Cueva de Armintxe con grabados de novedosas técnicas

La Cueva de Armintxe es una cavidad ubicada en el territorio de Vizcaya, País Vasco en donde se pueden visualizar una gran cantidad de pinturas rupestres grabadas en las paredes de su interior. En el artículo de hoy exploraremos a profundidad todo lo referente a esta caverna, como sus tipos de figuras, técnicas y el periodo cuando se realizaron.

cueva de armintxe

¿Dónde se ubica la Cueva de Armintxe?

La Cueva de Armintxe o también denominada en el idioma vasco Armintxeko koba, es una caverna que se encuentra ubicada en el municipio de Lekeitio en el territorio de Vizcaya, País Vasco. En el su interior existe una importan agrupación de pinturas rupestres, en donde se destaca un panel enorme de al menos 15 metros de envergadura. Tanto la cueva como sus pin turas fueron descubiertas en el año 2016, y sus grabados constituyen una muestra del arte prehistórico.

Esta cueva era conocida desde la época de antaño por lo pobladores de la localidad de Lekeitio, pero se pensaba que la misma había desaparecido a causa de las obras de urbanización y construcción de viviendas que se realizaron a finales del siglo XX y comienzos del XXI. Sin embargo, fue encontrada de nuevo y explorada el 1 de mayo de 2016 por ocho espeleólogos del grupo vasco ADES Espeleología Elkartea.

Luego de que se logró la apertura del conducto de la entrada, situado en una ladera en un entorno de viviendas, los investigadores pudieron acceder a las galerías desconocidas, y forzaron un paso a una sala en donde se encontraba el panel de los grabados, con dos figuras que eran las representaciones de leones.​ Los espeleólogos alegan que estas obras tienen al menos 14.000 años de antigüedad.

Características de la Cueva de Armintxe

La cueva de Armintxe se encuentra ubicada en N 48° 01’ 10” y E 53° 98’ 73”, a una altura de 26 m sobre el nivel del mar, en el barrio Letraukua de Lekeitio. Rodeando a este municipio existen varias cavidades, de las cuales algunas de ellas son de interés geológico o arqueológico. Siglos atrás esta cueva era muy conocida en la villa, habiendo constancia escrita al menos desde 1796, donde se la menciona en un informe sobre la posible captación de las aguas que circulan por ella.

Con el paso del tiempo se realizaron diferentes obras dirigidas a este objetivo, incluida una presa en el interior. No obstante, a causa de las construcciones que se desempeñaron durante los años 1990-2010 la entrada de la caverna se intento cerrar con los escombros.

La cueva de Armintxe se extiende casi por completo en dirección NO-SE, aprovechando una fractura que corre a favor de la tectónica principal del anticlinal, en materiales de las facies urgonianas del Cretácico Inferior. La mayor parte de la cueva se realizó a partir de las calizas arrecifales masivas, pero también existe una parte en donde hay una predominancia de caliza arrecifal estratificada, en especial en el área que va desde la entrada actual de la cueva hacia el este.

Se sabe que esta cueva funciona como un colector de agua procedente de dos dolinas que conforman un pequeño polje de 600 x 200 metros, pero también existe la probabilidad de que la cabecera hidrográfica se extienda más en dirección norte. El agua llega a las dolinas pasando por los sustratos impermeables, y luego es absorbida en su mayor parte por el sumidero de Larrotegi que está dispuesto a dos metros del extremo oeste de la cueva.

Hoy en día no se conoce a ciencia cierta cual es el sendero por el que pasa el río subterráneo a partir de este punto, o cuál es su surgencia. Lo que si se sabe es que durante las épocas de crecida la mayor parte de la galería queda bajo el agua. Este acontecimiento no ocurre por la naturaleza, si no que es el resultado de las actividades humanas que han tenido lugar durante los últimos siglos.

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Conservación

Desde el primer momento en que los investigadores entraron en la cueva se percataron que en la misma había graves problemas para la conservación de las figuras grabadas en la galería. Como hemos mencionado antes, la cueva funciona como un colector de agua, y dadas las actividades humanas que han ocurrido se ha podido percatar que el curso del río subterráneo ha cambiado, cegando la libre circulación en puntos numerosos a causa de las diversas obras de urbanización.

Como resultado de esto y coincidiendo además con las temporadas lluviosas, la galería queda inundada por largos periodos de tiempo. En algunas oportunidades el agua ha llegado hasta la base de la sala del panel principal. En un mismo sentido, también se ha verificado que algunos grabados situados en cotas inferiores sufren un deterioro constante a causa de todos estos eventos. Por este motivo no se descarta la posibilidad que el agua inunde por completo la sala del panel principal si no se acometen los trabajos para solucionar el problema.

Arte en la Cueva de Armintxe

En el interior de la cueva de Armintxe existen alrededor de 50 grabados, de los cuales los expertos aseguran que forman el conjunto más valioso de su tipo hallado en la Península Ibérica. De una misma manera, los grabados también son catalogados como novedosos para su época, puesto que los autores emplearon técnicas no muy comunes para su ejecución, así como las imágenes son diferentes a lo visto antes, ya que hay representaciones de leones en ellas, algo poco usual para el periodo en el que fueron realizadas.

Los investigadores le atribuyen a este conjunto de figuras una antigüedad máxima de 14.500 años, a pesar de que también se estipula que pudieron haber sido realizadas hace 12.500 o 12.000 años durante el mismo periodo.

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El grupo de representaciones destaca sobre cualquier otra debido a su composición y su técnica empleada, inclusive, algunas de ellas fueron hechas con un gran tamaño, sobrepasando el metro y medio. Los grabados que se han encontrado hasta los días actuales forman en conjunto medio centenar, entre ellos una treintena de animales: 18 caballos, 5 caprinos, 2 bisontes, 2 leones y 4 cuadrúpedos indeterminados.

De una misma manera, a los lados de estas pin turas también se encuentran grabados algunos signos de semicírculos y líneas, denominados “claviformes” en la terminología arqueológica, siendo la primera vez que se observan en Bizkaia y también en la Península.

Se trata de una serie de signos que son muy similares a los que se encuentran en el interior de las cuevas ubicadas en la zona pirenaica francesa. Este hecho hace reforzar la teoría de los investigadores que durante aquel periodo había comunicación entre los miembros cazadores de diferentes lados.

Los arqueólogos responsables de su exploración interna aseguran que las técnicas utilizadas para los grabados eran muy poco usuales para el momento en que fueron realizadas, esto se debe a la presencia de métodos como el ”levante” o el ”arrastre” para crear líneas finas en el grabado de las pinturas.

En líneas generales, se conocen algunas cuevas en donde algunas de sus pinturas hayan sido realizadas a partir de esta técnica, sin embargo, es poco común haber encontrado una cueva en donde todas las imágenes hechas en las paredes.

Igualmente, entre los argumentos expuestos por el grupo de investigadores, alegan que nadie ha pisado el interior del panel principal desde hace millones años, lo cual permite la posibilidad de llevar a cabo más trabajos arqueológicos para buscar una mayor cantidad de información sobre los autores de los grabados.

De una misma manera, también se han encontrado en las paredes de la cueva dedos de manos de los autores de los grabados, lo cual no descarta que en investigaciones futuras se puedan encontrar más figuras marcadas en la pared.

Debido a que el acceso a la cueva de Armintxe es muy difícil, la misma no puede ser abierta al público, por lo que la Diputación difundirá su contenido a través de las nuevas tecnologías que ya se aplican en otras cavidades vizcaínas con arte rupestre.

Los grabados de Armintxe fueron encontrados en el mes de mayor del año 2016 por un grupo de espeleológico Ades de Gernika y del grupo arqueológico Agiri. Luego de esto, por medio del Servicio de Patrimonio de la Diputación, el Ayuntamiento de Lekeitio se realizó el cierre de la gruta para poder llevar a cabo trabajos de exploración más arduos.

¿Quiénes lo realizaron?

El equipo de investigación de López Quintana ha realizado sus trabajos de exploración en una de las galerías en el interior de esta cueva por la entrada que fue cerrada al público de la zona. En donde se encontraba la gruta para su entrada actualmente hay escombros que no afectan a los grabados, por ser prácticamente inertes.

”Nuestro objetivo era localizar rastros de la ocupación de la cueva, tanto de lo que podía ser un asentamiento como del tránsito de los artistas magdalenienses”, así lo comenta López Quintana.

Sin embargo, durante los trabajos no se encontraron restos de algún tipo de habitad en la zona. El director de la expedición comenta lo siguiente: ”No descartamos que los pueda haber en el espacio sellado por los escombros, aunque pensamos que es poco probable”. No obstante, en ese mismo sitio se han encontrado restos de hienas. Por lo que se da a la conclusión que la cueva de Armintxe fue antes un cubil de hienas, muchos años antes de que se llevaran a cabo las decoraciones en las paredes.

Igualmente, se han podido recuperar dientes de las hienas que vivían en el lugar, restos de ciervos y grandes bóvidos acarreados por el carroñero, al igual que una cantidad importante de cropolitos (excrementos fosilizados de hiena). Dichos elementos otorgan una buena información acerca del clima y el paisaje antiguo, así como la dieta de estos carnívoros.

En la pate baja del panel principal que mide aproximadamente unos 15 metros de anchura, los arqueólogos han podido encontrar restos de madera carbonizada pendientes de datación por carbono 14 y que bien ‘‘podrían pertenecer a los sistemas de iluminación empleados por los artistas”. Adicional a esto, también han recuperado un hueso con huellas de uso que se cree formaba parte del instrumental utilizado por aquellos humanos para hacer los grabados.

Época aproximada

A pesar de que existe cierto debate sobre el año exacto cuando se realizaron los dibujos en el interior de la cueva de Armintxe, la verdad es que gran parte del grupo de investigadores coinciden en afirmar que la época aproximada corresponde a la Magdaleniense del Paleolítico Superior.

Los miembros de la cultura magdaleniense pueden ser vistos como la primera civilización que existió en la europea occidental, puesto que gracias a su aumento demográfico son el foco originario y se propagaron con rapidez por todo el territorio europeo. La gran necesidad de materia prima era uno de los factores principales que obligaban a estos grupos a movilizarse por todo el territorio.

El tipo de clima recurrente durante este periodo se encontraba oscilando entre el calor, frío, humedad y temporada seca, lo que favoreció a la extensión de la flora y fauna de la región. Durante la temporada templada había una mayor predominancia de caballos, bosques de hoja caduca y extensas praderas de gramíneas, mientras que durante la temporada invernal por lo general era más frecuente el reno y ocurría una regresión de los bosques en beneficio de las praderas.

Se sabe que era una civilización que acostumbrara a enterrar a sus muertos, pero en la actualidad no se han encontrado muchas sepulturas, lo que se sabe es que eran fosas poco profundas. Asimismo, también se han encontrado grandes extensiones de campamentos al aire libre organizándose en tiendas o cabañas.

Se sabe que durante este periodo, los hombres de esta cultura eran predominantemente cazadores. Su sustento alimenticio provenía principalmente de la caza del caballo, mientras que en Europa del Este el mamut era la especie más codiciada.

Técnicas y materiales utilizados

El arte rupestre en el interior de la cueva de Armintxe así como en cualquier otra era realizado al emplear diferentes técnicas. Con el paso de los años, las excavaciones arqueológicas han brindado un medio eficaz para poder conocer a detalle cuales fueron las técnicas empleadas por los pobladores de hace millones de atrás para grabar sus representaciones en las piedras de la cueva.

Para que se pudiera llevar a cabo el arte rupestre en el interior de esta cavidad se tuvieron que utilizar diferentes métodos, como andamios o la necesidad de iluminar la cueva. Inclusive, algunas de las obras se encuentran ubicadas en los techos de la caverna, lo que da a entender que para ese momento los hombres debían construir andamiajes que posibilitaran el acceso a las superficies.

La pintura pudo haber sido aplicada en seco por medio de ocres cortados ex profeso o en su versión en polvo con la ayuda de morteros, dado que las paredes de la cueva eran húmedas por la presencia de agua, esto permitía la realización fina del trazado y la fijación de los pigmentos. Sin embargo, para poder dar una mejor aplicación, los compuestos de las pinturas eran unidos con aglutinantes y/o otras sustancias.

Las herramientas que se utilizaban para crear las figuras en las paredes eran muy diversas, desde las simples yemas de los dedos, hasta pinceles, espátulas, trozos de piel o incluso aerógrafos que permitían la expansión de la pintura a través del soplado. Estos aerógrafos podían ser muy elementales, como la proyección del pigmento contra la pared por medio de la propia boca o con tubos (caña o hueso de pájaro), cargando la sustancia por una extremidad y soplando por la otra.

La elección de la técnica dependía en gran medida del tipo de superficie de la roca en la cueva, la disponibilidad de los pigmentos, además de los motivos culturales e ideológicas. En este sentido, se sabía para crear los diseños en las paredes de Armintxe el método a usar era el de levanta y  arrastrar el pincel con la pintura para que el grabado quedara de forma permanente.

Descubrimiento e investigaciones realizadas

El primero de mayo del año 2016 se realizó el descubrimiento de la cueva de Armintxe gracias al trabajo de un grupo de investigadores en donde extrajeron tierra, piedras, bloques de hormigón, para dar con la entrada de esta cavidad. En el techo de la misma estaba una gran galería, en el vértice de una gigantesca montaña de escombros, al introducirse más encontraron una sima en la que algunos vecinos de la localidad descendían, todavía con una gruesa maroma rodeando a una estalagmita.

Por el lado izquierdo los investigadores bajaron unos 15 metros sobre un cono de escombros inestables, hasta que se toparon con el fondo de la galería principal, ya en ese punto la cueva no contenía desechos. En ese momento cada uno de los miembros estaba realizando su labor asignada: unos exploraban el camino a seguir, otros examinaban las paredes, otros levantaban la topografía, otros tomaban muestras, otros fotografiaban.

El momento en el que los investigadores encontraron la enorme galería de grabados en la piedra fue un instante de alegría y asombro para todos los presentes. Incluso algunos de los investigadores prefería no seguir explorando el lugar, puesto que consideraban el lugar como un sitio sagrado de los hombres que estuvieron viviendo en su interior.

Luego de este descubrimiento, el equipo de investigadores salió en la búsqueda del arqueólogo de AGIRI, quien cuando se adentró al lugar de los hechos confirmó las suposiciones impuestas por el grupo de científicos. En ese instante la decisión unánime fue la de suspender la exploración, tomar fotos del panel, procurando no tocar nada, volver al exterior y cerrar el paso de manera disimulado para impedir que las personas de la localidad entraran a la caverna.

Después de la emoción del momento, el grupo de investigadores prosiguieron y reabrieron las expediciones a la cueva de Armintxe. El día que volvieron a introducirse en la cueva recolectaron una serie de datos que para aquel entonces no pudieron procesar: en primera estancia estaba que en Erreka Buxatuaren Galeria (“Galería del Río Colmatado”) habían rastros de inundación, esto fue un acontecimiento importante, dado que en ese nivel los investigadores aseguraban que no había presencia de río alguno.

Durante el trascurso del mes de mayo no se realizaron otras investigaciones, vale tener en cuenta que para ese momento la cueva carecía de protección alguna, por lo que daba pie a la entrada de exploradores furtivos. A inicios del mes de junio el Ayuntamiento de Lekeitio ya había instalado la puerta, luego de esto el primer trabajo que se desempeño fue planear la visita del nuevo grupo de arqueólogos, instalando con cuerdas y escalas los pasos conducentes a la Sala del Panel, y conducir a los especialistas a la misma.

Una vez que estaban listos estos trabajos prioritarios, se debía realizar la exploración de otros sectores. Hasta el momento lo que se sabía de la cueva era escaso, salvo por la información recaudada días después del descubrimiento, por lo que se llevo a cabo un protocolo: La cueva de Armintxe solo sería explorada por un pequeño grupo de personas.

Asimismo, el tiempo de la exploración sería también controlado con precisión, especificando el número de minutos empleado en cada sector; nadie volvería a la Sala del Panel, a menos que fuera para acompañar a los especialistas.

Las investigaciones continuaron el día 25 de junio cuando los investigadores descendieron hasta el nivel -2 de la cueva. En ese punto además de poder comprobar la cantidad de sedimento acumulado, se descubrió otra cosa: una presa artificial. La sorpresa para los arqueólogos fue enorme, por lo que trajo a la suposición que durante la época de lluvia tanto ese nivel como el superior quedaban bajo el agua. En un mismo sentido, también se empezaron a unir ciertos aspectos de otras investigaciones, por lo que es posible que esta presa artificial tuviera algo que ver con un informe del año 1796.

Otro descubrimiento que se hizo ese día el el grabado en el Erreka Buxatuaren Galeria (nivel -1, pero del otro lado de la pirámide de escombros). Se trataba de un caballo solitario, que de acuerdo con las marcas hechas por la inundación se había librado por pocos centímetros de quedar bajo el agua. Su mirada estaba fijada hacia la segunda galería, por la cual el grupo pudo entrever una nueva sala que, según la topografía, parecía ser prolongación natural de la Sala del Panel.

Los arqueólogos afirman que el caballo daba la invitación a entrar a esta segunda sala, a lo que el grupo entró puesto tenían la sensación de encontrar más grabados en las rocas, además a partir de esta segunda sala el grupo ya podía tocar las paredes con las manos y el suelo con los pies.

Puesto que se acercaban festividades los trabajos en la cueva fueron intermitentes durante el verano del año 2016, de esta manera, las exploraciones de la cueva se llevaban a cabo de acuerdo a la disponibilidad de cada uno de los integrantes del grupo de exploración. Entre los trabajos que se debían realizar durante las exploraciones estaba la identificación de las corrientes de agua, el encontrar anomalías en la circulación de dichas corrientes, ubicar los yacimientos paleontológicos y encontrar los vestigios de un antiguo molino-bomba de agua.

Sin embargo, el principal trabajo que tenían que hacer los investigadores era ver la magnitud del problema hidrológico puesto que este acontecimiento ponía en peligro la conservación de gran parte de las figuras rupestres. Adicional a esto, mientras el grupo se encontraba analizando la geomorfología de la cueva (con la ayuda de los especialistas y amigos del Grupo de Espeleología Zarama), el 2 de agosto empezaron a encontrar más grabados.

Los siguientes trabajos de investigación se realizaron sin contratiempo durante las seis siguientes semanas. No obstante, a inicios del mes de septiembre la Diputación Foral de Vizcaya les solicitó a los miembros de la exploración que entregaran la llave de la puerta. El motivo que daban era que la investigación se había descontrolado, por lo que las futuras exploraciones debían ser guiadas por un arqueólogo experto.

Cuatro meses después de esta decisión, los investigadores principales tuvieron que detener los trabajos de exploración a causa de las discrepancias que existían de parte de los técnicos y arqueólogos de Diputación. Los motivos no tuvieron relación alguna con lo encontrado en el interior de la caverna, más bien surgieron a causa de una mala interpretación de los conceptos aficionado y profesional.

De una misma manera, se debe tener en cuenta que los profesionales suelen tener intereses específicos (méritos, curriculum, publicaciones, promoción laboral) que en los espeleólogos aficionados no tienen tanta importancia, por lo que es posible que estos factores perjudicaran las investigaciones.

En una misma línea de ideas, también surgieron problemas en cuanto a las exploraciones a las galerías internas, puesto que los arqueólogos impuestos por la Diputación Foral de Vizcaya consideraban que los investigadores habían desperdiciado tiempo en determinar las causas de los deterioros de las imágenes en lugar de explorar las otras zonas de la cueva.

 

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Palenque Chiapas y criósferas