para México sería la de mayor promedio en su historia con referencia a estos fenómenos naturales.
Por el lado del Pacífico para esta temporada 2018 se presentaron los ciclones Daniel, Aletta, Gilma, Héctor, Paul, Olivia, Bud, Sergio, Carlotta, John, Lane, Emilia, Miriam, Rosa, Ileana, Fabio, Norman y Kristy. En cuanto a la cuenca del océano Atlántico, fueron otros 14 ciclones tropicales de nombres Michael, Alberto, Helene, Debby, Beryl, Isaac, Nadine, Chris, Ernesto, Florence, Gordon, Joyce, Kirk y Leslie.
Todos estos fenómenos por su ubicación podían tener incidencias en México ya sea de manera directa e indirecta por lo que las alertas se encendieron. En el país azteca durante el 2018 se produjo un importante cambio climático donde la temperatura de los océanos aumentó, igualmente lo hizo la temperatura ambiental.
En los últimos años, México ha registrado los climas más cálidos, produciendo la elevación en un grado centígrado del estado de la temperatura media global, según datos aportados por parte de Protección Civil de ese país. Incluso este elemento crea una modificación al ciclo del agua a nivel mundial.
Producto de estos cambios es que se originan los tipos de lluvias, que al hacerse consecutivas e ir obteniendo mayor intensidad, se van transformando en tormentas y luego en ciclones. Las primeras lluvias presentadas en México durante el 2018, se situaron por encima de la media, indicativo de que todo el año transcurriría en las mismas circunstancias, rompiendo con ello récords históricos.
Otro aspecto a destacar, es que por las características climáticas, se esperaba que México volviera a vivir un fenómeno como el del Niño, dado al incremento de vientos fuertes y lluvias constantes con dirección hacia el Caribe pero avanzando hacia el norte por el Golfo de México.
Temporada de huracanes 2018 del Caribe
Expertos en meteorología describieron a la temporada de huracán del 2018 en el Caribe, como peor que la producida por en el 2017. Por tal motivo, distintos observatorios e instituciones le hicieron llamados a las poblaciones que comprenden las regiones donde se produjeran estos fenómenos climáticos, a estar preparados de cara a los eventos.
La temporada de huracán 2018 en el Caribe se planificó para el lapso comprendido entre el 3 de junio hasta el 30 de septiembre del 2018. Investigadores expertos determinaron que para la temporada serían siete los huracanes a formarse en el Caribe y un aproximado de 14 tormentas para el 2018.
De igual manera, los expertos señalaron que de los huracanes comprendidos para dicha temporada, tres contarían con el rango de categorías entre 3 a 5 en la escala. Más del 50% de estos huracanes del Caribe, contaban con grandes probabilidades de tocar tierra en alguna de las poblaciones que limitaran con el mar Caribe, en específico aquellos que habitan cerca de las costas.
Temporada de huracán del 2018 en el golfo de México
El territorio mexicano se vio afectado año tras año con el paso de ciclones tropicales, cuyo centro de formación radica dentro del Golfo de México, previniendo que para la temporada de huracán del 2018, estas formaciones aumentarían de manera progresiva, y cada vez sería con mayor fuerza e intensidad.
La temporada de huracán del 2018 prevista para producirse dentro del Golfo de México, inició de manera oficial el 15 de mayo y se esperaba que tuviera un cierre para el 1 de junio, donde se abriría un nuevo ciclo que finaliza definitivamente el año 2018, el 30 de noviembre.
Aunque se tenían esas fechas pre destinadas para el desarrollo de la temporada, no se descartaba por parte de los observadores, que se producieran huracanes o tormentas fuera de las fechas previstas y de ello se han visto varios ejemplos.
Tanto el Atlántico como el Pacífico están enmarcados en las cercanías con el Golfo de México, por lo que toda actividad que se produzca allí tendrá gran incidencia sobre él. Generalmente por temporada se estipulan de 10 a 16 tormentas tropicales, por lo que para esta temporada se pronosticaron unas 14.
De estas 14 unas siete pueden llegar a convertirse en huracán, de los cuales tres o cuatro, superarían la escala 3. Aunque no muchos de los huracanes previstos para la temporada del 2018 se formen necesariamente en el Golfo de México, igual tendrían la misma incidencia, puesto que aquellos que se forman en la cuenca del Pacífico, podrían tomar la ruta del Golfo, según las proyecciones de la trayectoria.
Estos huracanes superan las expectativas y elevan el promedio histórico a 15 ciclones, de los cuales ocho pasarán a transformarse en huracán, a la mitad de ellos con categoría mayor a 3. Las regiones que por años han padecido los estragos de los huracanes, vuelven a ser para el 2018 las zonas más vulnerables a un nuevo ataque.
Esto hace referencia de manera particular a todos los estados que son costeros como Jalisco, Sinaloa, Baja California Sur, Michoacán, Oaxaca y Guerrero, por el lado del Pacífico, mientras que por Golfo de México serán los estados de Veracruz, Tamaulipas y Quintana Roo, los cuales deben mantenerse atentos en los meses de agosto, septiembre y hasta en octubre.
El paso de estos huracanes pueden causar graves daños a la población, provocados en su mayoría por las intensas lluvias, ya que traen consigo inundaciones, deslaves y avalanchas de lodo. Estos factores pueden ocurrir tanto en el mar como en tierra dentro de las zonas costeras.
De igual manera, en el Golfo de México se mantiene latente la posibilidad de que suceda una réplica de los fenómenos del Niño y La Niña, elementos estos que influyen dentro de la regeneración de posibles tormentas tropicales, huracanes o ciclones, que a su paso puedan provocar destrozos, daños materiales millonarios y hasta pérdidas humanas.
El cambio climático por el cual ha pasado el Golfo de México en los últimos años también influye de manera importante en el origen de estas depresiones que terminan siendo tormentas y luego huracanes, dado a la elevación de la temperatura del mar, sumado al aumento de humedad que se manifiesta dentro de una atmósfera que cada vez es más cálida.
Como medida de seguridad, las autoridades de las zonas residenciales que habitan en las adyacencias con las zonas costeras, deben prohibir que se conformen comunidades, que se construyan viviendas, complejos residenciales o comerciales, esto con el objetivo de minimizar los riesgos a la hora de enfrentarse a ciclones tropicales.