El Canibalismo galáctico existe, es un proceso en el que las galaxias más grandes son capaces de ingerir galaxias más pequeñas, lo que puede durar millones de años. Te invitamos a conocer todo sobre el canibalismo galáctico en este artículo.
Indice De Contenidos
¿Qué es el canibalismo galáctico?
Se llama canibalismo galáctico al proceso por el cual las fuerzas de marea gravitatorias, las cuales son un efecto secundario de las fuerzas de gravedad, tienen efectos destructivos en galaxias enanas, ocasionando la fusión de los núcleos, todo ello ocurre en una gran galaxia de tipo espiral. Suena un poco complicado de entender y por ello haremos todo para lograr que se comprenda este proceso de una manera sencilla.
Si logramos explicar bien acerca de las mareas gravitatorias, con toda seguridad será mucho más sencillo comprender el canibalismo galáctico. Primero imaginemos nuestro planeta Tierra siendo atraído por la fuerza gravitacional del Sol y de los planetas cercanos a él.
Como resultado de estas fuerzas se genera un efecto secundario, debido a la diferencia de cómo incide la fuerza en todo el diámetro del planeta, ya que la magnitud de la atracción ejercida en el extremo que se encuentra más cercano a quien ejerce la fuerza gravitacional, con respecto a la recibida en el extremo más lejano, puede ser de una diferencia importante.
Esto es lo que produce las fuerzas de marea, las cuales dependiendo de su magnitud pueden deformar al cuerpo sobre el que se ejerce la fuerza gravitacional, como por ejemplo nuestro planeta que en lugar de ser una esfera, tiene una forma de elipsoide. Ahora imaginemos esto mismo pero sucediendo en una galaxia.
Las galaxias son un grupo de estrellas, de manera cuando vemos nuestro cielo y observamos ese número incontable de estrellas, estamos observando nuestra Galaxia, la cual está conformada como podemos imaginar por millones de cuerpos celestes, que son de diferente tamaño y diferentes formas, ubicados a distancias variables, por lo tanto estamos en un sistema definitivamente dinámico.
Por supuesto que en la medida que nos adentramos en nuestra galaxia, la cantidad de estrellas aumentará. Para que tengamos un número en mente, cierren sus ojos e imaginen la luna llena, dentro de ese círculo podemos encontrar al menos 500 mil estrellas, extrapolemos ahora el tamaño de la luna llena en nuestra galaxia y tendrán un número subestimado de estrellas que en ella se encuentran.
Así como nuestra galaxia, existen otras galaxias en el universo y las formas de estas pueden ser elípticas, espirales, entre otras, aún no lo sabemos, en cada una de ellas la interacción y el movimiento de los cuerpos celestes será diferente.
En las galaxias con forma de espiral, las estrellas que la conforman están girando de manera constante entorno al centro, produciendo gases que se concentran, lo que permite y promueve la generación de nuevas estrellas.
Por su parte, en las galaxias elípticas el movimiento de las estrellas es totalmente aleatorio, este movimiento desordenado independiente entre estos cuerpos celeste no permite que se acumulen gases, por lo que no se crean nuevas estrellas, haciendo que este tipo de galaxia no se regenere, sino que envejezca.
El canibalismo galáctico, podemos entonces compararlo con la fagocitosis, un proceso biológico que sucede en las células, donde una de ellas es capaz de envolver con su pared celular a un cuerpo o partícula extraña e introducirla en su interior. Pues es el ejemplo perfecto para comprender de qué se trata el canibalismo galáctico, exactamente se trata de la ingesta de una pequeña galaxia, por otra de mayor tamaño.
Como señalamos, en la galaxia podemos encontrar una serie de cuerpos celestes de diferentes tamaños, con diferentes fuerzas de atracción, órbitas, entre otras cualidades. Nuestra vía Láctea es estudiada de manera constante y hay evidencias de que este fenómeno de canibalismo galáctico está ocurriendo con nuestra vecina galaxia enana Sagitario, desde hace unos cientos de millones de años.
¿Cómo funciona?
Como hemos podido ver el canibalismo galáctico es un proceso que se genera en todo el universo, en donde las grandes galaxias ingieren a las galaxias más pequeñas. Nuestra vía Láctea por suerte para nosotros es una galaxia de gran tamaño, por lo que ella ejerce canibalismo galáctico sobre otras galaxias menores, como por ejemplo Sagitario.
En nuestro Grupo Local, el cual no es más que el conjunto de galaxias mayores y menores que se encuentran en la vía láctea, se han identificado tres galaxias masivas: Nuestra vía Láctea, Andrómeda y el Sistema del Triangulo llamado también M33 y dentro de cada una de estas galaxias masivas existen al menos reconocidas 50 galaxias enanas. Mientras el universo evoluciona e interactúa, por ser un sistema dinámico, puede ocurrir que las galaxias masivas ingieran algunas de esas galaxias enanas.
Existen estudios astronómicos que han permitido inferir de manera muy precisa que este tipo de procesos son los que permiten que una galaxia como nuestra vía Láctea crezca, debido a que la fuerza gravitacional ejercida sobre galaxias menores, no produce una colisión violenta, sino que los componentes de la galaxia pequeña pasan a formar parte de la galaxia grande, produciéndose un re-acomodo de las partes e incluso puede ocurrir una reorganización del sistema en el que se encuentre la galaxia.
Uno de estos estudios fue realizado en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) donde un grupo de arqueólogos astrónomos estudiaron grupos de estrellas con diferentes intensidades de luz, las cuales se encontraban en halo galáctico.
Utilizando modelos de simulación de evolución, pudieron reconocer que la Vía Láctea hace millones de años colisionó con Gaia-Encélado la cual era una galaxia enana, donde la vía Láctea se tragó a la segunda. Luego de este evento por supuesto que Gaia-Encélado no generó más estrellas, pero en la Vía Láctea hubo una generación de nuevas estrellas.
Las galaxias interactúan y se encuentran, es así como la gran galaxia espiral captura a la galaxia enana en su esfera de influencia gravitatoria. La pequeña galaxia está atrapada y aunque lucha contra la fuerza gravitatoria que impone la gran galaxia, estas fuerzas son desiguales y con el tiempo la galaxia enana es vencida. Desaparece en una fusión donde las estrellas de la galaxia canibalizada pasan a constituir una corriente estelar en la galaxia grande y así es como funciona.
La clasificación de Hubble
Las galaxias fueron descubiertas a principios del siglo XIX por el astrónomo Edwin Hubble. Luego de su descubrimiento realizó la Clasificación de Hubble, la cual tiene la finalidad de separar a las galaxias y clasificarlas según su forma.
Esta clasificación permite identificar las galaxias que tienen forma de espiral, las que tienen formas elípticas y diferenciarlas de las que presentan formas irregulares, estas últimas no tienen cabida en esta clasificación.
Con la utilización la clasificación de Hubble se estima que nuestra galaxia está conformada al menos por un 25% de galaxias con formas elípticas, un 75% con forma en espiral y tan solo un 1% que presenta forma irregular. Conociendo de qué se trata esta clasificación, vamos adentrarnos en materia para conocer más sobre las formas de las galaxias y su origen.
Para comprender el tema debemos saber que la velocidad de la luz es finita y por lo tanto, no es suficiente con retroceder en el tiempo y tratar de reconstruir el pasado de las galaxias y de alguna manera construir la historia de su formación, sin embargo, un dato importante es que a medida que nos alejamos en el tiempo, más pequeña era la galaxia, lo que dificulta aún más tratar de conocer y determinar su forma.
Por lo tanto, inferir cómo era nuestra galaxia cuando tenía la mitad de la edad que tiene hoy en día, es equivalente a observar una moneda a kilómetros de distancia, es por ello que los astrónomos se han hecho de herramientas que les permiten generar hipótesis sobre lo desconocido.
Superando estas dificultades a través del uso de telescopios, programas de simulación, cálculos geométricos, entre otros, comenzaron a eliminar obstáculos e identificar posibilidades de cómo pudo haberse originado nuestra galaxia y de lo que puede estar sucediendo para que se mantenga.
Actualmente se conoce que a medida que se avanza en el tiempo, incrementa el número de galaxias con formas irregulares, también se generan procesos de fusión de galaxias y por supuesto el canibalismo galáctico, que es parte de los procesos que han sucedido y siguen sucediendo en el universo.
Este tipo de inferencias, que han sido corroboradas con observaciones, avistamientos y simulaciones, permiten entonces suponer que las galaxias actuales se originaron por las fusiones sucesivas y consecutivas de pequeñas entidades.
También es posible demostrar con el uso de los simuladores, que la colisión de dos galaxias espirales puede derivar en una galaxia elíptica. Pero ¿cómo es esto posible? y ¿cómo podemos reconocer el tipo de forma de una galaxia o la forma que adquirirá posterior a sufrir algunos de los procesos “evolutivos” nombrados con anterioridad?, pues allí es donde entra en acción la clasificación de Hubble.
Si bien para el año de 1936 esta solo utilizaba la apariencia visual, sin tomar en cuenta aspectos como la tasa de formación de estrellas o la actividad del núcleo galáctico, actualmente esto ha cambiado, pero la base sigue siendo la misma.
Las galaxias elípticas tienen, como su nombre lo indica, forma de elipse y son clasificadas desde E0 hasta E7, donde el número que le corresponda viene determinado por el grado oval que tenga la elipse. De esta manera, el número que sea asignado en función del grado oval, al ser multiplicado por 10 permite obtener la excentricidad de la galaxia, es decir, nos permitirá conocer cómo la órbita se desvía de una circunferencia perfecta.
Este tipo de galaxias cambian de manera considerable su masa, luminosidad y tamaño. Generalmente se trata de galaxias muy antiguas que pueden presentar zonas más jóvenes como resultado de la fusión de dos galaxias, no contienen gas, ni polvo y como lo señalamos anteriormente estas son características necesarias para formar nuevas estrellas.
Por su parte las galaxias espirales se caracterizan por tener una formación central de estrellas, el cual es llamado bulbo, alrededor de este gira materia interestelar, polvo y gas, lo que permite que se formen estrellas jóvenes. Por otro lado, el halo de este tipo de galaxias está conformado por estrellas viejas. Las galaxias espirales son divididas a su vez en galaxias lenticulares y galaxias espirales barradas.
Las galaxias lenticulares son un tipo intermedio entre una galaxia elíptica y una galaxia espiral, su forma es similar a un disco y han consumido la mayor parte de su materia interestelar, la cual se presume que haya sido perdida por interacción con otras galaxias, por lo que no se observan en ellas brazos espirales.
Lo anteriormente indicado, hace suponer que las galaxias lenticulares provienen de galaxias espirales. En lo que respecta a las galaxias espirales barradas, estas poseen una barra central ubicada en su núcleo,la cual está conformada por estrellas que se extienden de un lado al otro de la galaxia y tienen brazos espirales.
Edwin Hubble a su vez clasificó las galaxias espirales barradas en tres subcatergorías, tomando en cuenta los brazos espirales y su apertura, tal como lo están imaginando, los brazos espirales son los que colectan el polvo, los gases, el material interestelar, entre otros y dependiendo de su apertura serán más o menos eficientes y además permiten clasificar a las galaxias espirales barradas.
También existen algunas galaxias que tienen su brazos muy cerca del núcleo, por ejemplo, y esto permite que esa característica sea utilizada para su clasificación. Existen entonces dentro de esta clasificación:
- Galaxias tipo SBa, son aquellas que tienen los brazos estrechamente juntos y un bulto central.
- Galaxias tipo SBc, son las que tienen los brazos muy sueltos.
- Galaxias tipo SBb, que tienen sus brazos en una posición intermedia entre las SBa y las SBc.
- Galaxias tipo SBd, que tienen sus brazos aún más separados que los anteriores y un núcleo casi inexistente.
Al margen de esta clasificación propuesta por Edwin Hubble se creó un tipo, SBm, para clasificar a las galaxias de espiral irregular, como por ejemplo las Nubes de Magallanes, que en principio habían sido clasificadas como galaxias irregulares pero en su evolución galáctica se han encontrado estructuras de espirales barradas. Es posible y se presume que la barra se degenerará con el tiempo, por lo que esta galaxia pasará a tener una forma de espiral barrada a una forma de espiral irregular.
Nos faltaría entonces definir a las Galaxias irregulares, pues simplemente son todas aquellas galaxias que no tienen características que les permita ser clasificadas en ninguna de las categorías anteriores.
Pero los únicos factores que estén provocando que su forma no se encuentre definida, no solo se deberán a la ausencia de barras, núcleos, material interestelar, entre otros, también puede ser el resultado de la acción de un cuerpo celeste que está provocando con su energía y fuerza de atracción que no defina su forma, sin embargo, la razón real aún se desconoce.
No queremos terminar este artículo sin hablar de las galaxias enanas, las cuales son definitivamente el alimento de las galaxias grandes como la Vía Láctea y Andrómeda, por nombrar a las que se encuentran en nuestro grupo de galaxias.
Las Galaxias enanas se encuentran compuestas por un número enorme de estrellas y por lo general orbitan alrededor de las grandes galaxias, al menos en nuestra Vía Láctea se han descubierto 14 de ellas. Sus formas al igual que las grandes galaxias pueden ser en espiral, elípticas e irregulares.
Para concluir se puede señalar que existe un proceso evolutivo para las galaxias, que inicia con una configuración un poco caótica de gases y polvo que con el paso del tiempo va generando una actividad entre estrellas y así se va conformando una galaxia irregular.
Las fuerzas de atracción se contraen y es entonces cuando se originan los brazos espirales para concentrar el polvo, gases y dar paso entonces a la formación de estrellas. Esta galaxia pasa a ser de tipo espiral, y si evoluciona sin procesos de fusión o de canibalismo galáctico, sus estrellas se harán viejas y muy evolucionadas, lo que originará movimientos caóticos que le llevarán a convertirse en una galaxia elíptica.
Si ocurre una fusión de galaxias, este proceso puede ser invertido, generándose nuevas zonas de formación. Sin embargo, debemos estar conscientes de que esta es una propuesta ordenada y lógica, pero lo que puede estar sucediendo en el universo, es la ocurrencia de todo a la vez en un mismo momento estelar.
A partir de esto, los astrónomos han construido una teoría de la evolución galáctica donde se sugiere que las elípticas son resultado de la colisión entre galaxias espirales o irregulares, que las limita de contener gas, polvo y hace que las órbitas de las estrellas sean aleatorias y que además dejen en el proceso un arco de material como resultado del canibalismo galáctico.
Asimismo se ha determinado que las galaxias enanas están siendo ingeridas por las galaxias espirales más grandes y es conocido que las galaxias espirales aumentan su tamaño por la ingesta de estas. Se reconoce en el proceso, la formación de largos filamentos de estrellas.
Cuando este proceso ocurre entre galaxias del mismo tamaño, se produce una reorganización que es generada por la fusión de las mismas, la cual no es violenta ni destructiva, debido a los millones de kilómetros que existen entre cada una de las estrellas que conforman dichas galaxias.
Si este artículo ha sido de su agrado y hemos logrado responder sus inquietudes en referencia al canibalismo galáctico, lo invitamos a conocer más sobre el universo en los siguientes enlaces:
