Aprende de la Cueva de Altamira e increíble arte de pintura

La cueva de Altamira, está considerada como un lugar único en el mundo, debido a la calidad con la cual se conserva los dibujos realizados por los humanos en la época del Paleolítico Superior, las condiciones naturales de la cueva permitieron la conservación adecuada de las artes plasmadas, entre las cuales se destacan de manera muy realista los bisontes, renos, caballos, cabras, ciervos entre otros, dibujos, por esta razón te invitamos a conocer un poco más sobre esta cueva que está catalogada como la Capilla Sixtina del arte rupestre.

CUEVA DE ALTAMIRA

¿Dónde se ubica la Cueva de Altamira?

La cueva de Altamira, está ubicada en las cercanías de la población de Santillana del Mar, en Cantabria – España, en este lugar se encuentra uno de los ciclos de pintura más resaltantes de la Prehistoria, el cual pertenece a los periodos Magdaleniense, correspondiente a la última etapa de la cultura del Paleolítico en Europa occidental y a la época Solutrense ubicado entre el 22.000 y 18.000 BE – referencia utilizada por los arqueólogos y geólogos y cuyo significado es antes del presente.

La cueva de Altamira, se sitúa en el área lateral de una colina de tipo calcárea, que se originó en la época del plioceno hace 5,33 millones de años y terminó hace 2,60 millones de años, la entrada se ubica a 156 metros sobre el nivel del mar – msnm y a 120 metros sobre el nivel del río Saja, el cual se ubica a 2 kilómetros de distancia.

Se estima que para la época en la cual se realizaron los pictogramas la cueva se encontraba entre los 8 a 10 kilómetros del mar Cantábrico, ya que éste tenía un nivel inferior, en la actualidad se encuentra a 5 kilómetros. Este entorno debió haber sido una situación privilegiada para los cazadores ya que la colina les permitía dominar un extenso terreno y al mismo tiempo disponer de un refugio seguro.

Hace 13.000 en la época que finalizaba el periodo Magdaleniense, el acceso a la cueva se derrumbó y selló la entrada esta situación fue la que permitió que las pinturas y los grabados se conservaran, así como toda la infraestructura arqueológica.

CUEVA DE ALTAMIRA

Característica de la cueva de Altamira

La cueva de Altamira, cuenta con una  dimensiones de 270 metros de longitud, su forma es sencilla, la misma está conformada por una galería o corredor con pocas ramificaciones y finaliza con  una larga y estrecha galería que es difícil de transitar.

La cueva de Altamira, presenta una temperatura predominante  de 13,5 °C a 14,5 °C y se presenta de forma constante a en todo el periodo anual, la humedad o el grado de vapor de agua, se presenta entre un 94% a 97%, la composición de la roca está establecida en una piedra caliza compacta y cristalizada casi pura, algunas de las áreas se puede observar una tonalidad amarilla parduzca intensa lo que hace inferir que la composición en esas áreas sea una mezcla con calcita y siderita.

La cueva de Altamira está dividida en varios sectores, los mismos son los que a continuación se mencionan:

  • Sala II, en esta área se ubica trabajos artísticos en el techo, entre los que se destacan un toro.
  • Sala III o de los Tectiformes, se ubican líneas semejantes a las de un tejado o cabaña, las mismas no representa una figura reconocida.
  • Galería IV,  se ubican varios grabados de ciervos y ciervas.
  • Galería V, se encuentran los grabados de un bisonte negro el cual no posee patas, un toro y un caballo de color negro.
  • Sala VI, se ubica un imponente bisonte negro.
  • Salas VII y VIII, se encuentran dibujos simples en color negro, en el cual prevalecen signos y líneas.
  • Sala IX o también llamada Sala de la Hoya, en este espacio se ubica tres cabras y una cierva.
  • Galería X o Cola de caballo, en este espacio se ubican un bisonte, una cabeza de cierva y varios caballos.

CUEVA DE ALTAMIRA

Aunque son varios los espacios identificados en la cueva de Altamira, hacemos énfasis en las que se mencionan a continuación:

Vestíbulo

El vestíbulo es un área amplia, la cual estaba iluminada por luz natural, antes del derrumbe que daba acceso a la entrada de la cueva, se estima que fue el lugar donde habitaban las generaciones de humanos desde la época del Paleolítico superior que fue el tercer y último periodo en la cual estaba dividido la era del Paleolítico, también fue los inicios de la era de la Edad de Piedra.

El vestíbulo fue el sitio más concurrido de los habitantes de la misma, en este lugar se han ubicado piezas de mucho interés, las mismas han contribuido a establecer las dataciones, así como entender la forma de vida de sus habitantes, por tal motivo la mayor parte de las excavaciones arqueológicas que se han efectuado a lo largo de la historia, se han realizado en esta área.

Gran sala

La gran sala o como también se le conoce como el gran salón, la sala de los polícromos, la sala de los frescos, entre otros nombres, es la denominación que se le ha otorgado a la segunda sala y es la que posee una amplía cantidad de pinturas policromadas con una gran cantidad de colores entre los que se destacan, el rojo, amarillo, anaranjado, ocre y negro; a esta sala también se le conoce como la Capilla Sixtina del Arte Cuaternario, esta última denominación se la confirió el arqueólogo francés Déchelette.

Esta bóveda mantiene los 18 metros de largo por los 9 metros de ancho originales, sin embargo, su altura original que se ubicaba entre los 190 y 110 centímetros de alto se ha aumentado, ya que se ha rebajado el nivel del suelo, con el fin de suministrar de una manera más conveniente la observación de las pinturas, cabe destacar,  que un área de esta gran sala, se ha mantenido con su altura original.

El techo de la gran sala, está dividido en tres sectores:

  1. Ubicado en el fondo de la sala, donde se ubica una gran cierva, y las figuras de animales, están representadas en una variedad de colores.
  2. Ubicado en el sector derecho del techo, igualmente con animales en color rojo, policromías y grabados.
  3. En la parte izquierda de la sala, se ubican un gran número de policromías y es esta área la que hizo famosa a la cueva de Altamira.

Arte en la Cueva de Altamira

El arte rupestre ubicado en la cueva de Altamira, está representado mayoritariamente por bisontes, en el lugar se encuentran 16 ejemplares de bisontes con la técnica del policromado y uno en color negro, igualmente están interpretados en diferentes tamaños, posturas y técnicas artísticas, 11 figuras se encuentran representadas de pie, de manera recostada, heridos o muertos, otros sin movimiento y en la zona izquierda se haya uno en posición de movimiento.

En el lugar también se encuentran decenas de representaciones de caballos, el cual muy probablemente fueron realizados por un solo autor antes de la técnica de los policromados, los mismos se encuentran superpuestos, igualmente se encuentran las figuras de ciervos, jabalíes y representaciones tectiformes, los cuales se caracterizan por grabados o trazos sencillos que no representan objetos reconocibles.

Adicionalmente en el lugar se encuentran símbolos escutiformes los cuales se asemejan a escudos, los cuales se creen fueron realizados en el mismo tiempo en que se realizaron los polícromos, ya que poseen el mismo matiz tono de rojo ocre.

¿Quiénes lo realizaron?

Se cree que las pinturas de la cueva de Altamira fueron realizadas por la civilización de prediluvianos, lo que quiere decir que fueron previos al diluvio señalado en la Biblia por lo que los sitúa a unos 4.000 años atrás, sin embargo, en la cueva también se ubican pinturas que datan de unos 38.000 años, esta fecha coincide con la época del homo sapiens en la región europea y otras representaciones gráficas datan aproximadamente unos 10.000 a 12.000 años.

Los estudios realizados revelan que la cueva fue habitada desde hace 35.000 años hasta hace 15.000 años cuando la entrada de la cueva fue bloqueada por un derrumbe y se redescubrió a mediados del siglo XIX.

Época aproximada

Según los estudios de datación a los objetos encontrados en la cueva de Altamira, se cree que la época aproximada en las cuales ser realizaron los grabados, fue dentro de la era del Paleolítico Superior, por lo que está enmarcado entre la cultura solutrense que se destaca porque se desarrolló en la Europa Occidental entre lo que es en la actualidad Francia y la península Ibérica hace 22.000 a 18.000 años y la cultura magdaleniense que vino posteriormente que se extendió por Francia, Suiza, España y Alemania y se ubica hace 15.000 a 8.000 años.

En esta época se puede establecer que nació la primera civilización organizada en Europa occidental, ya que su aumento demográfico se desarrolló y se extendió por todo el continente europeo y esto se debió al establecimiento de una estructura social jerarquizada, que se organizó para realizar las actividades de caza de los grandes animales, sin esa organización no hubiesen podido superar las condiciones adversas de la naturaleza.

CUEVA DE ALTAMIRA

Pinturas utilizadas

Para el diseño del arte rupestre, la civilización de la época, utilizó pigmentos minerales como el carbón vegetal para obtener el color negro, el color ocre, amarillos y anaranjados se obtuvo de la mezcla del óxido de hierro y el rojo se consiguió del mineral de hematites, todos estos elementos se encontraban en forma de polvo y se mezclaban con agua de manera de diluir los pigmentos; las pinturas se aplicaron a través de la mano o con la técnica de la aerografía o soplado, para lo cual utilizaban huesos huecos de aves, así como también se utilizó la grasa de los animales como componente aglutinantes o adhesivo.

En la aplicación de las pinturas, los artistas se iluminaban utilizando lámparas de tuétano, se fabricaban  machacando los huesos de las patas de una cabra, bisonte, entre otros, con la finalidad de obtener la medula ósea y el tuétano, la cual es un combustible que produce luz, pero sin humo, por lo que se genera una luz intensa, limpia y no oscurece las paredes.

Principales pinturas de la Cueva de Altamira

En la cueva de Altamira se ubican pinturas y grabados que son diferentes épocas prehistóricas, diferentes estilos y diferentes técnicas entre los más destacados se encuentran:

El bisonte encogido

La pintura del bisonte encogido, tiene una longitud de 185 centímetros, está catalogado como una de las pinturas más expresivas de todas las representaciones pictográficas de la cueva de Altamira, se realizó sobre una saliente ubicada en la bóveda, el realizador ajustó la figura del bisonte, adaptándolo a las condiciones naturales del lugar, está representado de manera encogida, plegando sus patas y estableciendo la posición de la cabeza hacia abajo, fuera del abultamiento, quedó el rabo y los cuernos, dándole un aspecto tridimensional a la obra, lo que le aporta a la obra una perspectiva y realismo, donde el animal posee una actitud de embestida.

La técnica utilizada en este arte rupestre, fue el grabado, el raspado y la pintura; con la utilización del carbón vegetal como un lápiz, en el cual se resaltó el  contorno general del bisonte, los cuernos, la cola, las patas y la parte trasera, igualmente, a través de esta técnica se dibuja el pelaje de la frente, la joroba y las patas, el cual se utilizó de manera difuminada para darle volumen.

El color rojo del óxido de hierro, fue aplicado con las manos de manera plana, logrando efectos de coloración en las diferentes áreas del pelaje, de esta manera logró potenciar la anatomía del bisonte.

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La Gran cierva

La pintura de la gran cierva, tiene una longitud de 225 centímetros, la misma tiene una orientación hacia la derecha y se encuentra en una posición de reposo, se ubica en el techo de la sala de policromos de la cueva de Altamira, para su elaboración se estableció el bosquejo de la figura, el cual incluye los detalles anatómicos, ejecutados por medio del grabado a buril, esta es una herramienta de metal en forma de cilindro en el cual se realiza a través de un excavado para tallar la figura deseada de manera simple, por lo que  se utilizó el raspado de la pared para lograr la iluminación en determinadas áreas del cuerpo del animal, igualmente se añaden una pintura de manera lineal en color negro, con material de carbón vegetal, el cual fue utilizado para establecer el contorno del cuerpo, las orejas y el ojo.

El cuerpo esta  relleno con tinte con una mezcla de color, ocre, rojo y anaranjado, la cual fue aplicado con las manos  y de esta forma le proporcionó diferentes contrastes. La técnica utilizada en esta pintura, permitió que se observe de una manera perfecta las perspectivas adecuadas, lo que establece que el pintor conocía de manera detallada las proporciones naturales del animal.

Esta obra se efectuó en la época del Paleolítico Superior, específicamente de periodo Magdaleniense, el cual se caracterizó por dibujos de gran naturalismo expresivo y un domino de las técnicas de artes plásticas.

El caballo ocre

El caballo ocre, se ubica en el techo en unos de los extremos de la cueva de Altamira, es una de las figuras con mayor datación del lugar, se estima que tiene 20.000 años y se sitúa en el periodo historio Solutrense, la figura es la de un poni o un caballo de poca altura, que permanece inmóvil, se caracteriza por estar pintado de color ocre y solo tiene el color negro en la crin y parte de la cabeza, en su interior también se aprecia el dibujo de una cierva en color rojo; estos ponis debieron ser muy populares por aquel periodo histórico, en la región del cantábrico, ya que también están representados en otras cuevas de la zona, como por ejemplo en la cueva de Tito Bustillo en ubicada en el principado de Asturias o en la cueva de Los Casares, ambas poblaciones españolas.

CUEVA DE ALTAMIRA

Descubrimiento e investigaciones realizadas en la Cueva de Altamira

Esta cueva fue descubierta en el año de 1868, por el cazador asturiano Modesto Cubillas, cuando intento liberar a su perro, que se encontraba atrapado en las grietas de las rocas al ir detrás de una pieza. En este momento el hallazgo no presentó una gran sorpresa ya que en el lugar se ubica un terreno kárstico el cual se caracteriza por ser un terreno en las cuales las aguas superficiales y subterráneas van disolviendo las rocas y se conforman las galerías y cuevas y éste lugar posee miles de grutas y cuevas, por lo que el descubrimiento de una más,  no presentaba ninguna novedad adicional, a esta cueva se le denominó Juan Montero.

Cubillas le informó a Marcelino Sanz de Sautuola, el cual era un rico aparcero que se dedicaba a la explotación de los terrenos agrícolas,  donde se encontraba la cueva de Altamira, Sautuola también era un aficionado a las prácticas de la paleontología que es la ciencia que interpreta el pasado de la Tierra,  a través de los estudios de los elementos fósiles y aunque tenía esta afición no visitó al lugar hasta 1875.

Para el año de 1875 Marcelino Sanz de Sautuola, realizó el recorrido a la cueva de Altamira, identificó algunos signos como rayas, pero  no le dio importancia, ya que consideró que no fue ejecutada por un ser humano. Posteriormente en el verano de 1879, Sautuola, volvió al lugar, acompañado de su hija María Sanz de Sautuola y Escalante, la cual contaba con ocho años de edad, él tenía intenciones de excavar la cueva con la finalidad de encontrar restos huesos y algunas piedras de sílex.

La niña María Sanz de Sautuola, se adentró en la sala lateral de la cueva y allí puedo observar unas pinturas que se encontraban en el techo y se lo comentó a su padre inmediatamente, Marcelino Sanz quedó asombrado al contemplar las representaciones pictóricas, encarnadas por animales que llenaban gran parte de la bóveda del techo de la cueva.

Para 1880 Marcelino de Sautuola, publicó un ensayo, el cual título Breves apuntes sobre objetos prehistóricos de la provincia de Santander. En la publicación señalaba la procedencia prehistórica de las pinturas, la cual tenía adicionalmente una reproducción gráfica de las pinturas ubicadas en la cueva de Altamira y  presentó el escrito a los catedráticos de la rama de Geología de la Universidad de Madrid, sin embargo,  los especialistas franceses en arqueología Cartailhac, Mortillet y Harlé, no aceptaron la tesis de que las reproducciones pertenecían a la época de la prehistoria.

Este hallazgo presentó muchas controversias, respecto a la datación prehistórica de los dibujos en relación a las técnicas de análisis que existían para aquel momento, inclusive el descubrimiento presentó desconfianza, ya que los especialistas sugirieron que Marcelino de Sautuola, podía haberlas pintado cuando visitó a la cueva, negando de esta manera que las pinturas fueron de origen paleolítico, igualmente sugirieron  que las obras habían sido realizadas por un pintor francés y que el mismo Sautuola habría sido engañado.

Las investigaciones realizadas señalan que las pinturas rupestres ubicadas en la cueva de Altamira, tiene semejanzas con las cuevas francesas Les Combarelles,Font de Gaume, Pair-non-Pair, l´Ariege, las cuales se ubican en la región franco cantábrica, esta situación hace que el año de 1902, se reconociera que el arte que se encontraba en la cueva de Altamira, eran reales y que se ubicaban en la época paleolítica.

Igualmente, a norte de España, se encontraron otras cuevas con arte similar a las cuevas de la zona central y del sur de España. La cueva de Altamira, está considerada como la estructura natural con mayor exponencial del arte cuaternario, por lo que no existe comparación en relación con la calidad,  entre las  representaciones ubicada en la cueva de Altamira y las demás que contienen arte prehistórico.

Ni las representaciones artísticas de la cueva Fondt du Guame en las cual se encuentran pinturas empalidecidas y muy mal conservadas, ni en la cueva Lascaux en Montignac, en Francia, la cual posee un gran patrimonio en figuras, pueden compararse con las exquisiteces del arte rupestre ubicadas en la cueva de Altamira, por esa razón se le considera como el principal taller artístico de la época del Paleolítico superior.

Conservación

La cueva de Altamira, fue abierta al público en el año de 1917, para el 25 de abril de 1924, fue declarado monumento nacional, a través de un decreto ley del estado español, esta cueva fue un punto de referencia del turismo nacional, para las fechas posteriores en la que se declaró patrimonio nacional, la cueva de Altamira, llevo a albergar más de 270.000 visitantes por año, esta situación provocó que la misma fuese cerrada en varias oportunidades.

En la Reunión Internacional de Ciencia Pre y Protohistórica efectuada en la ciudad de Santander – España, se declaró que la acción humana, afectaba el microclima y dañaba significativamente el estado de preservación de la cueva, para el año de 1976, la comisión investigadora establecida por la Dirección General de Bellas Artes, confirmó el deterioro, para el año de 1977 se cerró por vez primera el acceso para los visitantes de la cueva de Altamira hasta el año de 1982.

Para el año de 1982 los visitantes oscilaban entre 8.500 a 11.000 visitantes anuales, posteriormente para el año 2002, los especialistas descubrieron manchas en la Sala de los Polícromos, esta situación provocó que la misma fuera cerrada nuevamente.

Debido a la importancia cultural, que representa la cueva de Altamira, en el año de 1985,  fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO, con la finalidad de proteger, preservar la historia, la cultura y la infraestructura de esta cueva ancestral para las generaciones futuras, de manera conjunta con el gobierno español.

A partir del año 2014, se volvió a aperturar el acceso a la cueva de Altamira, sin embargo, sólo pueden tener ingreso grupos compuestos por cinco personas, con una estadía de 37 minutos, una vez a la semana, estos visitantes siempre deberán  estar acompañados por dos guías con el objeto de brindar una información técnica del arte que se ubica en la cueva de Altamira y al mismo tiempo servir de custodios para la preservación de los elementos dentro de cueva.

Ante la apertura controlada para el ingreso a la cueva de Altamira, los especialistas comenzaron a evaluar la temperatura del aire ya que esta debía ubicarse entre los 13,5 °C y los 14,5 °C y la humedad debía estar cerca de los 95% durante todo el año, así como controlar los niveles de contaminación microbiológica y el dióxido de carbono tanto en el interior de la cueva como en el exterior, aunque se mantienen unas medidas de control rigurosa para la preservación de la cueva,  otro grupo de especialistas no están de acuerdo en que se efectúen ningún tipo de visita, ya que esta situación puede poner en riesgo y deteriorar el arte allí plasmado.

Como un modo de salvaguardar el hallazgo paleolítico más importantes de España y del mundo, las autoridades del gobierno español, a través de la cámara de Diputados aprobaron un presupuesto de 24 millones de euros, y se construyó en las adyacencias de la cueva de Altamira, el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira.

En las instalaciones del Museo se ubica una reproducción denominada la Neocueva, el responsable del proyecto fue el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, la misma fue inaugurada en el año de 2001, este espacio cuenta con 620 mts2, el cual imita el acceso a la cueva de Altamira y la Sala de Polícromos, allí se encuentran una reproducción de las pinturas que se encuentran en la cueva, las mismas se llevaron a cabo por Pedro Saura y Matilde Múzquis, profesor de fotografía y la profesora de dibujo de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, respectivamente.

Para el diseño de las réplicas se utilizaron  los datos de las investigaciones y estudios,  por lo que se utilizaron las mismas técnicas del dibujo, grabado y pintura,  empleada  en la época de los paleolíticos, estas investigaciones contribuyeron a que se descubrieran otras pinturas y grabados originales en la cueva de Altamira.

Con esta información hemos terminado el tema relacionado con la cueva de Altamira.  Sí este artículo fue de tu agrado, te invitamos a conocer otros temas de interés, a través de los siguientes enlaces: