Un meteoroide puede ser descrito como un cuerpo celeste que tiene un tamaño específico para poder ser diferenciado de los planetas, asteroides y cometas; forma parte del Sistema Solar y es el responsable de la existencia de meteoros y meteoritos. ¿Quieres conocer más sobre los meteoroides? te invitamos entonces a continuar la lectura.
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¿Qué es un meteoroide?
Un meteoroide es un cuerpo celeste que forma parte del sistema solar, es de tamaño considerablemente pequeño al compararlo con un planeta y precisamente la determinación de su tamaño dentro de un rango establecido es la manera como los astrónomos pueden diferenciarlo de los cometas, los asteroides y el polvo cósmico.
Para ello se estableció un rango que oscila entre 100 micrómetros (µm) hasta 50 metros de diámetro como máximo, siendo el límite inferior de 100 µm lo que lo diferencia del polvo cósmico y hasta 50 metros de diámetro para diferenciarlo de los cometas y de los asteroides.
Sin embargo, en los rangos cercanos a los límites tanto máximos como inferiores de las medidas establecidas, suele ser dudosa la clasificación de estos cuerpos celestes.
Adicionalmente, existen varias definiciones para referirse a los meteoroides, algunas de ellas utilizan los rangos de tamaño, pero la más aceptada por la Unión Astronómica Internacional del año 1961, es la que lo define con base a su movimiento, ubicación y a su tamaño. Otras usan la cercanía al planeta Tierra y las más actuales se refieren a estos cuerpos celestes como planetas enanos, satélites o cuerpos menores del sistema solar.
En la práctica esta la definición más empleada es aquella que deriva de la Real Sociedad Astronómica, organización creada en 1820, la cual inició bajo el nombre de Sociedad Astronómica de Londres y lo define como un cuerpo celeste, mientras que existe otro tipo de definición que es Near-Earth Meteroid u objeto NEO.
Esta última lo describe como un objeto cercano a la Tierra, donde además de los meteoroides, son incluidos los asteroides o cometas. Dicha definición también toma en cuenta el tamaño y la composición.
No debemos olvidar que el sistema solar es dinámico, sus componentes a pesar de tener órbitas para desplazarse, en muchas oportunidades se acercan y coinciden con otros cuerpos celestes, generando impactos que pueden eyectar partículas de tamaños que cumplen con los rangos establecidos para clasificarlas como meteoroides.
También los meteoroides pueden formarse de fragmentos de asteroides y cometas. Cuando estos fragmentos, ya sean de roca u otros materiales, ingresan a la atmósfera de cualquier planeta, se producirá la ignición del cuerpo celeste y se quemará.
La ignición del fragmento puede ser de manera parcial o completa, produciendo luminosidad mientras se quema, en este momento es cuando deja de ser un meteoroide y se convierte en un meteoro, pero de esto hablaremos más adelante.
Tipos
El estudio y análisis de los meteoroides ha ido revelando de información que ha permitido ir proponiendo diferentes sistemas de clasificación para reconocer a los meteoroides.
Sin embargo, debido a que los avances y descubrimientos en cuanto a su naturaleza, origen, años, composición, entre otra serie de características, se van analizando y conociendo con los años, aunado al avance de la tecnología, esto no permite aceptar o reconocer a un tipo de clasificación como la única existente o valedera.
En principio, para clasificar a los meteoroides se utilizaban criterios como el origen, que consistían en determinar desde qué cuerpos celeste se habían generado, si era el núcleo de otro cuerpo o y si era una mezcla de ambos, de la superficie de una roca y un núcleo.
Estos criterios permitían hablar de meteoroides tipo roca, tipo metálico y tipo mixto. Como indicamos anteriormente, la tecnología avanzó y este tipo de clasificación quedó obsoleta.
Lo antes expuesto se justifica porque existen una serie de factores que influyen en las características de los meteoroides, que los transforman o modifican pudiendo enmascarar o cambiar las cualidades sobre las que se sustentaba dicha clasificación.
Actualmente, los criterios que se utilizan para determinar una clasificación respecto a los tipos de meteoritos se basan en la petrología fundamentalmente. En este sentido el análisis mineralógico, así como de sus texturas ha permitido que se creen una serie de grupos de meteoroides.
En esta clasificación se utilizan todos los criterios posibles, como su composición y el contenido de hierro, magnesio, calcio, entre otros elementos que puedan constituir al meteoroide, así como su origen, tamaño de las partículas, tipo de choque, entre otros factores que han ayudado a mejorar la clasificación de los meteoroides.
Aunque este tipo de cuerpos celestes han sido muy difíciles de clasificar, con base a los criterios señalados anteriormente y al uso de cada vez más información sobre su composición se han logrado establecer tres grupos: los meteoroides rocosos, los ferrosos de tipo rocoso y los ferrosos; sobre los cuales estaremos describiendo con detalles a continuación.
Meteoroides Rocosos
Dentro del grupo de meteoroides rocosos se encuentran las Condritas, son meteoroides no metálicos que no han sufrido cambios por efecto de procesos de fusión o de diferenciación de los cuerpos celestes de los que proceden.
Estos son los tipos de meteoroides que ingresan con mayor frecuencia a la atmósfera terrestre. Las Acondritas también son meteoroides rocosos, con características muy similares a las rocas ígneas, que son las que se generan cuando se enfría el magma o la lava de los volcanes cuando hacen erupción.
Estas Acondritas sufren un proceso de fusión, es decir que pasan por una transformación de estado, donde cambian de sólido a líquido y sufren diferenciación del cuerpo celeste del que se originaron.
Se trata de rocas muy antiguas, varios de estos meteoroides se han analizado y se sospecha que algunos de los que han ingresado a la atmósfera terrestre, pueden pertenecen al asteroide llamado 4 Vesta.
Hay un grupo de Acondritas más jóvenes, que se sospecha no provengan del cinturón de asteroides. Unos provienen de la Luna y son muy parecidos a las muestras que han sido traídas a la Tierra por las misiones espaciales Apolo; otras parecen ser provenientes de Marte, siendo las únicas muestras que han podido ser recuperadas por el hombre.
Los meteoroides clasificados como Grupo HED constituyen un subgrupo de Acondritas que tienen un origen común y que sufrieron un proceso ígneo extensivo muy parecido al de las rocas magmáticas de la Tierra.
También dentro de las Acondritas se encuentra la Enstatica, el Grupo SNC y la Aubrita, este último es uno de los meteoroides más pequeños que se han caracterizado.
Finalmente las Urelitas tienen una de las composiciones de minerales más raros, combinados con silicato de calcio y magnesio, y los meteoroides carbonáceos también son rocosos pero con alto contenido de carbón.
Meteoroides Ferrosos de tipo Rocoso
Clasificadas como parte del grupo Meteoroide Ferroso de tipo Rocoso se encuentran las Pallasitas, las cuales están formadas por cristales de olivino de gran pureza, inmersas en una matriz de hierro-níquel en los casos más comunes, aunque hay muestras que carecen de este elemento.
Las Mesosideritas también pertenecen al tipo de meteoroide ferroso de tipo focoso, cuya composición cuenta con concentraciones similares de aportes de silicatos piroxeníticos y basálticos, hierro y níquel.
Se tiene la hipótesis que este tipo de meteoroide se forma a partir de colisiones entre grandes asteroides, donde la energía desprendida hace que el núcleo de metal se funda con la corteza del otro meteorito.
Meteoroides Ferrosos
El grupo de Meteoroides Ferrosos también son denominados Sideritos y se caracterizan por tener presencia de hierro y níquel en su composición, además se considera que tienen su origen en fragmentos de núcleos de asteroides.
Este tipo de meteoroide se forma a partir de una combinación entre el hierro y el níquel que dependiendo de las proporciones son llamadas taenita y kamacita respectivamente.
Se presume que se originan de colisiones entre cuerpos celestes y generalmente se trata de fragmentos de gran tamaño, incluso se han llegado a recolectar muestras con un peso mayor a 50 toneladas, por suerte solo constituyen el 5.7% de los meteoroides que ingresan a la atmósfera terrestre.
Meteoroide, Meteoro, Meteorito ¿Cómo diferenciarlos?
Consideramos importante puntualizar las diferencias que existen entre este grupo de cuerpos celestes del sistema solar, ya que se presta a confusión por el parecido de sus nombres y en muchas oportunidades las personas creen que se trata de un mismo objeto del espacio sideral, cuando resulta que no es así.
Los meteoroides, meteoritos y meteoros, son tres tipos distintos de cuerpos celestes, por ello han sido estudiados con el mayor detalle que el avance de la ciencia ha permitido y además cada uno es consecuencia de fenómenos y procesos naturales diferentes.
Comencemos por describir lo que es un meteoroide, tal y como comentamos al principio del artículo, son cuerpos celestes cuyo tamaño oscila en un rango entre 100 micrómetros (µm) hasta 50 metros de diámetro como máximo.
¿De dónde se originan los meteoroides? se cree que a medida que un asteroide o cometa se acerca al Sol, este comienza a fragmentarse originando nubes de partículas de diferentes diámetros que quedan flotando en el espacio, estos fragmentos son los Meteoroides.
Luego, los Meteoros son fragmentos más pequeños que los meteoroides que surgen del encuentro que se produce entre la órbita del planeta Tierra, con las nubes de meteoroides, al chocar con la atmósfera de la Tierra. Suceden en consecuencia dos procesos, que van a depender del tamaño de las partículas que conforman la nube.
Si las partículas son de un tamaño pequeño, al impactar contra nuestra atmósfera se va a incrementar su temperatura al punto de vaporizar la partícula.
Esta vaporización será el gas que va despidiéndose durante la trayectoria en que el fragmento de meteoroide se ioniza, se quema y brilla.En ese momento el meteoroide cambia su nombre y pasa a ser un Meteoro y es lo que todos conocemos y llamamos comúnmente estrella fugaz.
Si por el contrario la vaporización del fragmento es parcial debido a que el tamaño de la partícula es grande, estamos en presencia de lo que los astrónomos llaman un bólido y la ignición probablemente no desintegre el total del fragmento.
Si este fragmento logra atravesar la atmósfera, continuar su trayectoria y tocar la superficie terrestre, entonces en ese momento deja de ser un meteoro y se convierte en un Meteorito.
Como podemos observar la similitud de los nombres se debe a que uno es consecuencia del otro y dependiendo de su posición recibe un nombre específico.
Antigüedad
Cuando hablamos de meteoroide, como ya hemos visto, nos referimos a fragmentos de cuerpos celestes que por diversas razones se han ido desintegrando en el tiempo, algunos por colisiones entre cuerpos celestes, otros por pasar cerca de la órbita del Sol, entre otra serie de actividades que ocurren en el sistema.
Gracias al estudio de este tipo de fenómenos, el enigma que existe sobre los cuerpos celestes y el universo se ha ido dilucidando, sin embargo aún falta mucho por conocer. Mientras tanto, el conocimiento de la antigüedad de estos cuerpos celestes siempre será una estimación.
Sin embargo, el trabajo desarrollado por los planetólogos que son ese grupo de científicos y estudiosos que buscan las respuestas en cada fragmento de meteoroide o de muestra que es traída a la Tierra por las misiones espaciales, ha permitido arrojar números con respecto a su antigüedad.
En este sentido existen muestras encontradas en la Antártida que tienen una composición química parecida a las halladas en unas rocas marcianas, que tienen contenido de gases de la atmósfera del planeta mercurio.
Estas rocas marcianas se estima que fueron expulsadas por el planeta aproximadamente hace 180 millones de años, de corroborarse la similitud y de existir relación se podría indicar una misma antigüedad para estos meteoroides específicos.
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