Francis Baily fue un reconocido astrónomo británico durante los años 1800, el mismo es el responsable de descubrir el fenómeno conocido como las perlas de Baily durante un eclipse. En el artículo de hoy, ahondaremos acerca de su vida y sus contribuciones en el área de la astronomía.
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Biografía de Francis Baily
Francis Baily nació en el año 1774 en Newbury, Inglaterra. Durante los años 1796 y 1797, realizó un viaje por diversas zonas de Norteamérica que aún no habían sido colonizadas y terminó asentándose en Londres, allí trabajó en el mercado de la bolsa de valores, lo que se conocía como un lugar en donde los mayores accionistas del país podían invertir en negocios.
Mientras estuvo en dicho mercado, publicó una serie de libros cuyo tema principal era la economía del momento, entre sus obras destacan: Tablas de Adquisición y Renovación de Alquileres (1802), La Doctrina de Intereses y Anualidades (1808) y La Doctrina de Anualidades de Seguros de Vida (1810).
Gracia a estas publicaciones y a muchas más, pudo generar una reputación como experto en la materia, guardando así una ganancia lo suficientemente extensa como para poderse retirar de la bolsa de valores en el año 1825. Esto con el objetivo de dedicarse en tiempo completo a su verdadera profesión, la astronomía, ciencia que estudia el espacio.
Hasta los momentos no existe documentación que explore acerca de los estudios astronómicos de Baily. Sin embargo se sabe que sus hallazgos lo posicionaron para formar parte de lo que se conoce como la Real Sociedad Astronómica. La misma es una agrupación de las mejores mentes de la materia, que han contribuido con descubrimientos importantes para la ciencia.
Francis Baily murió en el año 1844 y su cuerpo fue enterrado en el lugar donde nació, en una sepultura en donde se encontraban también otros miembros de su familia. Dicho espacio se conoce bajo el nombre de St Mary’s Church de Thatcham.
Sus investigaciones
Entre sus aportes más destacados dentro del campo de la astronomía, se encuentran en primera instancia los ajustes a los catálogos de estrellas o constelaciones de dos astrónomos franceses: Joseph Lalande y Nicolas-Louis de Lacaille.
Consideró que era necesario una reducción sobre lo impuesto en sus materiales, esto lo llevó a dejarlos con un total de 57.000 estrellas. Asimismo, realizó una revisión detallada acerca de los catálogos hechos por otros miembros del gremio astronómico, tales como: Tobias Mayer, Ptolomeo, Ulugh Beg, Tycho Brahe, Edmund Halley y Hevelius.
Sin embargo, su contribución más importante fue el descubrimiento del fenómeno denominado ”Las perlas de Baily” durante un eclipse el 15 de mayo de 1836, lo que abrió camino a las expediciones astronómicas que se realizarían posteriormente.
El eclipse que sucedió en ese momento fue de tipo solar, en el cual la Luna cubre al Sol, no obstante, esta no lo hace por completo por lo que deja escapar una circunferencia de luz, lo cual logró ser visto con mayor detalle durante el segundo eclipse en el año 1842, también observado por Baily.
Igualmente, realizó experimentos con péndulos, los cuales son entendidos como un sistema físico que funciona bajo la acción de la gravedad (fuerza física que hace que los objetos se aproximen entre sí). El uso de este sistema tuvo el objetivo de determinar la manera en la cual la Tierra realiza sus movimientos en órbita.
Luego de esto, en los años 1838 y 1842 hizo una reconstrucción de las investigaciones hechas por el físico y químico británico Henry Cavendish. Dichos estudios estaban dirigidos a conocer de manera precisa la densidad de la Tierra, los resultados arrojados por el físico dieron un valor de 5,66 kg/dm3.
Entre sus últimos trabajos se encuentra la recapitulación de las investigaciones realizadas por otro astrónomo británico llamado John Flamsteed. El mismo fue publicado en el año 1835 y sus anotaciones fueron de gran relevancia dentro del campo de la astronomía para ese entonces.
Reconocimientos
Como ya se ha mencionado, Francis Baily fue un astrónomo que realizó una serie de importantes contribuciones para el ámbito científico. Gracias a todos sus aportes logró alcanzar un puesto dentro de la Real Sociedad Astronómica.
Esta agrupación tuvo sus inicios en los años 1820, en donde eran solamente una sociedad de Londres que contribuía al crecimiento de las grandes mentes del campo de la astronomía. Posteriormente en el año 1831, bajo el reinado de Guillermo IV, se declaró un organismo Real, lo que significaba que formaba parte de las instituciones que servían a la corona.
Asimismo, es un órgano fundamental de una entidad superior denominada Unión Astronómica Internacional, en la cual se agrupan las diferentes instituciones de la ciencia que se encuentran en el mundo.
De esta forma, a Baily le fue otorgada una Medalla de Oro en nombre de esta condecorada organización en el año 1827, la cual es considerada como el más alto honor dentro de la sociedad astronómica. Igualmente, en el año 1843 fue nombrado como el presidente de la sociedad, cuyo título mantuvo durante otras cuatro ocasiones.
Otro de los reconocimientos destacados fue pertenecer a la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias como miembro honorario. La misma es una organización cuya misión está orientada a la enseñanza y el avance del conocimiento, además de constituir una pieza fundamental en la sociedad de Estados Unidos.
Dados los aportes realizados por este astrónomo a su propio gremio científico, uno de los reconocimientos que quedarán para la historia, es la creación de una escuela primaria que lleva su nombre, esta se conoce como ”Francis Baily CofE Primary School” y se encuentra ubicada en su ciudad natal Tatchman.
A algunos descubrimientos en materia de astronomía, también se les ha puesto su nombre como una manera de reconocer todo su trabajo a lo largo de los años. Entre los mismos se conocen: ‘‘El cráter de Baily” y ”El asteroide Baily”.
El primero es considerado un cráter de impacto lunar, haciendo referencia a que el mismo es una depresión en la superficie de la Luna, producto del choque de algún meteorito (cuerpo espacial que viaja a gran velocidad y que está constituido por material rocoso).
Se sabe que la parte interna del cráter fue inundada por la lava que había allí estado en el pasado, por lo que la única parte del cráter que se conserva de manera intacta es el borde que sobresale en la parte externa.
En este sentido, en la parte norte del borde del cráter hay una curva la cual se cree que se formó por medio de otro cráter alojado cerca de su posición. Dicha hipótesis fue dada por Baily, en una de sus investigaciones acerca de la superficie de la Luna.
Más allá de que en la parte interna del mismo se encuentre lava, su propia superficie es plana y no posee algún tipo de rasgo importante o distintivo que valga la pena ser estudiado.
Por su parte, un asteroide es considerado un cuerpo celeste de tipo rocoso y más pequeño que un planeta, pero más grande que un meteorito. De esta forma, el asteroide de Baily se encuentra situado en lo que se denomina como el Cinturón de asteroides.
Un disco semicircular que se encuentra en el medio de las órbitas de los planetas Marte y Júpiter y que tiene en su interior una extensa cantidad de objetos celestes, no solo asteroides, también se han encontrado cuerpos de menor tamaño, tal es el caso de los planetas pequeños como Ceres.
Dicho asteroide fue descubierto por el astrónomo Edward Bowell en el año 1981 y la designación de su nombre fue en honor a Francis Baily, ya que él mismo había estudiado la mayor parte de sus trabajos y le tenía gran admiración.
Las perlas de Baily
Como ya se ha expuesto en todo el artículo, el descubrimiento más relevante de Francis Baily fue el fenómeno de las Perlas de Baily, el cual tuvo lugar durante un eclipse solar en el año 1836.
Un eclipse solar es un fenómeno astronómico que sucede con poca frecuencia, pues para que esto suceda tanto el Sol, como La Luna y La Tierra deben estar alineados y en ese momento, el Sol es ocultado por la Luna. Dicha alineación se lleva a cabo cuando el estado de la Luna se encuentra como ”nueva” o también conocido como ”llena”, es decir, se puede apreciar en su totalidad.
No obstante, justo antes de que la Luna se imponga totalmente sobre el Sol ocurre algo: Alrededor de la Luna se puede apreciar un brillo característico en forma de círculos, exactamente como unas perlas en los bordes de la Luna.
Este efecto ocurre siempre que acontece un eclipse de este tipo, mientras que no se ha encontrado información acerca de la presencia de las Perlas de Baily en eclipses lunares, en donde ocurre lo contrario. En estos casos, el Sol es quien cubre totalmente a la Luna.
Luego del descubrimiento de este fenómeno por parte del astrónomo, muchos otros expertos en este ámbito se han tomado la tarea de observar y cronometrar este suceso, no solo a su inicio sino también en su final, puesto que dichas Perlas se presentan en ambos puntos del eclipse.
La importancia que se esconde detrás de esta minuciosa observación, radica en que el brillo producido por las mismas en ambas situaciones permite reconstruir de manera más detallada los perfiles de la Luna, aportando así un gran valor científico.
Características
Como ya se ha mencionado, las Perlas de Baily no pueden ser visibles cuando ocurre un eclipse lunar (el Sol cubre completamente a la Luna), sin embargo, se puede ver con claridad desde la Tierra en los eclipses solares en donde ocurre lo contrario (la Luna oculta al Sol).
Según lo expuesto por Baily cuando descubrió este fenómeno, el mismo ocurre debido a las características topográficas en la superficie de la luna. Esto hace referencia a la presencia de montañas, cráteres, valles y otros objetos que se alojan en la misma.
Al ocurrir este ocultamiento del Sol, se logran filtrar ciertos ciertos brillos del mismo justo al inicio del eclipse y en su final. Viéndose entonces como si fueran unas gotas o perlas de brillo solar, antes de desaparecer por efecto de la Luna.
Gracias a las irregularidades que se presentan en la superficie de la Luna, los investigadores lograron calcular el tiempo exacto en el cual aparecen las Perlas de Baily antes de que la Luna complete el eclipse.
Las Perlas de Baily pueden ser apreciadas desde la Tierra y su tiempo de aparición es relativamente corto, suele durar unos segundos o incluso de uno a dos minutos. Cuando las perlas han terminado de aparecer, son seguidas de una luz roja propia de la radiación emitida por el Sol.
Asimismo, el fenómeno de las Perlas de Baily lleva a cabo otro acontecimiento conocido como ”Efecto anillo de diamante”. El mismo implica que una de las perlas vistas en el eclipse sea la predominante, es decir, que resalte entre las demás, haciéndola más visible. Por lo general, dicho efecto se aprecia antes de que la Luna cubra totalmente al Sol.
Una vez que el eclipse solar finaliza, la Luna se mueve dejando ver nuevamente al Sol, así como también las Perlas aparecen por breves momentos, pero en este caso, en el lado opuesto donde la Luna comienza a moverse lejos del Sol.
Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información brindada haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Meteoroide y Laniakea
