A diferencia de los planetas y los satélites naturales, como la Luna, el Sol tiene luz propia, es decir, la luz, calor y energía que destila la produce ella misma, y no la refleja como lo hacen otros cuerpos celestes. Como lo hace es muy simple de entender, pues el Sol es una estrella.
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El Sol
Es el cuerpo celeste de más importancia para el ser humano, no solo dentro del Sistema Solar si no en el Universo entero, pues sin ella, el mantenimiento de la vida en el Planeta Tierra sería completamente imposible, ya que su luz, aporta vitaminas y minerales necesarios a la piel y a los suelos para poder generar alimento, además por medio de la fotosíntesis, las plantas convierten la energía Solar en energía química, produciendo a su vez el oxígeno que los humanos y los animales usamos para respirar.
Emite inmensas cantidades de energía y luz de manera independiente, utilizando su composición química mediante reacciones nucleares, además es el cuerpo más grande de todo el Sistema Solar representando el 99% de toda la masa si la colocaran junta. Además es aquel que determina el inicio del día y el de la noche, incluyendo los cambios climáticos y las estaciones causadas por el movimiento de la Tierra alrededor de él.
Posee en su órbita a 8 planetas, además de los planetas enanos, satélites, asteroides, cinturones, nebulosas, etcétera…
Estrella o no
El Sol tiene luz propia porque es una estrella, clasificada como una estrella de tipo G de secuencia principal, o también conocida como enana amarilla o enana de tipo G amarilla.
Las estrellas tienen la capacidad de producir y quemar en menos de 1 segundo toneladas de hidrógeno, convirtiéndolo en helio y así producir inmensas cantidades de energía, luz y calor.
Por qué emite luz
El Sol tiene luz propia ya que su núcleo está compuesto por una gran variedad de gases que se juntaron hace millones de años atrás por culpa de un colapso gravitatorio en una nube molecular. La temperatura aumentó radicalmente debido a que los átomos se encontraban muy juntos en tan poco espacio y se realizó la primera fusión nuclear que desencadenó muchas otras seguidas de ella utilizando gases donde figuran el hidrógeno a 74% y el helio a 25%, representando la mayor cantidad que existe de cada gas, el resto son oxígeno, neón, magnesio, silicio, nitrógeno y azufre que juntos tan solo representan el 1% de toda la composición.
En su núcleo, ocurren reacciones nucleares de fusión, debido a las grandes temperaturas que alcanzan los 15 millones de grados Celsius. En ellas, dos átomos de hidrógeno se fusionan, debido a las grandes temperaturas y los altos niveles de presión, formando un nuevo átomo de helio. Lo que ocurre es que la masa total del helio es mucho menor que la del hidrógeno, por lo que al convertirse el hidrógeno en helio, desprende una cierta cantidad de masa que sale disparada a la superficie solar para llegar a la corteza terrestre y a el resto de los cuerpos celestes existentes en el Sistema Solar.
Las estrellas, con luz propia
Por qué el Sol tiene luz propia y la Tierra no
Como se explicó antes, el Sol posee la capacidad de producir luz propia, debido a que es una estrella, sin embargo, la Tierra no. Esto es debido a que la Tierra está compuesta de grandes cantidades de roca y hierro, y no de hidrógeno ni helio, además, el estado de la materia en la Tierra no es plasmática, si no sólida, por lo que es considerado un astro opaco y además un planeta, por encontrarse orbitando alrededor de una estrella.
Por todas estas razones y más, la Tierra no puede emitir luz propia, tal como lo hacen las estrellas, y por supuesto, el Sol, si no que se tiene que conformar con reflejar, al igual que la Luna y los demás planetas, la luz que recibe de él.
Tipo de Luz que el Sol emite
El Sol, al realizar todas las reacciones en su núcleo, emite una luz blanca, que en realidad, es una composición de muchos otros colores, que al entrar en contacto con la atmósfera, que está compuesta en su mayoría por nitrógeno y oxígeno, se dispersan causando que los colores con menor frecuencia pasen, como el azul y algo de verde, provocando que el cielo se vea de este color. Luego cuando cae la noche, los rayos de frecuencia más alta pasan por la parte de la atmósfera más gruesa y permiten el paso de la luz naranja, amarilla e incluso roja, otorgando ese color de amanecer y atardecer, por tal razón el Sol tiene luz propia.