Las increíbles cuevas lunares, ¿refugio para astronautas?

Las cuevas lunares constituyen un objetivo de investigación recurrente en los científicos que continuamente planifican incursiones espaciales, en virtud de lo que ellas podrían representar para el futuro del ser humano. Conoce en este post acerca de este fenómeno de ocurrencia común en nuestro satélite, cómo se forman y qué beneficio podría significar para el hombre y los proyectos que existen al respecto.

Cuevas lunares

¿Qué son las cuevas lunares?

Las investigaciones que a menudo se llevan a cabo en el espacio, en particular en la Luna, revelan datos y hallazgos interesantes e importantes para los seres humanos pues dicha información podría dar lugar a cambios radicales en la forma de vida en la Tierra e incluso en otros cuerpos celestes.

Las cuevas lunares constituyen uno de esos hallazgos en la que los investigadores han centrado su atención dada la importancia que reviste para los humanos. Se recomienda leer Turismo espacial para más datos sobre investigaciones espaciales.

Estas llamadas cuevas lunares son las cavernas subterráneas que se han observado gracias a las incursiones que han hecho sondas y naves exploratorias en el suelo lunar, así como también se han descubierto en Marte.

El tamaño de estas cuevas se ha calculado que está entre cien y mil veces más grandes que las que conocemos la Tierra y se ha especulado que podrían servir de refugio seguro para astronautas, pero también para albergar una ciudad entera.

Esta información está basada en diversos estudios como el nuevo análisis de los datos recogidos por la nave espacial gemela de la NASA, el Laboratorio de Recuperación de Gravedad e Interior (GRAIL, por sus siglas en inglés), que trazó un detallado mapa del campo gravitatorio de la luna.

Cuevas lunares

De los análisis de la data obtenida se ha revelado que hay más de una docena de potenciales túneles de lava, propicios de ser estudiados con la intención de verificar su potencial habitabilidad. En ¿Conoces los Cráteres de la Luna? se puede conocer otros aspectos del tema.

Asimismo, tal información ha sido avalada por la Agencia Espacial Europea (ESA) con sus propias investigaciones, que es una de las tantas organizaciones que llevan a cabo este tipo de estudios.

Nuevos espacios

Los nuevos sitios descubiertos en los se ha podido observar una serie de túneles de lava con estructuras similares a las cuevas terrestres que podrían ser lo suficientemente grandes como para albergar suministros y astronautas.

Como sabemos el entorno espacial es duro en cuanto a que presenta condiciones ambientales peligrosas debido a la radiación del sol, los rayos cósmicos galácticos y los micrometeoritos que caen constantemente sobre la superficie lunar, resultando una amenaza para los exploradores humanos.

Para concretar la posibilidad de espacio dentro de las cuevas lunares, se han empleado los estudios que conocemos de las cuevas o túneles terrestres que existen, por ejemplo, en Hawai, Australia, Islas Canarias e Islandia, con los cuales se han efectuado comparaciones con las estructuras halladas en la Luna.

Cuevas lunares 8

Tales comparaciones se llevan a cabo a partir de mediciones del tamaño, capacidad y morfología de las cuevas lunares aplicando modelos informáticos y combinaciones de imágenes del satélite con datos altimétricos del cuerpo celeste.

Estas mediciones y comparaciones dieron cuenta que si el diámetro de los túneles terrestres se hallan entre 10 y 30 metros, en la Luna las cuevas lunares pueden tener unos 800 metros de diámetro, lo que implica que tienen espacio suficiente para acoger a toda una comunidad humana.

Estos estudios se han basado en los datos e imágenes que han aportado las distintas sondas espaciales, en las que es posible identificar los túneles producidos por la lava en su descenso por las pendientes en la Luna. Ellos han revelado que son de gran tamaño que se estima podrían servir para acoger a una gran población.

Según los cálculos efectuados su volumen puede ser mayor a mil millones de metros cúbicos con un diámetro de hasta un kilómetro, lo que equivale, por ejemplo, al ancho del Central Park de Nueva York.

Estos espacios se han mantenido estables en el tiempo y muchos permanecen invariables en sus estructuras.

¿Cómo se forman?

Las cuevas lunares, también referidas como túneles de lava, se originan principalmente a partir del flujo de lava que se genera como consecuencia de una erupción volcánica.

Cuando los ríos de lava expulsados por el cráter lunar recorren grandes distancias, la parte superficial se va enfriando en su trayectoria,  dando lugar a una cáscara endurecida bajo la cual sigue circulando el fluido caliente.

La disminución y, finalmente, cese del aporte de lava permite la formación de una cavidad bajo el techo sólido que se ha formado.

De acuerdo con los estudios científicos que se realizan, en dichos sitios se ha creado un espacio de grandes dimensiones semejante a las enormes cavernas que existen en diversos lugares de la Tierra.

En tal sentido, los expertos en la materia han propuesto que los humanos podrían establecer puestos de avanzada en dichos lugares construidos por robots, específicamente en las áreas de los polos de la Luna.

Cuevas lunares

Se sustenta esta propuesta en el hecho de que en el interior de estas cuevas pudieran haber condiciones favorables para la permanencia humana.

Los tragaluces, que se forman a partir del colapso parcial de la cueva, podrían ser también más grandes que los de las cavernas en la Tierra, dada la baja gravedad de la luna, lo que permitiría una exploración más fácil de los túneles, según estimaciones de los investigadores.

Las cuevas lunares como refugio para astronautas

Estas cavidades lunares pueden tener longitudes de hasta 40 kilómetros y más de 300 metros de diámetro, localizados a menos de 40 metros o más de la zona de basalto.

Según los registros obtenidos en el interior de los túneles existen condiciones apropiadas para la estadía humana, tales como.

  • Ofrecen protección perfecta contra meteoritos, y micrometeoritos, los cuales no se queman con la misma facilidad que en la Tierra.
  • Tienen químicos muy útiles como el hielo de agua y otros volátiles, que se pueden usar como combustible.
  • Poseen una gruesa de capa de rocas, que serviría como techo y que podría servir contra la radiación cósmica y solar.
  • Presentan un ambiente estable con temperaturas de -20 °C, que apenas varían entre el día y la noche.

Considerando todos estos aspectos, futuras generaciones los podrían tener en cuenta si se quisiera tener bases subterráneas en la Luna.

Según los investigadores, el estudio de estos espacios, no solo constituyen una magnífica oportunidad para explorar el subsuelo y la geología del satélite, sino también evaluar esa posibilidad de un potencial refugio para futuros exploradores cósmicos.

Cuevas lunares

De manera tal que estos túneles de lava lunares pueden servir potencialmente como recintos para hábitats humanos mediante una colonización debidamente programada de la Luna.

Son espacios en los que puede funcionar toda una ciudad, según señalan los expertos de las distintas agencias espaciales que efectúan estudios al respecto.

Investigaciones realizadas de las cuevas lunares

La NASA, la ESA, entre otras agencias espaciales, así como corporaciones privadas, llevan tiempo interesados en el estudio de estas cavidades volcánicas, pues aportan pistas sobre el origen y formación de los planetas y satélites y la posible existencia de vida pasada o presente en Marte.

Aunque, de momento, no se han llevado a cabo investigaciones in situ, existen diferentes iniciativas para estudiar los homólogos terrestres de los túneles de lava marcianos y lunares.

Al respecto, en una trayectoria en particular efectuada por las dos sondas GRAIL trazaron con precisión el campo gravitatorio de la luna desde la órbita de marzo de 2012 hasta diciembre de 2012.

Cuevas lunares

Se encontró que debido a que la atracción gravitatoria está relacionada con la masa, una región ahuecada como un túnel de lava atrajo la nave espacial a unos pocos kilómetros de la superficie, pudiendo captar imágenes.

En los nuevos estudios, los científicos estudiaron los datos de GRAIL para buscar pequeñas diferencias que pudieran indicar la presencia de túneles de lava en las llanuras de la Luna.

Asimismo, para medir el tamaño y la morfología de las cuevas lunares, al igual que las marcianas, cuyos techos habían colapsado, los investigadores utilizaron modelos digitales del terreno.

Mediante estas herramientas informáticas combinaron imágenes de satélite y datos de altimetría tomados por misiones espaciales para reconstruir el relieve de las cavidades.

Después, los expertos compararon los datos con estudios topográficos de orificios similares en la superficie terrestre y con escáneres láser del interior de túneles de lava encontrados en Lanzarote, islas Canarias, e islas Galápagos.

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Túnel de lava en islas Galápagos

Estos datos permitieron relacionar las proporciones de los túneles terrestres con los de la Luna y Marte y estimar el tamaño y morfología de estos últimos.

Gracias al apoyo brindado por universidades e industria, se han desarrollado tecnologías que pudieran operar en la superficie y subsuelo de la Luna a fin de detectar la factibilidad de penetrar en sus cráteres y túneles.

Más de 36 astronautas de cinco agencias espaciales han pasado ya por los programas de geología y espeleología cósmica en la Tierra.

Los estudios apuntaron primero a fosas previamente identificadas en el lado cercano de la luna que podrían convertirse en tragaluces.

Las observaciones de GRAIL sugirieron que dos de estas fosas podrían estar conectadas a túneles de lava.

La nueva investigación reveló que el tragaluz en la región de Marius Hills está probablemente conectado a un túnel de lava debajo.

A continuación, los científicos buscaron en la llanura lunar signos de túneles sin características superficiales visibles, encontrando al menos 10 grandes candidatos, algunos de casi 1,6 kilómetros de ancho y con una longitud de más de 100 kilómetros.

Cuevas lunares

Marius Hills

Pero incluso podrían existir cuevas de menor tamaño que tal vez no fueron detectadas por GRAIL.

En el análisis de los datos e imágenes de las sondas GRAIL no se pudieron identificar estas cuevas cuando una de las sondas bajó a la superficie, pero sí se observaron las más grandes.

Eso significa que los túneles de lava de menos de 1 km de ancho podrían haberse escapado fácilmente a la detección.

Los grandes canales o surcos, conocidos como rilles, alimentaban los grandes campos de lava en la superficie lunar.

Se han encontrado unos con una extensión de hasta 4 a 5 km de ancho y una profundidad de 0,5 km, lo que implica que son enormes, comparados con los estándares terrestres.

Los enormes surcos sugieren que las tasas de flujo de lava en la Luna eran más altas que las de la Tierra, y que, por lo tanto, las cuevas de lava deberían ser más grandes.

La menor gravedad lunar también significa que estos túneles deberían ser más estables que los que se encuentran en la Tierra; es decir, menos propensos a colapsar.

Esto podría explicar por qué se han detectado tan pocos tragaluces, según las experticias arrojadas por los investigadores.

Cuevas lunares

Rille

Cuevas en Marte

En Marte también se han detectado los túneles de lava formando cavernas volcánicas, que se cree que se producen como resultado de los flujos de lava basáltica de movimiento rápido asociados con el vulcanismo de escudo.

Al igual que en la Luna, estos túneles normalmente se forman porque la superficie externa de los canales de lava se enfría más rápidamente y forma una corteza endurecida sobre los flujos de lava subterráneos.

La gravedad en Marte es cerca del 38% de la de la Tierra, permitiendo que estos túneles sean mucho más grandes en comparación.

Tales formaciones se reconocieron primero al examinar las imágenes del orbitador Viking, y luego identificadas usando imágenes de otros exploradores como el Mars Odyssey, Mars Global Surveyor, Mars Express, y Mars Reconnaissance Orbiter.

Mars Odyssey

Se lograron identificar visualmente los túneles de dos maneras:

  • A través de los largos y sinuosos canales o rilles, que se ha estimado son los restos de túneles de lava colapsados.
  • A través de la observación de “tragaluces” de las cuevas o cráteres, que aparecen como rasgos oscuros, casi circulares, en la superficie de Marte.

En junio de 2010, un grupo de estudiantes de ciencias de séptimo grado de la Evergreen Middle School en Cottonwood, California, que participaban en el Proyecto de Imágenes de Estudiantes de Marte, ayudaron a los investigadores a descubrir una nueva serie de túneles cerca del volcán marciano Pavonis Mons.

Este hallazgo se logró mediante la identificación de un tragaluz que se estima que tiene 190×160 metros de ancho y al menos 115 metros de profundidad, que facilitó la detección.

Además de las imágenes orbitales empleadas, las cuevas lunares han podido ser detectadas mediante el uso de sofisticadas técnicas como:

Radar de penetración en el suelo
Gravimetría
Magnetometría
Sismografía
Efectos atmosféricos
Lidar, técnica de teledetección óptica que utiliza la luz de láser
Infrarrojo
Exploración humana o robótica.

Spare Mars Rover

Gracias a estas técnicas y los instrumentos apropiados para su implementación se han conseguido fotos como la del Orbitador de Reconocimiento de Marte de la NASA, que muestra un tragaluz de cueva de unos 35 metros de ancho y 20 metros de profundidad.

A menudo las cuevas se forman en regiones volcánicas cuando los flujos de lava se solidifican en la parte superior, pero la lava sigue fluyendo por debajo de su corteza sólida. Se desconoce el origen del agujero más grande que contiene el tragaluz.

Los siguientes seis extractos de imágenes tomadas por la nave espacial Mars Odyssey de la NASA muestran siete aberturas en el suelo marciano en la ladera norte del volcán Arsia Mons, que está situado a 9 grados de latitud sur, 239 grados de longitud este. Los agujeros tienen un diámetro de unos 100 metros a unos 225 metros.

Las cuevas de Marte podrían proteger a los astronautas

Las cuevas, así como otras formaciones subterráneas marcianas, como son los túneles de lava, los salientes de los cañones y otras cavidades observadas, serían potencialmente útiles para las misiones tripuladas, ya que proporcionarían un considerable blindaje tanto de los elementos como de la intensa radiación solar a la que una misión a Marte expondría a los astronautas.

Asimismo, podrían ofrecer acceso a minerales, gases, hielos y cualquier vida subterránea que la tripulación de tal misión probablemente estaría buscando.

Los científicos han estado de acuerdo con que estas estructuras podrían servir de un posible refugio para los astronautas que descienden en Marte, así como de dar evidencia de potencial vida marciana.

Igualmente, los avanzados estudios que se realizan en Marte dan cuenta de diseños de módulos inflables y otras estructuras similares que ayudarían a los astronautas a construir un ambiente habitable para los humanos y demás criaturas de la Tierra.