Ubicada en la Sierra del estado de Chiapas en pleno corazón de una exuberante selva tropical, se encuentra la hermosa y épica ciudad de Palenque Chiapas, sitio privilegiado por ser albergue de uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo maya. Entérate en este post de sus riquezas, bellezas naturales, historia y arte.
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¿Dónde se ubica Palenque Chiapas?
Palenque Chiapas es una ciudad del estado mexicano de Chiapas, que se ubica en la región noroeste de dicho estado, inmersa en la imponente Selva Lacandona, rodeada de pequeñas caídas de agua y próxima al magnífico río Usumacinta.
Posee unas sólidas raíces mayas, siendo uno de los sitios más impresionantes de esta cultura. En esta ciudad se conjugan diversas atracciones que invitan al visitante a conocerlas a plenitud. En Cordillera de los Andes se muestran también sitios de igual belleza.
Encontramos en Palenque Chiapas, como atractivo turístico principal el yacimiento arqueológico del mismo nombre. A pocos kilómetros se hayan las cascadas de Misol-Ha, las Cascadas de Agua Azul y Agua Clara, el río Chacamax (Nututun), que lo hacen un lugar ensoñador.
Palenque Chiapas destaca por su acervo arquitectónico y escultórico y por haber sido centro ceremonial en los siglos 3 o 4 de la antigua era. Al respecto, los investigadores se han dado a la tarea de efectuar expediciones y trabajos exploratorios para poder saber qué es lo que se realizaba y cómo eran los rituales en esa época.
El nombre de “palenque” significa “hogar de las culebras” en la antigua lengua chol, hablada por la etnia indígena del mismo nombre, que habitaba en estos parajes y que proviene de la época antes de que se descubriera América.
Al respecto, se han encontrado evidencias de ella en otras culturas y regiones como la del golfo de México. Se recomienda la lectura de los Montes Urales para conocer de otras regiones afines.
Características del yacimiento arqueológico de Palenque Chiapas
El yacimiento arqueológico de Palenque Chiapas se encuentra a solo 8 km de la ciudad que lleva el mismo nombre. Fue, y aún se le considera así, el centro de ceremonias y rituales más importante de la cultura maya.
Este yacimiento se halla enclavado en el centro de la majestuosa Selva Lacandona, la más grande de todo México, en lo que hoy es el municipio de Palenque, al noreste del estado.
El verdadero nombre de este yacimiento es Lakamha, que traduce “Lugar de las grandes aguas”; sin embargo, por la cercanía a la comunidad vecina de Santo Domingo de Palenque, la zona arqueológica adoptó el nombre de ésta.
Fue una zona que tuvo gran preponderancia durante el auge maya en el período clásico y era un sitio constantemente visitado y con mucha actividad.
Se estima que cubre un área de 7 km de este a oeste, aun cuando aún hay sectores que no han sido explorados en su totalidad. Es uno de los sitios más impresionantes de esta cultura y de gran valor arqueológico.
Aseveran los expertos que el yacimiento aún no ha podido ser explorado completamente y sólo se conoce un 2% de la superficie total que tenía la ciudad, de la cual se habían descubierto hasta 2005 unos 2,5 km2.
Se estima que aún permanecen más de mil estructuras ocultas por la selva. Por esa riqueza arquelógica fue que en 1981 Palenque fue declarada oficialmente parque nacional y en 1987, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Arte de Palenque Chiapas
Los hallazgos de arte que se han encontrado en Palenque han permitido valorar visualizar el entorno en que surgió la ciudad y, también conocer de sus tradiciones, artes y condiciones de vida, que existían entre los mayas clásicos.
De manera que se puede decir que la historia artística nos aproxima al espíritu que creó esta civilización y que la llevó a tener el estilo de vida que vivió.
Palenque Chiapàs fue una ciudad muy poderosa en el período clásico maya y, como todas las ciudades de esta cultura, se relacionó con otras a través de redes comerciales de intercambio o alianzas entre grupos de gobernantes.
Tales relaciones quedaron plasmadas en las inscripciones jeroglíficas que quedaron como legado, que no sólo sirven para la identificación del sitio y de los intercambios culturales, sino también dan cuenta de sus ingenios artísticos, alianzas matrimoniales y políticas, aunque también de conflictos bélicos entre ciudades.
Estas inscripciones han sido ampliamente estudiadas por ser una de las primeras manifestaciones de escritura en Mesoamérica, sustentada en un alfabeto logosilábico, y por sus sistemas calendáricos.
Esta ciudad maya alcanzó su mayor esplendor en los tiempos del rey K’inich Janaab’ Pakal, también conocido como el Pakal El Grande, y sus sucesores desde Kam Balam II hasta K’uk’ Balam II, pasando por Kam Hoy Chitam II y Ahkal Mo T’san-Nab III, lo cual data de los años 600 a 900 de nuestra era.
rey K’inich Janaab’ Pakal o Pakal El Grande
Arquitectura de Palenque Chiapas
Lo primero que impresiona de Palenque Chiapas son las grandiosas y sólidas edificaciones, la mayoría de las cuales rodean la Gran Plaza de la ciudad. Su arquitectura constituye una obra de arte que revela la concepción en cuanto a forma de vida de sus lugareños.
Se calcula que la zona arqueológica ocupa unos seis a ocho kilómetros de este a oeste, aun cuando la parte construida abarca menos área. Está separada de la llanura de Tabasco por un acantilado. Hacia el sur de la ciudad está la Serranía Chiapaneca.
Palenque Chiapas es bañada por el arroyo Otulum que cruza la ciudad, el cual en ciertos tramos circula por un acueducto, luego al aire libre y en otro tramo encerrado en una bóveda de construcción antigua.
En esta bóveda se observan enormes bloques de piedra como muros y tiene una altura de tres metros en la parte superior, reforzada con vigas de piedra.
En cuanto a las edificaciones, los edificios más importantes se ubican sobre una plataforma de unos 500 metros de norte a sur y unos 300 metros de este a oeste. Algunas construcciones están agrupadas como en serie como el caso del Grupo del Norte, que rodea una plaza. El acueducto también es una construcción de mucho valor histórico.
En la parte norte de la plataforma se encuentran los Templos del Norte y el Templo del Conde. En el centro se sitúa El Palacio y al sureste el Templo de las Inscripciones y los pequeños Templos XII y XIII.
Entre el Grupo del Norte y el Palacio se localiza el Juego de Pelota. En la otra ribera del Otulum, hacia el sureste está el primer Grupo del Sol con sus tres templos; el del Sol hacia el este, y hacia el oeste, el de la Cruz y el de la Cruz Foliada.
El desciframiento de las inscripciones jeroglíficas que cada edificio encierra ha proporcionado datos valiosos acerca de la larga dinastía de gobernantes masculinos y femeninos que allí reinaron. Estos reyes y reinas de Palenque Chiapas incrementaron el esplendor artístico y arquitectónico de los mayas en cada una de sus obras.
Una de ellas es la famosa tumba del rey Pakal que destaca como la joya del arte maya. A continuación, se presentan algunos de detalles de parte de estas edificaciones.
Templo de las Inscripciones
Es uno de los más conocidos y visitados en Palenque Chiapas. Ubicado al extremo sur de la Gran Plaza, cuyo nombre se debe a que en su interior se han encontrado algunos tableros labrados con inscripciones y símbolos jeroglíficos mayas.
Se trata de un auténtico mausoleo que fue erigido por orden del rey Pakal para que le sirviera de tumba. En lo que sería la cámara funeraria del mausoleo fue descubierto el monumental sarcófago del rey Pakal, cubierto con una lápida con ambos lados decorados en bajorrelieves al igual que los muros de la tumba.
El hallazgo fue hecho por el arqueólogo francés Alberto Ruz Lhuiller. Posteriormente, este sarcófago fue cerrado al público para asegurar su conservación.
En el Museo del Sitio de Palenque Chiapas se exhibe una reproducción a escala real de la tumba.
Templo del Conde
Recibió este nombre por Jean Frédéric Maximilien de Waldeck, conde de Waldeck, quien fue cartógrafo, artista, retratista y explorador francés, quien habitó en este templo durante su estancia en Palenque, como explorador de Mesoamérica.
Es un edificio elegante con un basamento escalonado de cinco cuerpos, que tiene en la parte superior un templo en el que aún se pueden ver casi todos sus elementos arquitectónicos originales.
El Palacio
Es una edificación rectangular que contempla varios patios en su estructura y cuya construcción se prolongó por varios años.
Se puede decir que se trata de un conjunto de estancias interconectadas, sobre una terraza artificial, las cuales fueron cambiando a lo largo de cuatrocientos años en virtud de las remodelaciones y modificaciones que se le fueron haciendo.
Se halla en el centro de la zona e incluye corredores, habitaciones subterráneas, hoy cerradas, basamentos escalonados y una torre de cuatro pisos que varios conocedores de la materia la han comparado con una atalaya.
Se trata de una obra de arte desde la perspectiva arquitectónica, además, las esculturas y bajorrelieves en estuco dan cuenta de su reconocido valor artístico.
Grupo de las Cruces
Contempla una serie de templos sobre pirámides escalonadas que representan a El Sol, la Cruz y la Cruz Foliada y que poseen en su interior elaborados relieves.
Con estos templos se conmemoraba la subida al trono del señor Chan Bahlum II , quien lo asumió al morir el rey Pakal y en ellos se refleja la recepción del poder del nuevo amo de manos de su predecesor.
Las cruces que se aluden en el nombre son símbolos del árbol de la creación que se encuentra en el centro del mundo, según la mitología maya.
En este Grupo de las Cruces, el Templo de la Cruz aún mantiene la crestería o un muro calado que coronaba la estructura.
Debido al transcurrir de los años, muchos de estos templos se han ido deteriorando, sin embargo, mantienen muchos de sus relieves con elementos decorativos distintivos de la época, así como cientos de glifos, que son los signos grabados o escritos o pintados de la escritura maya.
En la parte baja se hallan dos figuras humanas y un ave fantástica. El Templo de la Cruz Foliada ha desaparecido completamente y solo se mantiene la segunda crujía, que es un corredor largo, que conduce al interior.
Templo de la Reina Roja
Este templo es otro de los interesantes y artísticos edificios de Palenque Chiapas.
En su interior se encontraron los restos de una pintura de una mujer, hecha a base de cinabrio o bermellón, que es un mineral de la clase de los sulfuros, compuesto en un 85 % por mercurio y 15 % de azufre.
También se hallaron ostentosas ofrendas propias de la época.
Grupo Norte
Son estructuras de menor tamaño, pero igualmente espectaculares, que habían sido sepultadas por la abundante vegetación, a veces confundiéndose con ella, pero que se han podido ir rescatando. Todas están circundadas por los riachuelos de agua transparente que corren por los alrededores.
Juego de Pelota
Está constituido por dos plataformas paralelas que delimitan el campo de juego, aun cuando no está bien definida el área, por lo que aún se llevan a cabo trabajos de exploración.
Otros edificios
Existen en el lugar otras edificaciones que bien vale la pena conocer tal como el Museo de Palenque y el Mirador, que completan el conjunto arqueológico.
Museo de Palenque
Cerca de la entrada del yacimiento está ubicado el Museo del Sitio Alberto Ruz Lhuiller, levantado en honor a este gran investigador de esta zona arqueológica y, además, descubridor en 1952 de la tumba del rey Pakal, como se señaló antes.
Se pueden observar allí objetos de barro, pedestales y utensilios mayas que han sido encontrados en las edificaciones.
El Mirador
Asimismo, se debe admirar el lugar conocido como El Mirador, que, tal como lo indica su nombre, se trata de una elevación natural que permite contemplar toda la selva hacia el norte del yacimiento, así como parte de la ciudad.
Historia del Palenque Maya
Los estudios llevados a cabo apuntan a que los mayas llegaron a esta zona en el año 100 a. C. y fundaron Lakam Ha, que era principalmente una región agrícola, favorecida por los numerosos manantiales y corrientes de agua y la abundante vegetación.
Llegado el período Clásico Temprano del 200 al 600 d. C. aumentó la población convirtiéndose en toda una ciudad, por lo que fue tomada como la capital de la región de B’akaal, ubicada entre Chiapas y Tabasco, ya entrado el período Clásico Tardío, que va del 600 al 900.
En las exploraciones realizadas se logró encontrar la más antigua de las estructuras que los análisis señalan fue construida alrededor del año 600.
Con el transcurrir de los años, B’akaal se convirtió en centro importante de la cultura maya entre los siglos V y IX. En dicha época se produjeron períodos de mucha gloria, así como de grandes catástrofes. Hubo guerras y alianzas.
Entre las alianzas más significativas está la que se hizo con Tikal, que era otra gran ciudad maya de mucho poderío en la época, con la finalidad de frenar la expansión que estaba haciendo el conflictivo reino de Calakmul, el cual resultó victorioso en dos de las contiendas contra B’akaal, la del 599 y la del 611.
Muchos de los que gobernaron B’akaal alegaban proceder de una gran dinastía de tiempos remotos, aduciendo incluso que provenían de épocas prehistóricas, siendo promotores de la creación de este mundo, que de acuerdo con la mitología maya fue en el 3114 a. C.
No obstante, los estudios y teorías arqueológicas modernos hablan de que la primera dinastía de gobernadores se remonta a la civilización olmeca.
Como ha sucedido con muchas otras ciudades mayas, la declinación y el colapso se apoderaron del lugar, sin que se sepan claramente las causas.
Es por ello que poco después del año 800 d. C., una extraña y desconocida circunstancia propició la emigración y el abandono y la gran selva lo fue envolviendo todo con el pasar de los siglos.
Muchos años más tarde, los arqueólogos en sus intensas y constantes investigaciones redescubrieron la ciudad, promoviendo desde entonces su estudio exhaustivo por los increíbles conocimientos allí atesorados.
Período clásico temprano
Como primer Señor de poder de B’akaal, se ha identificado a K’uk B’alam I, nombre que se traduce como “Quetzal Jaguar”, quien llevó las riendas de la región desde el año 431 y se mantuvo por cuatro años.
El nombre Ajaw es el término que se empleaba para referirse a los gobernante y se le ha traducido como “gobernante”.
Quetzal Jaguar fue sucedido en el poder por el Ajaw Casper o “Gasparín”, según el sobrenombre dado por los arqueólogos, y más tarde, éste fue reemplazado por sus hijos.
Sobre el primero de los hijos, B’utz Aj Sak Chiik, se tuvo información gracias a una inscripción hallada en 1994, en la que se describía un ritual que se hacía a este Ajaw.
Esta misma inscripción hace mención a su sucesor, Ahkal Mo’ Naab’ I, a quien se describe como un joven príncipe y de quien se señala habría una relación de parentesco entre ellos.
Ahkal Mo’ Naab’ I
Por alguna razón, Ahkal Mo’ Naab’ I tuvo mucha relevancia en su reinado, ya que los que le siguieron en el poder se mostraban orgullosos de ser sus descendientes.
Al fallecer éste en 524, se creó un vacío de poder que duró cuatro años y no fue sino hasta 529 cuando se coronó el siguiente Ajaw.
Este nuevo regente, K’an Joy Chitam I, reinó por 36 años, siendo sucedido por sus hijos Ahkal Mo’ Naab’ II y Kan B’alam I, con un período intermedio, en que no hubo Ajaw.
Kan B’alam I fue el primero en usar el mote de Kinich, o ‘Gran Sol’, el cual se siguió utilizando por los reyes que vinieron después. Éste fue relevado del poder en 583 por Yohl Ik’nal, quien se cree fue su hija.
Según las inscripciones descubiertas en Palenque Chiapas, durante este reinado se produjeron fuertes luchas debido a la invasión y saqueo del reino enemigo Calakmul con su ejército en 21 de abril de 599, una acción nunca vista anteriormente militarmente hablando.
Años más tarde en 611 con la muerte de Janaab’ Pakal, se rompió la línea sucesoral paterna y se dividió, entonces, la dinastía palencana en dos, lo que generó una crisis dinástica en B’aakal. Se formó el linaje de Tortuguero, que se enfrentó al de Palenque.
Se presentó Ik’ Muuy Muwaan, quien reclamaba su derecho al trono y junto con su hijo B’ahlam Ajaw. Se establecieron en Tortuguero, a la que declararon como capital de B’aakal.
En esa época, se produjo la segunda derrota de B’aakal a manos de Calakmul, exactamente doce años después, en 611, estando en el poder Sak K’uk.
Esta gobernante fue una persona extraña a la realeza con sangre real, pero que fue consagrada como gran Dama. Era la madre de K’inich Janaab’ Pakal.
En esta segunda derrota, el Ajaw de Calakmul entró a Palenque, afianzando su poder y ocasionando el definitivo desastre militar de Palenque Chupas. Como consecuencia, se produjo un período de total desorganización política.
Fue tal el desastre que en 615, cuando finalmente ascendió al trono de K’inich Janaab’ Pakal, se tuvieron que replantear la conducción total del reino, lo que afortunadamente llevó a una de las etapas más productivas e importantes de esta ciudad.
Período clásico tardío
La ciudad de B’aakal dio inicio a este período envuelta en el desastre en que quedó luego de las de las derrotas sufridas ante Calakmul.
Los escritos encontrados en 613, que hablan al respecto, dan cuenta de manera decepcionante sobre las pérdidas sufridas, haciendo resaltar la falta en el cumplimiento de algunos ritos fundamentales que podrían haber llevado al fracaso. No se especifica nada con respecto al gobernante de ese entonces.
Estando en el trono Aj Ne’ Ohl Mat, se dice que en paralelo su hermano Janaab’ Pakal también ejercía el poder y realizaba gestiones propias de un gobernante, en virtud de un acuerdo político que se había establecido entre los dos.
Aj Ne’ Ohl Mat
Este último había asumido tales funciones de Ajaw, pero nunca fue coronado como tal. Sin embargo, fue reemplazado a los años por su hija Sak K’uk, quien solo reinó por tres años.
Se ha señalado que desde entonces fue que se materializó la reestructuración de la dinastía, lo que contribuyó a que la ciudad reiniciara su ruta a la gloria.
Fue su hijo, K’inich Janaab’ Pakal, el llamado a lograr este renacimiento, siendo por ello el más conocido de todos los señores mayas.
Reinó en Palenque desde que tenía doce años de edad, entre 615 y 683. Se le consideró un “protegido de los dioses” y por sus gestiones Palenque Chiapas retomó su esplendor, a pesar del caos que hubo en la ciudad cuando inició su reinado.
Pakal el Grande contrajo matrimonio con la princesa de Ox Te’ Kuh, Tz’akbu Ajaw, en 624 y se dice que tuvo al menos tres hijos.
Gracias a su reinado la ciudad floreció en diversas diversas áreas y el progreso se reflejaba en sus fantásticas y majestuosas edificaciones con grandes palacios y templos, con lo cual llegó a opacar a su rival Tikal. En específico en los años 654, 661 y 668, se efectuaron grandes remodelaciones del Palacio central.
Se han encontrado escritos que revelan que en esta estructura, se encuentra la inscripción de un texto que describe que en ese momento Palenque y Tikal se había aliado nuevamente, así como con Yaxchilán, y que se habían aprehendido a seis señores que se oponían a la alianza. No se han hecho más traducciones de dicho texto para conocer más al respecto.
Al morir Pakal el Grande en 683, asumió el poder de B’aakal su hijo mayor K’inich Kan Balam II; y éste fue sucedido en 702 por su hermano K’inich K’an Joy Chitam II.
El primero siguió engrandeciendo la ciudad con las formidables obras arquitectónicas y escultóricas tal como lo había hecho su padre.
Además, finalizó la construcción de la famosa tumba del rey Pakal e inició nuevos y grandiosos proyectos, entre los que se cuenta el Grupo de las Cruces.
En virtud de estas grandes y numerosas obras que K’inich Kan Balam II realizó, se tienen en la actualidad retratos de él, hallados en varias esculturas.
Su hermano continuó con la misma extraordinaria labor constructora y artística. Como parte de ella se incluye la reconstrucción y ampliación del costado norte del Palacio.
Gracias a estos tres reinados, B’aakal experimentó un período de gran florecimiento, crecimiento y prosperidad.
En 711, comenzó el asedio del reino vecino de Toniná, el cual ordenó el encarcelamiento del anciano rey K’inich K’an Joy Chitam II.
No quedó evidencia del final del Ajaw, aun cuando muchos especulan que ejecutado en Toniná. Palenque Chiapas fue sometido por diez años a los mandatos y designios de Toniná hasta 721 cuando asumió el trono K’inich Ahkal Mo’ Naab III.
Este nuevo señor, aun cuando no era hijo de K’inich K’an Joy Chitam II, sí pertenecía a la realeza. Era hijo de su tío Tiwol Chan Mat, otro hijo de Pakal el Grande.
Es por ello que con este nuevo rey refleja una desviación de la línea dinástica, ya que K’inich Ahkal Mo’ Nab’ III habría llegado al poder por forjamiento de alianzas políticas.
Se produjo en ese momento una nueva sucesión de poder entre este Ajaw, su hermano Upakal K’inich Janaab’ Pakal y su hijo K’inich K’uk’ B’alam II, cuya gestión se prolongó hasta finales de siglo.
No se tiene mayor de los acontecimientos de este período dinástico, solo que Toniná seguía en su afrenta, de la cual hay jeroglíficos en esta ciudad que hablan de una nueva derrota para Palenque.
Parque Nacional Palenque
Este parque es un espacio natural de una exuberante naturaleza con unas 1.772 hectáreas de superficie, que está ubicado dentro de la zona arqueológica de Palenque Chiapas y que, por decreto del 20 de julio de 1981, fue declarado Parque Nacional Palenque por el entonces presidente de México, José López Portillo.
El parque tiene un clima cálido a húmedo con una temperatura promedio anual de 26°C y durante todo el año se presentan lluvias torrenciales sobre todo en verano.
La flora es primordialmente vegetación propia de selva tropical con algunos pastizales. En cuanto a la fauna, es muy variada con ardillas grises, monos aulladores, jaguares, ratas algodoneras, guaqueques, zarigüeyas, tlacuache o marsupiales cuatro ojos, entre otras especies.
