Miramos al cielo durante una noche estrellada a veces desconociendo cada una de las esferas brillantes que nos deslumbran, pero sabemos con seguridad que es un Firmamento hermoso digno de admirar y del que cualquier persona puede inspirarse o hacer de él una musa para convertirse hasta en poeta. Conozcamos de qué se trata.
Indice De Contenidos
¿Qué es el firmamento?
Más allá de esa inmensa profundidad que nos invade cuando posamos nuestros ojos a ese gran manto oscuro e iluminado por infinitos puntos destellantes, hay más que una esplendorosa noche, en la que se pueden inclusive ver algunas estrellas fugaces, que son llamadas también meteoros.
Es decir, el universo está plagado de innumerables objetos cósmicos de muchas formas colores y características tan fuera de lo común que un los científicos estudian. (Ver artículo: Universo.)
Pero en los documentos, libros, enciclopedias y más, Firmamento está definido como el cielo, es, decir, ese infinito manto celeste en el que se encuentran incluidos objetos cósmicos. Dicho concepto pudiera entonces relacionarse con el término cielo, que describe una semiesfera aparente, azul y diáfana delimitada por el horizonte que rodea la Tierra y el que se desarrollan los astros.
Cuando disfrutamos de su esplendorosa manifestación de belleza en un día soleado, observamos su profunda tonalidad azul que se debe a un fenómeno óptico que presenta características variables y depende de las dimensiones de las partículas en suspensión.
Explican los científicos al respecto de la tonalidad del cielo que, las partículas constitutivas del polvillo atmosférico difunden la radiación solar que incide en ellas y se hacen visibles. Cuando el diámetro de la partícula no es superior a una o dos décimas de la longitud de onda de la luz, la difusión es proporcional y lo que incita a que se presente con mayor fuera el tono azul y violeta que los amarillos y rojos.
En el video que se presenta a continuación se desarrolla el tema con mayor exactitud de por qué el cielo tiene esa pigmentación en azul y a qué se debe.
Firmamento y estrellas
Una vez conocido lo que es el Firmamento, sus características y que muy claramente puede definirse como cielo también por estar relacionados ambos términos, vamos a pasar hablar del Firmamento y las estrellas; que para cualquier persona común una estrella es una de las millones de esferas pintadas en el cielo-
Algunas tienden a ser realmente luminosas y otras no tanto, pero que ocupan gran parte de todo aquello que nuestros ojos pueden ver de extremo a extremo, de norte a sur, o cualquier punto cardinal que se quiera utilizar.
Podemos ampliar el concepto de estrella empezando por describir que en el campo de la Astronomía es un objeto del cielo que brilla con su propia luz, y está compuesta por una gran masa gaseosa con una forma esférica, con una extremadamente alta temperatura en su interior por el hidrógeno y el helio que la componen y que fomentan ese intenso calor.
Generalmente está agrupadas como galaxias, y pueden estar siendo parte de un sistema, es decir, el que rige el Sistema Solar, del que además pertenece la Tierra y el sol. (Ver artículo: Cómo se formó el sistema solar.)
Estas esferas luminosas se desplazan en el firmamento a velocidades de 20 kilómetros/s. Saber ahora que una estrella se mueve es contradictorio para nuestros ojos y nuestra mente.
Desde que tenemos uso de razón y que esa razón nos ha infundado la curiosidad de mirar al cielo cuando está estrellado, vemos esos puntos que si bien están fijo para nosotros, lo único que podemos notar a ciencia cierta es que titilan, o que unas son más grandes que otros.
Inclusive, la única estrella que vemos con cierto movimiento rápido son las que llaman estrellas fugaces, velocidad tan dinámica que ni tiempo tenemos de pedir un deseo, tal y como nos cuentan algunas leyendas.
Pero ahora ya sabemos que las estrellas sólo aparentan estar fijas en su lejanía, pues, entre sus características está una velocidad bastante curiosa. Siguiendo con las descripciones de las propiedades de las estrellas en el Firmamento, tenemos que algunos datos señalan que pudieron haber sido formadas por cierta condensación a raíz de aparentes masas gaseosas en rotación.
En cuanto a la luminosidad de estas estrellas que invaden y minan el Firmamento y le dan ese toque especial que enamora a todo aquel que quiera dejarse llevar por las ofertas de la naturaleza y el cosmos, tenemos que se clasifican en enanas, gigantes y supergigantes.
La rápida variación del brillo de las estrellas llega hasta nuestro planeta en forma de titilación constante, fenómeno que se explica por la refracción que experimenta la luz del astro al atravesar la atmósfera de la Tierra, cargada de masas de aire de humedad y densidad diferentes.
Los astrónomos antiguos establecieron precisamente en función de la intensidad de su brillo. Actualmente, a pesar de haberse constatado que estas diferencias de la luminosidad constituyen un factor completamente independiente de su tamaño o de su distancia a la Tierra, se ha mantenido este criterio para su clasificación. Ver artículo: (Astronomía en la antigüedad.)
Continúan las explicaciones al respecto de la luminosidad de las estrellas en el Firmamento, y es que es brillo que vemos con tanta incandescencia a simple vista, no resulta ser el mismo del astro, por lo que para calcular dicha característica, debemos determinar la distancia en la que se encuentra y comparar la luminosidad absoluta con la emisión de luz por unidad de superficie.
Las estrellas del Firmamento describen movimientos angulares y radiales, por ejemplo, cuando son angulares; si se traza una línea recta entre la tierra y una estrella basta con medir el ángulo determinado por la nueva posición del astro para establecer la magnitud de tal desplazamiento. Mientras que los radiales son los que realiza en la misma dirección que nuestro planeta.
Espectroscopio: estudia composición de las estrellas
El espectroscopio es el instrumento que se utiliza para analizar la composición química del astro y permite además determinar su velocidad, lo que también puede explicar que cuando la estrella se aleja o se acerca de la Tierra se produce una alteración de la frecuencia luminosa de su espectro.
En el campo de la física, el espectroscopio es el aparato para observar y obtener visualmente los espectros de la luz y en términos de astronomía, esto es utilizado para observar y estudiar las protuberancias solares.
Explica esta ciencia que el espectroscopio es un instrumento óptico usado para obtener el espectro de una radiación y está esencialmente constituido de la siguiente manera:
- Una hendidura que tiene la función de hacer la fuente luminosa rectilínea y de dimensiones regulares, por medio de variaciones de su apertura.
- Un sistema que permite convertir en paralelos los rayos. Esta parte del espectroscopio es catalogada como esencial para obtener el espectro.
- El dispositivo de dispersión: sirve para separar la longitud de onda de otra y puede utilizar el sistema óptico por refracción como por reflexión, tal cual un telescopio. (Ver artículo: Telescopio refractor y reflector).
Entre otras definiciones aportadas en los estudios de las estrellas, también se maneja el que son astros dotados de luz propia cuya posición se determina por sus dos coordenadas astronómicas contempladas en el catálogo estelar y en el el Sistema de coordenadas celestes.
Las características que las distinguen principalmente se basan en su luminosidad y color y tal y como comentamos anteriormente sobre los tipos de estrellas que existen, procedamos a definir cada una de ellas, empezando con por la enana; que es una estrella de masa solar con pequeño diámetro (semejante a un planeta), con elevada temperatura efectiva y escasa luminosidad.
Está formada por una masa de gas degenerado y parece ser que constituye una fase más en el proceso de evolución estelar, siempre que la estrella original tenga menos de 1,4 masas solares.
Mientras tanto, la estrella gigante, la definición en el campo de la astronomía explican que es cada una de las estrellas pertenecientes a la rama de las gigantes en el diagrama de Hertzprung y Russel. Pertenecen a esta familia las estrellas de la clase G, K, M, que tienen una magnitud absoluta elevada. Muchas de ellas son visibles a simple vista y son mucho menos numerosas que las enanas.
Entre las gigantes más conocidas están Arturo y La Cabra, que como orden de luminosidad presentan de 19 a 100 veces mayor que la del Sol, con un radio medio de 10 veces mayor y una masa de dos a cinco veces superior. (Ver artículo: ¿Porqué brilla el sol?)
Continuando con las descripciones de las características de las estrellas que se encuentran en el Firmamento, tenemos a la supergigante, que se sitúan por encima de las gigantes por las diferencias en el grosor de su atmósfera que es compatible con el radio de la estrella.
En el Firmamento, además se consiguen otro tipo de estrellas a las que llaman novas, supernovas y púlseras; que son estrellas cuyo extraordinario esplendor va declinando en poco tiempo hasta llegar hacerse prácticamente invisibles. Ambos tipos de astros, cuya observación fue constatada en el siglo XVI por el astrónomo Tycho Brahe, presentan, no obstante, sus particularidades propias.
Las novas son pares de estrellas situadas a escasa distancia una de otra, factor que determina un continuo intercambio de materia entre ambas, y derivado de ello, explosiones que actúan alternando el sistema de manera notable. Un fenómeno mucho más extraño en el universo es el de las supernovas, astros cuya masa presenta grandes dimensiones y cuya luminosidad supera con mucho la de las nova.
Como dijimos en un principio, el Firmamento puede ser llamado cielo, como también bóveda celeste, en el que se desenvuelven los astros, objetos cósmicos, infinidad de estrellas, meteoros, galaxias, planetas, todos y cada uno con características distintas o similares, pero con el mismo fin de complementar el universo y que cada uno cumpla con su rol que permita darle continuidad a la evolución de la vida.
En un principio, Firmamento, era definido como el espacio en el que se posaban las estrellas como fijas. Tal apreciación, que se inició con Claudio Ptolomeo siguió con Kepler y Copérnicos, quienes aseguraban que era como la corteza del universo que poseía en el núcleo a la Tierra.
Astrónomos
En primer lugar vamos a hablar un poco de Claudio Ptolomeo, que fue uno de los primeros en entrar al tema de definir o ponerle una descripción al cielo o al Firmamento. Este astrónomo, geógrafo y matemático fue el mayor divulgador de los conocimientos científicos de su tiempo.
Una de sus autorías más reconocidas fue el libro que llevó por nombre Composición matemática que contiene un catálogo de 1000 estrellas y expone la teoría geocéntrica del universo. (Ver artículo: Teoría geocéntrica).
En esta teoría, Ptolomeo propone que la Tierra estaría fija en el centro del universo y La Luna y El Sol y los planetas girarían en torno suyo.
Por su parte, Johannes Kepler fue un astrónomo alemán a quien se le consideraba el creador de la mecánica celeste. Enunció las tres leyes sobre el movimiento de los planetas que llevan su nombre.
Sus proposiciones más que todo se centraron en el movimiento de los planetas, inclusive; en una oportunidad publicó un libro respecto al tema y no tuvo mucho auge por ciertas explicaciones netamente matemáticas que no era entendible para cualquier público.
Y por último pero no menos importante tenemos a otro de los autores que formó parte de la lista de astrónomos o científicos que tuvieron algún tipo de relación con el Firmamento, más allá del estudio de algún objeto cósmico o de la formulación de alguna ley, Nicolás Coppernico.
Este astrónomo polaco mostró bastante descontento con la teoría geocentrica de Ptolomeo y en reiteradas oportunidades trató de buscar alternativas basándose en escritos de astrónomos griegos del siglo III a.C.
Propuso el sistema llamado Copernico o heliocéntrico, según el cual el sol sería el centro del universo y la Tierra giraría entorno a él y sobre sí misma al rededor de un eje.
Otro que engrosa la lista fue Hiparco, a quien se le atribuye el inicio al mundo de la trigonimetría. Explican que en el ámbito helénico y alejandrino, la aplicación de disciplinas como la trigonometría o la geometría al estudio de los astros determinó la conversión de la astronomía en una ciencia, y esaaquí donde hace gala Hiparco.
Desarrollo sus actividades en las ciudades de Alejandría y Rodas en las que creó un observatorio. A él se le debe además de la invención de diversos instrumentos destinados a la observación del Firmamento, la catalogación de más de 1.200 estrellas y descubrió el fenómeno conocido como precesión de los equionoccios.
Estos fueron los astrónomos que abrieron campo para el estudio de todo cuanto se compone el universo y la bóveda celeste o llamada también cielo y Firmamento. Todos ellos hicieron una contribución directa en los resultados de lo que hoy se conoce como Astronomía, Cosmología y demás objetos como planetas, galaxias, cometas y demás.
Con el pasar del tiempo y la evolución de las eras en las que se ha estudiado el Firmamento, es mucho lo que se ha avanzado y también discutido con respecto a su concepto, considerando que en tiempos remotos su significado fue muy distinto al que hoy se conoce o se maneja pase a la hora de describir algo relacionado con este tema.
Pero lo que si es cierto es la utilidad que se le ha podido dar desde la creación de la humanidad y las distintas civilizaciones, que han utilizado esta bóveda celeste. Por ejemplo, los navegantes se han servido del Firmamento como brújula o guía para sus largos viajes, pero las civilizaciones como las egipcias o incas, o griegas , el cielo o el Firmamento les ha permitido continuar y evolucionar su humanidad.
Esto ha sucedido porque estas civilizaciones veían en el cielo las constelaciones o planetas y las estudiaban según sus comportamientos y servirse de ellas para trascender en el tiempo y lograr avances satisfactorios en conjunto. Por ejemplo en la agricultura con la salida del sol o las fases de la luna. (Ver artículo: Fases, etapas o estaciones de la luna).
Son varios los colores o tonalidad que el Firmamento toma según la hora del día, e inclusive el sentimiento que pudiera estar invadiendo a una persona enamorada cuando todo es color de rosa. Pero cuando hablamos de tonalidades, nos referimos a uno más tenue del azul claro que vemos a primera hora del día cuando el cielo está despejado, sin intención de luvias o nubes gruesas que obstaculicen.
Ya al atardecer o al final del día, los colores anaranjados o amarillos invaden el Firmamento, como resultado de la combinación del sol ya ocultándose en el horizonte y algunas delgadas nubes que posan para ser parte del panorama esplendoroso digno de fotografiar.
Y una vez llegada la noche ya cuando todo oscurece y comienzan a aparecer las estrellas en el Firmamento, el cielo se torna un poco más oscuro, ya casi llegando a un azul océano bastante profundo haciendo contraste con la luminosidad de las estrellas en el momento o de la luna según la fase en la que se encuentre.
La magia del Firmamento ha sido la inspiración de profesionales y no tanto, de astrónomos y estudiosos de la ciencia y hasta de simples mortales. Inclusive ha sido musa de inspiración para películas de ciencia ficción que han ganado galardones y han superado records de taquilla, en las que se utilizan escenarios que muestran la grandeza de este manto que nos cubre y que rodea el Planeta Tierra.
Tanto la Astronomía como la Astrología han estado ligadas directamente con el Firmamento y todo lo que ello implica. Por ejemplo, La Astronomía por el constante estudio de las evoluciones de los planetas o el paso de algún cometa, entre otros aspectos.
Mientras que la Astrología se ha encargado de utilizar todos los elementos del Firmamento para conjugarlos con la alineación de los planetas de cada signo y estudiar su comportamiento que influye en el individuo.
Por ejemplo, un astrólogo, luego de haber estudiado el significado de cada cuerpo celeste y su inclinación en los signos, señala o indica con las cartas, runas, entre otros instrumentos, una predicción, a veces buenas y otras no tan buenas para el consultante o curioso.
Cuando el cielo o el Firmamento está oculto por las nubes grises que avecinan una tormenta, se hace imposible apreciar el tono azul del que estamos acostumbrados, y esta escena normalmente la relacionan con tristeza o nostalgia.
Pero mas allá de eso está que la ausencia del sol influye en el ánimo de todo individuo por la importancia que generan los rayos solares en la piel y la producción de la vitamina D. (Ver artículo: El Sol y la vitamina D).
Pero hablando del tema de las nubes, la proximidad de un atormenta y el cielo oculto por las tenebrosas cargas eléctricas, también aquí representan un espectáculo el Firmamento, que para muchos está lejos de ser atractivo, pero si se logra apreciar estos elementos de la naturaleza, el panorama sería distinto.
Por ejemplo, entre los muchos fenómenos naturales que ocurren cuando se aproxima una tormenta y que nos muestra el Firmamento con grandiosa plenitud, podrían ser los juegos eléctricos y rayos que parten desde lo más profundo y que hacen contacto con algún punto en la tierra a lo lejos del horizonte.
Como también escuchar los truenos al impactar una nube con otra cargada de agua, la niebla, los relámpagos, uno tras otro y ya al término de estos espectáculos naturales, apreciar cómo lentamente se va despejando el cielo y comienzan a surgir los rayos solares que van tocando el suelo y van haciendo la combinación de colores en las gotas de agua posadas en las hojas de cientos de árboles, dando entrada as u vez al inigualable arco iris.
Las creencias
Otro punto importante de explorar en este artículo que lleva por nombre Firmamento, su significado algo más, podría ser la parte religiosa que la mayoría de las veces no escapa de ningún tema, cuando se habla de que la creación del universo estuvo siempre en manos de Dios y no en los propósitos y exploraciones de los astrónomos o científicos.
El cielo, o lo que es lo mismo Firmamento, como lo hemos desarrollado a lo largo del artículo, es para los religiosos este espacio en el que albergan tanto los santos como los ángeles y el mismo creador del universo.
El ser humano creyente está acostumbrado o así lo han instruido a que cuando pida algo con fervor y desde el corazón lo haga elevando súplicas y rezos a lo más alto, mirando al cielo como si en algún momento aparecerá lo esperado por muchos como respuesta a la petición.
Más que creer que algo aparecerá para dar alguna respuesta, sería más lógico pensar que el mismo cielo o Firmamento con todo lo que éste representa, ofrece además tranquilidad y serenidad inmensa que permite a la persona conectarse, relajarse o concentrarse para hacer más intenso su petitorio y que los pensamientos lleguen al lugar donde desea con la ferviente creencia de que se cumplirá su deseo.
En el cristianismo, el cielo es el lugar predilecto para destinar la posición de Dios, humanizando dicho Firmamento como una institución en el que se encuentra el sagrado camino donde van todos los que trascienden del plano terrenal.
Creyendo inclusive que sólo al cielo van quienes en la vida llevaron dieron cumplimiento a todo lo escrito en la Biblia, y que de lo contrario existe en el otro extremo, un infierno en el que se todo aquel pecador paga por sus actos malsanos, por transgredir las leyes divinas.
El Firmamento tiene muchas connotaciones dependiendo del punto de vista del que se va o se estudie; mencionamos la Cosmología o la Astronomía con los temas de las investigaciones y análisis de los comportamientos de los planetas, galaxias, nacimiento de estrellas o predicciones de eventos astronómicos importantes que pudiera afectar poblaciones en distintos países, tanto para bien como para catástrofes.
De igual forma citamos los aspectos de la astrología ligados al firmamento y el estudio de las evoluciones de estos objetos celestes pero ligados a la alineaciones pertinentes de cada signo que afectan a cada persona según su personalidad, deseos a futuro y otros aspectos de su vida que esperan saber según los resultados de unas cartas, runas o péndulos.
Y finalmente desarrollamos la relación que existe entre la religión y el firmamento según las creencias de miles de millones de personas que con alabanzas y rezos esperan mejorar el porvenir, tanto personal, como personal o colectivo, y en el que también podrían entrar las civilizaciones egipcias, incas o mayas, que solían inclusive construir sus edificaciones según las señales de los astros o las salidas del sol y la luna.
Desde la antigüedad, no ha dejado de ser un objeto de estudio y de igual forma no ha dejado de sorprender hasta el más escéptico de los individuos, por la incesante evolución de todos sus elementos que lo conforman.